Inicio Culturales Algo más que arte: la danza desde lo social y político

Algo más que arte: la danza desde lo social y político

0
Algo más que arte: la danza desde lo social y político
El elenco Danzamble estrenó “Ellas” en el marco del festival “Molinos de arte” en Chile

Proyectos – El Danzamble de la UNVM preparó una puesta sobre presas políticas en la dictadura, mientras que el grupo Danza al Frente brinda un taller gratuito en La Calera

Bailarinas locales abordaron las estrategias de resistencia de exdetenidas. En otro proyecto enseñan danza libre y contemporánea a niños y niñas de un barrio

El grupo Danza al Frente interviene en el barrio La Calera (foto, Lula Almirón)

La autora española María Herminia García Ruso reseñó a la danza como “una actividad humana; universal porque se extiende a lo largo de toda la historia de la Humanidad, a través de todo el planeta, se contempla en ambos sexos y se extiende a lo largo de todas las edades; motora, porque utiliza el cuerpo humano a través de técnicas corporales específicas para expresar ideas, emociones y sentimientos, siendo condicionada por una estructura rítmica; polimórfica, porque se presenta de múltiples formas pudiendo ser clasificadas en: arcaicas, clásicas, modernas, populares y popularizadas; polivalente, porque tiene diferentes dimensiones: el arte, la educación, el ocio y la terapia; compleja, porque conjuga e interrelaciona varios factores: biológicos, psicológicos, sociológicos, históricos, estéticos, morales, políticos, técnicos, geográficos y, además, porque conjuga la expresión y la técnica y es simultáneamente una actividad individual y de grupo, colectiva”.

Dicha definición fue explicitada en su libro “La danza en la escuela” (1997), cuyas palabras suelen ser utilizadas para abordar la dimensión social e inclusiva de la expresión corporal.

En Villa María existe un par de propuestas culturales que tienen en cuenta ciertas dimensiones extraartísticas a la hora de plasmar sus respectivas intervenciones en instituciones y sus espectáculos en vivo.

Por una parte se encuentra el Danzamble, el programa de danza contemporánea que se desarrolla en el seno de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM). Y por el otro, se encuentra el grupo Danza al Frente, compuesto por algunas integrantes del Danzamble que desde el año pasado se erige como elenco independiente situado en el barrio La Calera, y que comparte iniciativas y filosofías de trabajo con otros colectivos similares, como el Danza Encuentro (de barrio Felipe Botta) y el Danza El Barrio (de Las Acacias).

Una de las participaciones de Danza al Frente

Danzamble: puesta de “Ellas” sobre presas políticas

El Danzamble siempre ha elaborado sus puestas en base a una mirada social, humanitaria y política de la identidad femenina. Sus presentaciones tuvieron por títulos, elocuentemente, “Insurrectas”, “Benditas” y “Otra piel”, las cuales luego fueron condensadas en la muestra denominada “Brujas”.

El trabajo performático del elenco, que lo llevó a participar del Festival de Danza Contemporánea en 2015 en México y a participar en el celebrado proyecto de videodanza “En la huella del ancla” de Leandro Navall (seleccionado en diversos festivales internacionales), ha alcanzado un nuevo peldaño más en su abordaje de género.

A principios de febrero, el grupo estrenó en Chile, en el marco del Festival “Molinos de arte”, su nueva producción titulada “Ellas, estrategias de resistencia de mujeres presas en la última dictadura cívico-militar en Argentina”.

La puesta es parte de un trabajo de investigación integral, dirigido por Liliana Guillot y donde también participan docentes de la UNVM, como Cristina Gallo y Gabriela Redondo, una de las directoras del Danzamble.

“Fue muy movilizador haber hecho el estreno allí, en un pueblito de Chile llamado El Maitén, a dos horas de la ciudad de Ovalle”, comentó a EL DIARIO Melisa Burin, una de las bailarinas.

“Fijate que era el pueblo con una calle central, un almacén y casas desperdigadas por ahí, con 80 familias en total. Nosotras dormimos en un salón comunitario de una escuelita rural. La idea de ese festival es llevar el arte adonde no llega habitualmente y, encima, en ese pueblo había como una división entre ellos, así que ese evento vino a tratar de recomponer los lazos. Cuando terminamos la obra, que como siempre no tuvo introducción salvo la mención de nuestro grupo y de dónde veníamos, no hizo falta invitar a los vecinos a hablar. Ahí te das cuenta de la perspectiva latinoamericana de lo que sucedió a los presos y las presas políticas en toda la región”.

De todos modos, aclaró, “el espectáculo es la visión de cómo nos impactó el haber estudiado, conocido y hasta hablado en primera persona sobre aquella época. Primero, como es habitual, hicimos un trabajo de lectura bibliográfica con textos como ‘Nosotras, presas políticas’, ‘Putas y guerrilleras’, ‘Los corredores de la memoria’, ‘Silencio como palabra’. También vimos material audiovisual, conocimos centros clandestinos de detención en Buenos Aires y en Córdoba y hablamos con exdetenidas. Hay que remarcar Liliana (Guilot), fue una presa política”, añadió a la vez que subrayó que todo el proceso de trabajo les demandó dos años.

Según adelantó, la propuesta en Villa María se podrá apreciar en torno al 24 de Marzo. “No se representa directamente el horror, sino cómo nos ha afectado de algún modo. Y termina en algo más esperanzador, en la construcción de una alternativa”, acotó.

 

Danza al Frente:  inclusión en barrio La Calera

Por otra parte, Danza al Frente es un proyecto de intervención que se suma al objetivo de “llevar arte a los barrios”.

“Habíamos empezado como parte del Danzamble junto al comedor Caritas Felices de La Calera, pero ya nos constituimos como grupo independiente. Nos juntamos en el salón de la Escuela Bíblica Evangélica que está ubicada en Castelli 1250. Allí van chicos y chicas desde los 6 años en adelante, donde practican danza libre y contemporánea”, indicó Yamila Fortuzzi.

El taller que brindan las seis coordinadoras a cargo es totalmente gratuito y ellas lo llevan adelante ad honorem. “Particularmente en ese barrio hay de todo: música, comparsa, teatro, pintura. Pero les encanta bailar, es lo que aman hacer”, señaló.

“En clase -comentó- son cerca de 40 chicos que van una hora y media, una vez por semana, aunque cuando hacemos presentaciones son menos, cerca de 25. Hasta ahora hemos plasmado coreografías, consensuadas con los chicos, con música de murga o de Bruno Mars, por ejemplo. Ya hemos actuado en el mismo barrio, en el Anfiteatro (en un festival por el Día del Niño), en el ‘Vive y Siente’ y en ‘La costa explota’. Para este año nos han aprobado un proyecto de Extensión de la UNVM para poder realizar un videodanza, que tendrá como colaboradores a licenciados y estudiantes de la UNVM como Daro Ceballos, Julián Fernández Bertolini, Carla Resquin y Ayelén Mufari (también integrante del grupo)”.

Consultada sobre si los padres plantean algún reparo acerca del tipo de danza que sus hijos varones practican, Yamila precisó: “La verdad que ninguno. Los prejuicios son todos de los adultos, los niños ni se fijan en eso. No hubo ningún comentario de ‘esto es de nena’. Los chicos la tienen reclara”, acotó.

 

Talleristas de Danza al Frente. Integrantes: Dayana Videla, Ludmila Bernardi, Melisa Burin, Florencia Mondino, Noelia Casella, Ayelén Mufari, Yamila Fortuzzi y Eliana Castagno.

 

“Los prejuicios son todos de los adultos, los niños y niñas ni se fijan en que se trata de danza libre o contemporánea. Nadie dice ‘esto es de nena’. Los chicos la tienen reclara”, sostiene Yamila Fortuzzi

 

Integrantes del Danzamble. Directoras: Gabriela Redondo y Nadia Durruty Brambilla. Intérpretes: María del Mar Ferrero, Noelia Casella, Carla Resquin, Ludmila Bernardi, Dayana Videla, Melisa Burin, Ayelén Mufari, Yamila Fortuzzi.

 

“No representamos el horror, sino cómo nos impactan las historias de las presas políticas. Además, brindamos al final algo más esperanzador”, dice Melisa Burin

Juan Ramón Seia