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“Tuve que usar el fútbol para poder comunicarme”

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“Tuve que usar el fútbol para poder comunicarme”
En familia. Acompañado de su hermano Daniel, Strumia visitó la Redacción para hablar de su vida y el fútbol
En familia. Acompañado de su hermano Daniel, Strumia visitó la Redacción para hablar de su vida y el fútbol

Antes de marcharse nuevamente a Letonia, Leonel Strumia visitó la redacción de EL DIARIO y compartió las experiencias vividas en este año inolvidable para él. Después de lograr un título con su equipo FK Liepaja, que hacía diez años no gritaba campeón, el “chiquitito” que todos miraban en la Liga Villamariense con ojos de que estaba para otro nivel, está cumpliendo el sueño de perfeccionarse cada día más en el deporte que lo acompañó toda su vida.

-¿Como van los días de Strumia en Letonia?

-La verdad es que muy bien, no me puedo quejar de nada. Ha sido un año maravilloso para el equipo y en lo personal me siento muy feliz por eso. No voy a negar que la adaptación se va dando todos los días y que por supuesto cuesta mucho, pero de a poco te acostumbrás. El idioma me limitó bastante al comienzo, no dentro de la cancha sino en la vida diaria. En Letonia se habla el ruso y el letón, entonces era medio difícil en principio distinguirlo (se ríe). Es más, aprendí un par de palabras rusas y letonas y todavía no sé cuál es cuál (se ríe). De todos modos con el traductor las cosas se simplificaban, sino hubiese sido más difícil todavía.

-Si el idioma te condicionó un poco… utilizaste el fútbol como lenguaje para “sobrevivir”?

-Claro. Tuve que utilizar el fútbol para poder comunicarme. No me quedaba otra, era el único camino para poder relacionarme y ganarme el respeto de mis compañeros. El fútbol y la cancha fueron mis armas para poder “entrar” en el grupo. Incluso cuando apenas llegué al club, el técnico no me citó en los dos primeros partidos y como soy yo me quería morir. Así que cuando entré aproveché a full mi oportunidad, jugué bien, y nunca más me sacó. También hay que saber adaptarse a las situaciones del juego, porque por ejemplo en nuestra liga el fútbol es muy rápido y no hay pausas. A mí generalmente me gusta tener la pelota, mirar el juego, detenerme y afortunadamente el técnico me banca en esa.

-Saliste campeón en tu primera experiencia europea…

-Esa es una de las cosas que me motiva a seguir pensado en mi crecimiento. Imaginate que en ese equipo hay jugadores veteranos que nunca pudieron ganar un campeonato y yo llegué y en el primer año ya festejamos. Por ejemplo también está el argentino Cristian Torres (jugó en Newell’s, varios equipos de Italia y ya hace 11 años que juega en Europa), que no había podido salir campeón. Me puso muy feliz haberme ganado un lugar en el equipo por lo que puedo demostrar adentro de la cancha, porque hablando e intentando sacar alguna ventaja en ese sentido, era medio difícil (se ríe).

-¿Qué recuerdo tenés de tu llegada a Letonia?

-Que no podía entrenar por las bajísimas temperaturas. Yo me fui de acá con 35 grados y el invierno en Letonia es terrible. Entrenar con -20 grados es imposible. Por eso al principio no podía cambiar el aire. Después me acostumbré como a todo lo que tuve que adaptarme en una vida completamente distinta.

-¿Pudiste jugar siempre en tu posición habitual?

-Por suerte sí. En principio arranqué como un “5” tapón, y si bien estaba bastante resguardado y a mí me gusta mucho ir para adelante, no tenía mucha opción más que responder a la necesidad del técnico y el equipo. Después con un esquema diferente comenzamos a jugar con doble “5” y ahí sí comencé a jugar con más espacios y libertades, situación en la que me encuentro más cómodo.

-Ha sido un gran cambio en tu vida y se nota que estás muy a gusto… ¿cómo ves lo que viene?

-El cambio ha sido muy bueno, desde todo punto de vista. Si bien uno puede extrañar mucho a su familia, en lo personal yo siempre tomé el fútbol como un trabajo tratando de ser muy responsable en cada club donde jugué y Letonia no es la excepción. Si tomamos en cuenta que el nivel institucional del club, con todas las comodidades, con muchos atributos que hacen que el futbolista se sienta más cómodo y pueda pensar de lleno en la práctica, el cambio también es de la cabeza y comenzar a tomar el fútbol cada día con más profesionalismo. El estar lejos de mi familia me ha hecho más fuerte y pienso seguir de la misma manera, con el objetivo de crecer cada vez más como futbolista.

Hay una realidad que es inevitable: yo tengo que viajar el 4 de enero para comenzar la pretemporada en Turquía pensando en la Pre Champions League, algo impensado para mí. Lo cierto es que te puede tocar el tercero de Inglaterra, que podría ser el Chelsea por ejemplo… y eso no lo podés creer, porque solamente lo habías visto por la tele.

-¿Qué pensás de poder vivir del fútbol o hacer una diferencia económica?

-Jugar en Europa un año no me cambió la vida económica. Si bien he podido ahorrar alguna “platita” para ayudar a mi familia, tampoco tengo eso en la cabeza. Por supuesto que no vas a jugar gratis, más teniendo en cuenta el esfuerzo de vivir a miles de kilómetros de tus seres queridos. Pero lo que sucede es que en el fútbol muchas veces hay que resignar para poder ganarte un lugar y tener posibilidades de crecimiento.

Nunca jugué al fútbol por la plata y menos ahora que disfruto de hacerlo en otro nivel. Cuando jugaba en la Liga Villamariense en Alumni me habían ofrecido jugar en otras ligas hasta por un sueldo cuatro veces superior, pero el que quiere crecer se plantea las cosas de manera diferente, y por eso me quedé en Alumni, para estar en un equipo con mayor jerarquía, sin desmerecer a nadie. Nunca me puse el dinero como meta o prioridad. Afortunadamente puedo disfrutar de hacer lo que toda la vida me gustó hacer, que es jugar al fútbol…

Disfruta su presente. Leonel Strumia dejó en claro su pasión por el fútbol y sus ganas de crecer. Jugó su primera temporada en el fútbol de Letonia y se ilusiona con la Pre Champions. El 4 de enero viaja a Turquía para iniciar el proceso de pretemporada
Disfruta su presente. Strumia dejó en claro su pasión por el fútbol y sus ganas de crecer. Jugó su primera temporada en el fútbol de Letonia y se ilusiona con la Pre Champions. El 4 de enero viaja a Turquía para iniciar el proceso de pretemporada

-¿Qué dice la familia del nene que se fue a vivir a Letonia?

-Mi familia está contenta porque sabe de mi pasión por el fútbol, conoce de que en este deporte son más las malas que las buenas. Pero cuando les digo que me tengo que ir ahí viene la cosa (se ríe). Imaginate que recién hoy yo le dije a mi mamá que me voy para Turquía el 4. Y ella empieza: “Ya te volvés a ir”, “¿seguro tenés ganas de volver?”, me pregunta (se ríe).

-¿Cómo te ves vos?

-Es muy gratificante saber que los periodistas te quieren hacer una nota, que te reconozcan, que en Letonia te pidan fotos o autógrafos, que te den buenos deseos o simplemente que se acuerden de vos. Ni hablar de poder ir a El Porvenir, mi club de baby, para dar una charla a niños de 8 años y que me pregunten si yo jugaba ahí y cómo es jugar en Europa. Eso no tiene precio y es lo más gratificante que puede darte el fútbol.

“Beto” Arce