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Con 19, es el aviador más joven: “Gratifica ver todo desde arriba”

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Con 19, es el aviador más joven: “Gratifica ver todo desde arriba”
Santiago, el más chico de los que están en actividad, contó que durante la capacitación no vivió momentos difíciles. Voló sobre Villa María, pero también hizo vuelos de travesía a distintos puntos de la provincia

Le dijo a EL DIARIO que es una experiencia muy buena estar arriba de un avión y destacó la responsabilidad que conlleva. No trabajará de piloto: sólo se subirá a una aeronave por hobby

Santiago, el más chico de los que están en actividad, contó que durante la capacitación no vivió momentos difíciles. Voló sobre Villa María, pero también hizo vuelos de travesía a distintos puntos de la provincia
Santiago, el más chico de los que están en actividad, contó que durante la capacitación no vivió momentos difíciles. Voló sobre Villa María, pero también hizo vuelos de travesía a distintos puntos de la provincia

Con 19 años, el villamariense Santiago Piazza se convirtió en el piloto más joven en actividad del Aeroclub Villa María al recibirse como aviador privado tras un año de capacitación teórica y práctica a cargo del instructor, Luis Della Rossa, novedad que se conoció a principios de mes.

Ayer le contó a EL DIARIO que desde chico quiso volar. Por eso, en agosto del año pasado comenzó el curso que consistió en más de 40 horas de clases prácticas y teoría.

“Luego de casi un año, rendí. No fue una cuestión de tiempo, sino de horas de vuelo, 40 horas”, especificó el joven piloto.

Aseguró que la instrucción no fue complicada. “Más que algo difícil, esto es cuestión de perseverancia. Y no me daba miedo volar”, dijo, ante preguntas de este cronista.

Adelantó que la idea no es trabajar de piloto, sino subirse a un avión sólo cuando quiera y pueda, “como un hobbie”.

Afirmó que cualquier persona puede realizar la capacitación “porque es accesible desde el punto de vista económico, creo que sólo es cuestión de querer hacerlo y que te guste, no pasa por otro lado”.

Apuntó que durante las horas de práctica no vivió momentos difíciles y consideró que tal vez una limitación para subirse a pilotear una aeronave puede ser la cuestión psicofísica.

Destacó que estar en el aire le genera una “sensación muy linda, que no es fácil de describir”.

“Es gratificante ver todo desde arriba, pero, además, en esos momentos entra en juego la responsabilidad, por lo que es una experiencia muy buena”, ilustró.

Durante la instrucción, contó, no sólo pasearon como pájaros sobre Villa María, sino que también hubo vuelos de travesía a Río Tercero, Marcos Juárez, Arroyito y distintos lugares.