
El prestigioso abogado constitucionalista y periodista analizó la actualidad del país. Además de criticar al presidente Mauricio Macri, aseguró que “la Justicia es el mayor problema que hoy tiene la Argentina”

Con la destacada presencia del reconocido abogado constitucionalista y periodista Miguel Julio Rodríguez Villafañe, quedó anoche inaugurado el Ciclo de Conferencias Puccara del Bicentenario.
El evento se desarrolló, ante aproximadamente medio centenar de personas, en la Medioteca y tuvo como objetivo el análisis del escenario político en la República Argentina, en perspectiva social, económica y política, por medio de la disertación del mencionado letrado.
Antes del encuentro, Rodríguez Villafañe visitó nuestra Redacción para analizar algunos de los tópicos que luego desarrollaría ante el público.
En materia económica, sostuvo que “veo grave a la economía del país desde que Mauricio Macri es presidente. El planteó que venía a favorecer al país, pero eso no es cierto”.
“Cuando uno observa que se ha liberado de ciertas cargas a sectores que realmente no lo necesitaban, como por ejemplo la quita de impuestos a los autos de alta gama, está viendo que hay un doble mensaje entre lo que se dice y lo que se hace. Nos quieren plantear una realidad que no existe”, fue concreto.
A la vez analizó que “el sector más perjudicado es la clase trabajadora, porque a los demás sectores se los ha compensado de otra forma, por ejemplo con la quita de retenciones en diversos rubros”.
“No creo que, como muchos sostienen, después de mitad de año la situación económica del país vaya a mejorar. Ya conocemos esa frase, estamos viviendo una historia que ya hemos vivido y eso es grave”, criticó.
Pasando al análisis de la realidad comunicacional, señaló que “hay una necesidad de generar sustentabilidad para medios de comunicación locales, porque eso hace a la base de la perseverancia de la libertad de expresión y de las identidades culturales de cada lugar”.
“Eso no es algo menor dentro de un contexto en el que el nuevo Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) número 267 prohíja, particularmente, favoreciendo lógicas de concentración y de monopolio. A través de él se ha sacado el límite de cantidad de licencias que puede tener una empresa en la televisión por cable”, lamentó y añadió que “el Grupo Clarín tiene más del 40% de esas licencias del mercado, cuando la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual ponía como tope el 30%”.
Al respecto aseguró también que “hay que garantizar la información con respeto y lógica federal para todo el país, porque como está estructurado este sistema pareciera que el periodismo local tiene que estar reservado para cosas insignificantes y sin valor, quedando el resto de la información reservada solamente para grandes monopolios y para un grupo de diez o veinte periodistas a los que se les da la palabra para hablar de todo, sin que se pueda transmitir la noticia pensada desde el interior del país”.
“Los medios de comunicación hegemónicos están cumpliendo el rol de maquillar algunas cosas y de encubrir algunas otras que están sucediendo en el país desde la llegada del nuevo Gobierno nacional. Están desarrollando un verdadero blindaje mediático en el cual se manejan cosas superficiales. Esos grandes medios tratan de volver insensible a la sociedad, preocupándola por problemas que no existen y desinformándola con respecto a problemáticas que verdaderamente existen y que tienen que ver con el futuro de la Argentina”, manifestó.
Por último, Rodríguez Villafañe habló de la Justicia y al respecto fue tajante al señalar que “estoy convencido de que es el mayor problema que hoy tiene la Argentina. La máxima discriminación que tiene la democracia es la demora judicial”.
“No pretendo decir que no hay funcionarios judiciales de bien, porque verdaderamente los hay y gracias a ellos el sistema no explota, pero es cierto que un ciudadano común no siente la sensación de que tenga derechos y que los pueda ejercer como corresponde”, dijo para justificar su análisis.
Terminando la entrevista, dijo también que “la demora judicial particularmente se ensaya sobre los más débiles, que son los que no pueden esperar, los trabajadores que tienen que negociar su indemnización a cualquier precio porque tiene que darle de comer a su familia y no puede esperar un juicio de seis u ocho años”.
“Hay un doble mensaje entre lo que se dice y lo que se hace. Nos quieren plantear una realidad que no existe”.