
El entrenador villamariense formará parte del cuerpo técnico del seleccionado argentino femenino Sub-23 que participará del Campeonato Sudamericano en Perú

Martín Ambrosini, el entrenador de los equipos femeninos de vóley de Biblioteca Rivadavia, viajó anoche a la ciudad de Buenos Aires y hoy se sumará al cuerpo técnico del seleccionado argentino Sub-23 femenino que se prepara para jugar el Sudamericano en Perú.
Su apellido forma parte de una dinastía familiar identificada con el vóley de la ciudad y de Rivadavia, en particular. Martín ha jugado el vóleibol desde pequeño, en Rivadavia casi siempre, hasta formar parte del plantel del Villa María Vóley que jugó la Liga A2 que fue subcampeón (logró el ascenso en 2009 al ganar el repechaje frente a Obras de San Juan).
Con 26 años, luego de su paso como jugador, comenzó como director técnico hasta casi seis años, haciendo sus primeros pasos en los equipos femeninos de Luro de Cintra, a la par de Enrique Méndez Paz (“con él aprendí muchísimo”) y desde hace casi cuatro temporadas en Rivadavia.
Martín Ambrosini dialogó con EL DIARIO previo a su viaje y contó que “esta es la última concentración. Arrancó hoy (por ayer), pero pedí sumarme un día después por razones particulares. Esta es la tercera y última concentración del plantel, con vistas al Sudamericano”.
“Esta será mi segunda experiencia en un seleccionado argentino. En 2014 formé parte del cuerpo técnico del equipo Sub-15, que jugó un torneo no oficial en Brasil. El de ahora será oficial y es el Sudamericano, que otorga una plaza para el Mundial de la categoría”, contó el entrenador.
El torneo se jugará en Lima (Perú), entre el 27 y el 31 de julio, y en la primera parte se disputará en dos zonas. La “A” la conforman Brasil, Argentina y Chile; mientras que la “B” la integran Perú, Colombia y Uruguay. Los dos primeros clasifican a semifinales y juegan cruzados primeros contra segundos, para definir los finalistas. Argentina jugará el 27 contra Chile, el 28 tendrá descanso y el 29 enfrentará a Brasil.
Desde 2011, que comenzó como entrenador, su formación ha sido de crecimiento constante y en 2013 formó parte del cuerpo técnico de Rivadavia, que jugó la Liga Argentina Femenina y también en las dos experiencias de Rivadavia en la Liga A2 de varones.
“Llegar a estar en un cuerpo técnico de un seleccionado es algo que uno puede poner como objetivo, pero depende de muchos factores poder lograrlo. Esto que me pasa a mí es fruto del trabajo realizado en Rivadavia. Si uno no está en competencias nacionales, no se puede dar. Me sorprende por lo rápido que se dio, no me lo esperaba. Tengo muchas ganas de disfrutar esta experiencia. El haber estado en la Liga Argentina, en mujeres y varones, te da un conocimiento y un desarrollo que no te lo da otra competencia”, opinó Ambrosini.
Dijo además que “esta será una experiencia para seguir creciendo. Vamos a ir a jugar un torneo donde las ideas y el concepto de juego es diferente y no las tenés en un nivel de competencia de clubes. Con Rivadavia, en cuanto a resultados, nos fue muy bien. El primer año que empezamos clasificamos a la Liga Nacional Femenina, que no se había dado nunca en la ciudad. Por el lado de las inferiores nos fue bien, clasificamos a la Copa Argentina. Hay chicas que han ido creciendo, desde el aporte y el apoyo recibido del colegio y en infraestructura. Ahora hay un solo cuerpo técnico para el vóley y eso ha generado un mayor crecimiento”.
En cuanto a los objetivos planteados con el seleccionado, contó que “la idea es estar peleando los primeros lugares, clasificar en la zona es el primer objetivo. El torneo otorga una plaza al Mundial, que no será fácil conseguirla. El nivel de Perú es muy alto y Brasil también es un equipo fuerte. Hay una segunda posibilidad de clasificación en septiembre, cuando se dispute la Copa Panamericana, en República Dominicana”.
“El plantel tiene varias jugadoras que pasaron en los últimos años con sus clubes por nuestra ciudad, entre ellas algunas de Boca y Estudiantes. Hay varias jóvenes de la categoría Sub-19. Es un equipo que tiene jugadoras con gran proyección, que pueden ser selección mayor dentro de pocos años, como Piccolo, Rodríguez y Fortuna, pero que por edad juegan en Sub-23. Hay otras, como Herrera y Tozzi, que son altas para el vóley nuestro, pero no tanto para el vóley internacional. Van a ser muy importantes para el próximo ciclo olímpico”.
“Estar en el seleccionado, particularmente este año, es de un gran aprendizaje. Una vez que estás adentro del Cenard encontrás a un montón de deportistas que se preparan para los Juegos Olímpicos. A la par nuestra entrena la selección mayor con Uriarte, González, Conte y De Cecco, entre otros; la selección femenina, con jugadoras como Nizetich. Tenemos reuniones con el cuerpo técnico, está lo mejor del vóley, se aprende mucho, porque hay mucho trabajo en equipo, se habla mucho, se entrena bastante, se trata de corregir”, destacó el entrenador villamariense.
Agregó luego: “Tengo un poco de ansiedad. Son cosas que no sabes qué puede pasar hasta que no las vivís. Tengo muchas ganas de llegar y empezar a trabajar, acomodar todo y tratar de que nos vaya lo mejor posible. Como deportista que fui, ahora ligado al deporte desde otro lado, y formando parte de este cuerpo técnico es lo máximo que he vivido. Es importante que para designar se fijen en los entrenadores de esta ciudad, en su momento fueron los jugadores, hoy nos toca a nosotros. Es consecuencia de la forma de trabajo, la identidad que dejó Juan Manuel Cichello, la gente quedó marcada de su forma de trabajar, que se sigue transmitiendo, pero principalmente por contar con un transformador como Fernando Badrán”.
“Quiero agradecer a la gente que siempre está. Al cuerpo técnico, desde Fernando, ‘Lichy’, Juli, René y ‘Titán’, que nos bancamos entre todos. A la familia que siempre está; al colegio, donde trabajo en la parte administrativa y me permitieron poder estar. Estoy muy agradecido a todos”, finalizó.