
Como la mayoría de los adolescentes que cursa en la escuela del barrio Las Playas tiene algún tatuaje en el cuerpo, investigaron los motivos, tipos y costos de los mismos y lo volcaron a su revista

Alumnos del Ipetym Rosario Vera Peñaloza analizaron el fenómeno de los tatuajes entre sus pares y lo volcaron en la última edición de “Nosotros”, el medio gráfico que realizan desde Comunicación.
Desde la asignatura “Producción en Lenguajes”, junto a la disciplina “Emprendimientos en Medios”, los estudiantes realizaron un video sobre una práctica común entre los jóvenes. Tomaron imágenes, hablaron de los diseños y recopilaron información sobre la temática.
Consideraron que los tatuajes son “un modo de comunicación”, ya que “pensamientos, obsesiones, recuerdos, afectos y compromisos se graban sobre el cuerpo”.
Precisaron que tiene todo un significado la parte del cuerpo elegida a tal fin: el brazo y el hombro, por ejemplo, indican interés por sentirse útil. Quienes se tatúan la espalda huyen de las responsabilidades y quienes lo hacen en las piernas ponen de manifiesto “una personalidad inquieta”. Hacerlo en el vientre evidencia personas dulces y sensibles.
También estudiaron las formas: “La calavera es la victoria de la vida sobre la muerte, la estrella significa la aceptación del destino, la rosa es símbolo de amor y transmite erotismo y sensualidad”.
El Sol es luz, amor y progreso, y los pájaros, libertad.
En cuanto a los colores, detallaron que el negro resalta la personalidad, el rojo expresa emoción y el verde, sensibilidad. Estos dos últimos son colores favoritos.
“En Villa María hay varios profesionales que se dedican a esta práctica y los precios varían de acuerdo al tamaño y el prestigio del tatuador”, señalaron en el informe. Un diseño pequeño está en 100 pesos y uno grande puede llegar a 2.000 pesos. Una manga de brazo realizada en varias sesiones con varios colores puede sumar unos 10 mil pesos.
“Los jóvenes que están tatuados aconsejan que hay que estar seguro para elegir el diseño y así evitar arrepentimientos”, destacaron en la nota.
Sobre “Nosotros”, las docentes Fabiana León y Silvina Cola (jefa del Departamento de Comunicación) indicaron que el proyecto ya tiene varios años (con alguna interrupción) y pertenece a alumnos de cuarto año de esa escuela.
Tiene una tirada de 400 ejemplares, que se imprimen en EL DIARIO como parte de un acuerdo entre cooperativas (la que edita este matutino y VeraCoop). Sale tres veces al año.
Con notas sobre cuestiones de la escuela y también del barrio, la publicación fue creciendo.
En la última edición hicieron el informe sobre tatuajes. León dijo a este diario que “la mayoría” de los estudiantes se ha realizado alguno, por lo que “evidentemente es algo interesante para ellos”.
Por su lado, Cola valoró que “nunca nos alcanzan las páginas, ya que siempre nos sobra material”, y señaló que “se van sumando los profesores acercando información”.
“Los más involucrados en la elaboración de la revista son 30 chicos de cuarto y 13 de sexto”, precisó.
Las profesoras subrayaron cómo el medio fue ganando aceptación.
“Cuando los chicos salieron a los cursos a repartir sus producciones, vimos que sus compañeros las guardaban en sus carpetas. Al principio tal vez no lo valoraban, pero de a poco la fueron incorporando y le dieron valor, también de la mano de un tratamiento fotográfico más interesante, ya que la edición se fue potenciando”, repasó León.
La profesora, también periodista, dijo que el eje “es potenciar la identidad, la pertenencia y el orgullo” para con el colegio y “tender hacia afuera un puente que revierta prejuicios” que alguna parte de la sociedad tiene hacia esa institución.
Agradecimiento a Seguridad Ciudadana
La vecina Bárbara Trevisan, que reside junto a su familia en bulevar Cárcano al 100, se comunicó con nuestra Redacción para agradecer la actitud y la labor de agentes de Seguridad Ciudadana de la Municipalidad de Villa María.
Contó que uno de sus gatos quedó atrapado en las ramas de un árbol ubicado en la vereda y permaneció toda la noche en las alturas, al no poder descender por sus propios medios.
Contó que pidieron el auxilio de la dependencia comunal, cuyos agentes concurrieron al domicilio y luego de algunas maniobras lograron que el gato regresara a tierra sano y salvo. Trevisan se mostró muy agradecida.