Omar Collard fue declarado culpable de los hechos de “coacción” que se le atribuían, pero la jueza Eve Flores decidió darle una oportunidad y le impuso dos años de prisión de ejecución condicional. Había sido detenido hace cinco meses
La jueza Ercilia Eve Flores de Aiuto condenó ayer al albañil villamariense que fue juzgado por haber amenazado de muerte a su expareja a través de mensajes de texto enviados desde su celular, pero la pena aplicada fue en suspenso, por lo que pudo recuperar la libertad ni bien concluyó el juicio.
Omar Angel Collard (30) fue declarado autor penalmente responsable de “coacción reiterada”, como consecuencia de una serie de amenazas telefónicas proferidas en contra de Micaela Eliana Godoy durante los primeros días de enero pasado y luego de que la joven decidiera ponerle fin a la relación que mantenían.
“Voy a mandar a matar a toda tu familia”, “le voy a prender fuego a tu casa” y “puta” fueron algunas de las intimidaciones escritas que Collard le envió a Godoy por medio de su teléfono celular pocos días antes de que ella denunciara los hechos y fuera detenido por disposición judicial.
El juicio había empezado el jueves, oportunidad en la que el acusado admitió haber amenazado a su ex, aunque también dijo que al momento de los hechos estaba consumiendo cocaína, lo que potenció su conducta agresiva, encuadrada en un típico caso de violencia de género.
En aquella primera audiencia de debate, el fiscal Francisco Márquez pidió que Collard fuera condenado a dos años de prisión de cumplimiento efectivo, que se lo someta a un tratamiento por su adicción a las drogas y se le impusieran reglas de conducta.
A su turno, el abogado villanovense Jorge Bustos, solicitó la misma sanción para su cliente, aunque en forma de ejecución condicional (es decir, en suspenso) por considerar que debía contemplarse que las amenazas proferidas no habían sido físicas, como así también que se trataba de un convicto primario afectado seriamente por los estupefacientes.
Luego de escuchar los alegatos, la presidenta del tribunal unipersonal dispuso un cuarto intermedio de 24 horas para la instancia final del proceso.
La audiencia final
El debate se reanudó ayer a las 10 y en la oportunidad la jueza Flores de Aiuto le concedió a Collard la “última palabra” antes de pasar a deliberar para dictar sentencia. Sin embargo, el trabajador de la construcción no agregó nada en su defensa.
Previo al dictado de la sentencia, el abogado defensor le acercó a la magistrada un comprobante en el que consta que Collard ya sacó un turno para comenzar inmediatamente un tratamiento psiquiátrico por su adicción a las drogas y una copia del contrato de alquiler que acredita que el albañil vivirá en barrio Lamadrid, es decir bastante lejos del domicilio de Godoy, ubicado en barrio Botta de esta ciudad.
En su veredicto, la jueza dispuso que el condenado deberá someterse al tratamiento médico solicitado por el fiscal y, entre otras reglas de conducta, tendrá que abstenerse de acercarse o comunicarse con la joven e incluso con la pequeña hija que tienen en común, al menos hasta que la jueza de Menores de los Tribunales locales, Inés Mariel, disponga formalmente un régimen de visitas.
De incumplir cualquiera de esas disposiciones legales, quedará sin efecto la condicionalidad de la pena y Collard tendrá que cumplir la sanción de manera efectiva, por lo que volverá a la cárcel.
