Faltando pocos minutos de una final reñida, el árbitro Cristian Atorri cobró un polémico penal que convirtió Claudio Díaz y Argentino, con el 1 a 0 sobre San Lorenzo de Las Perdices, ganó su quinta corona en el fútbol local

Escribe: Diego Pellegrini
Fotos: María Victoria Araujo Víctor Álvez

Una vez más el fútbol demuestra que no es sólo un juego de 90 minutos. En este deporte se mezcla una gran cantidad de sentimientos, que florecen en su máxima expresión cuando la pelota se hace protagonista de la tarde. Y ayer, en la segunda final de la Liga Villamariense de Fútbol, en donde Deportivo Argentino se coronó campeón, claramente quedó demostrado.

El triunfo del equipo villamariense por 1 a 0 ante San Lorenzo de Las Perdices encontró un sinnúmero de matices, que terminaron empañando lo que debería haber sido una fiesta total.

Con un arbitraje muy polémico, la definición fue polémica. Con alegrías por parte del equipo villamariense, tras la coronación, y con la bronca del lado visitante, por ese penal dudoso que marcó Cristian Atorri y que terminó inclinando la balanza a favor del “Lobo”.

A este panorama, que finalizó con un desenlace lleno de violencia producto de la injusticia sufrida hacia el “Santo”, se le agregó la tristeza de todo el ámbito futbolero local al conocerse la noticia del fallecimiento de Sebastián “Tito” Mercadal, el histórico planillero del Deportivo Argentino, quien se dio el lujo de hacer la última planilla, la planilla del campeón, y despedirse en el mismo instante de la final. Un capricho del destino.

Pero a la hora del fútbol propiamente dicho, el partido apunta a los 38’ del complemento, cuando Julio Gastaldi remató desde afuera del área, Juan Medina le dio la espalda al disparo y la pelota pegó entre el hombro y la mano, sin intención, claro. Cristian Atorri marcó penal y la situación se desbordó. Entre el reclamo y la violencia de los jugadores de San Lorenzo, llenos de impotencia, y la gran posibilidad de Argentino, que Claudio Díaz no desaprovechó, para convertir el 1 a 0 del campeonato.

Antes, no hubo final. No hubo partido. Lo poco que se jugó fueron intentos del local, tratando de llegar al arco rival como para encontrar la diferencia.

La primera etapa entregó solo una posibilidad de cabeza con Matías Rojas, tras una pelota parada del “Lana” Díaz, pero el balón salió desviado.

Después, nada de nada. Sólo un remate de Pedro Mancilla, muy complicado, que Leonardo Morales sacó con una volada espectacular.

Más adelante existieron algunos intentos de ambos, pero sin profundidad. Por ende, todo quedaba para el complemento, donde iba a llegar la definición.

Deportivo Argentino jugó el segundo tiempo más decidido, en campo contrario, y eso generó un sinfín de tiros libres, que nunca pudo aprovechar. Sólo le dio trabajo a un Sami Suárez que lució seguro.

A esas ganas del local les faltó profundidad y por ese motivo Mauricio Morales se la jugó por Gastaldi, a media hora del final.

San Lorenzo se sintió cómodo esperando al rival, cediendo la pelota para salir de contra. Lo tuvo con Bolatti, pero Franco López lo tomó y el diez perdió la posibilidad, ya que Atorri dijo que no pasó nada.

Además de esa jugada, al visitante le costó mucho patear al arco de Morales en el segundo tiempo. Lo sufrió al partido el goleador Gastón Moyano y el mismísimo Bolatti y quizás al “Santo” le faltó algo de fútbol para ir por más.

En realidad, quien más lo buscó fue el local, con pelotas paradas de Díaz. Un tiro de esquina que casi se mete “olímpico” y un remate de tiro libre, que “reventó” las manos del seguro Sami. Esas dos chances de peligro acercaron al equipo villamariense.

Pero claro. El final tenía guardada una jugada polémica, la que terminó definiendo todo de la manera menos pensada, menos imaginada. Con formas que no gustan a nadie, con formas que lastiman y restan. El destino quiso que las lágrimas cargadas de bronca sean de la familia de San Lorenzo y toda la alegría estalle en el Deportivo Argentino, con el gol del “Lana” Díaz, para gritar campeón.

La figura
Claudio Díaz
Se hizo cargo de un momento caliente, como fue el penal a favor de Deportivo Argentino. El capitán no dudó y la colocó contra el palo izquierdo de Sami Suárez, que nada pudo hacer. El diez manejó constantemente los hilos de su equipo y en la situación más extrema del partido, no erró. Buen trabajo en el visitante de Pedro Mancilla, un león en el mediocampo de San Lorenzo.

El árbitro
Cristian Atorri
Tuvo una tarde difícil. El final fue realmente para el olvido, con 15 minutos que lo marcaron en el partido. El punto cúlmine de la tarde fue el penal que sancionó por mano de Medina, en el remate de Gastaldi, aunque no dio la sensación de que el jugador de San Lorenzo quiso jugar la pelota con la mano. Lo increíble de todo además, es que tras la airada protesta visitante, no hubo ninguna tarjeta. Previo, no observó infracción de López contra Bolatti en el área de enfrente. Y cuando el partido se iba, un claro penal contra Claudio Díaz, que tampoco marcó.