El equipo de Leones es el segundo finalista del Apertura. Le ganó a Unión Central en un dramático partido que se definió en tiempo suplementario, luego de que terminara empatado el tiempo regular tras una remontada épica del local
Un partido de película. Sin ser bien jugado, tuvo emoción, dramatismo y suspenso. Sarmiento de Leones se quedó con la serie de semifinales ante Unión Central y avanzó a la final del Torneo Regional Centro República de Mayores.
El encuentro se definió en tiempo suplementario, donde Sarmiento se llevó un triunfo sufrido, que pareció peligrar en varios pasajes del juego. El 78 a 76 del final le permitió al equipo de la Asociación del Sudeste convertirse en el segundo finalista al ganar la serie por 3 a 2 y será el rival de Ameghino, que días atrás ya había definido su serie por 2 a 0 ante Central Argentino.
Ninguno de los protagonistas del partido -y mucho menos los espectadores que asistieron- pensaron que vivirían un partido repletos de emociones, cambiante y con tanto dramatismo y suspenso.
En el primer cuarto, Unión estuvo acertado en ataque y prolijo en defensa, a tal punto que la visita estuvo seis minutos sin poder convertir, donde el local logró un parcial de 15-5. En un contexto adverso comenzó a surgir el base Agustín Vignolo, figura y goleador del partido. El jugador de Sarmiento fue decisivo para la remontada de su equipo en los minutos siguientes. El 19 a 13 del final del primer segmento prometía una definición con muchas emociones.
En el segundo cuarto, Vignolo fue el conductor de una remontada espectacular. Unión, que padecía la ausencia de Fernández, sufrió con la momentánea salida por varios minutos de Alejandro Cichy (recibió un golpe) y perdió demasiado en la disputa del balón debajo de los tableros. Unión se quedó sin gol y sin rebote durante varios minutos y Sarmiento logró un parcial de 25-9 en esos 10 minutos, con un juego sobrio y efectivo.
La visita empató el partido y pasó adelante en el marcador. Los triples de Batistoni (2), Mancinelli y Vignolo marcaron una buena diferencia en el goleo y los de Leones se fueron al descanso largo con ventaja de 38-28.
En el regreso, el juego bajó en su intensidad y ambos equipos repartieron errores en los lanzamientos. Unión siguió padeciendo errores en la definición y el visitante empezó a crecer en confianza, para lograr un parcial de 19-10 e irse al último descanso, ganando por 57-38.
La diferencia parecía indescontable y la hazaña de remontar el resultado, un sueño imposible. Sarmiento fue bajando la cortina del partido y lentamente Unión fue descontando la diferencia. A falta de 4 m 53 s, Unión se puso a sólo 10 y enseguida el técnico visitante pidió minuto.
Al regreso Bonetto anotó un triple y enseguida Barrientos sumó desde la línea. La visita ganaba 67-61 a falta de 3 m 25 s. Apareció Alfonso Pérez y con un doble puso a 2 la diferencia cuando restaban 50 segundos. Lo que parecía una victoria cómoda para la visita, se había transformado en un montón de miradas “llenas de preguntas”. A falta de un segundo para el cierre, Nicolás Bonetto lanzó para tres y recibió una falta de Pignani. Y con 5 décimas para el final y tenía tres lanzamientos. Erró el primero y acertó en los dos siguientes. Partido empatado en 69 y final del tiempo regular.
El suplementario estuvo cargado de dramatismo. La visita sufría la ausencia de Batistoni y Ferreyra y Unión, la de Barrientos, todos afuera por cinco foules. En los primeros minutos ambos sumaron desde la línea, y dos dobles de Pérez, dejaron el tablero 76-73 para el local.
Faltaba un minuto y apareció Vignolo con el mismo traje de héroe de toda la noche. Dos dobles consecutivos dejaron en ventaja a Sarmiento por 77-76, a falta de 44 segundos.
En la siguiente jugada, Unión no encontró opciones de tiro, sobre los 24 minutos de posesión, Bonetto probó de 3 y falló. En la jugada posterior, Capomassi recibió un foul, anotó uno de los dos lanzamientos y dejó la suerte sellada.
El 78-76 final le dejó el triunfo y la clasificación a Sarmiento y un gustó amargo a Unión Central, que estuvo muy cerca de la hazaña, aunque pagó caro el mal de ausencias y una reacción tardía.
