
El dilema surge tras conocerse que los dueños originales del terreno donde se yergue la estructura edilicia, hace 105 años, donaron el sitio específicamente para que se establezca el nosocomio y no otra cosa. La Gendarmería pretende ocupar el lugar con un destacamento

Un detalle legal podría configurarse como impedimento para la concreción de la iniciativa que proyecta la cesión de un sector del edificio del viejo Hospital Pasteur a la Gendarmería Nacional.
La ocupación del espacio que sería utilizado para el funcionamiento de la Unidad de Investigación Judicial dependiente de la fuerza de seguridad de naturaleza militar, sería incompatible con lo dispuesto por los dueños del lugar que fuera donado en 1911.
La incompatibilidad observada tras el análisis de material documental al que tuvo acceso EL DIARIO tiene su principal fundamento en que el terreno sobre el que fue construida la estructura hospitalaria fue donado “con cargo” por el señor Martín Urquijo, para ser exclusivamente la sede del que fuera el centro de salud regional.
Según consta en la escritura original del predio que actualmente se localiza entre las calles Mendoza, Porfirio Seppey, Tucumán y Pasteur, las tierras fueron cedidas “sin que pueda enajenarse, y en caso que se destine a otro fin, revertirá la propiedad a los comparecientes y en su defecto a sus descendientes…”.
Cotejando la documentación, se puede inferir que desde la perspectiva sostenida en la escritura, el lugar era para el Hospital Pasteur y para no otro ente con funciones diferentes o alejadas de acciones relacionadas con el ámbito de la salud pública.
Por su parte, los referentes de Gendarmería explicaron que “se está gestando la cesión por parte del Gobierno de la provincia de Córdoba a la Municipalidad de Villa María” y que esta última haría un convenio de comodato con los gendarmes por el edificio hoy en total desuso.
Lo concreto es que el movimiento burocrático que implicará la elaboración de contratos de cesión (entre el Gobierno provincial y la comuna) y subcesión en comodato (a convenir entre el municipio y la Gendarmería) ya están en plena marcha.
El interrogante que resta dilucidar es si los protagonistas de esta situación conocen acerca de los designios de Urquijo, prolijamente inmortalizados por el escribano Elbio Pérez en el documento público confeccionado hace 104 años.
En la historia
Según se puede leer en el libro “Historia del Hospital Pasteur – Ejemplo de continuidad en los objetivos y esfuerzo comunitario”, escrito por Ester Fernández, “los trámites de la escrituración, comenzados en 1911, bajo la comisión que presidía el doctor Octavio Pantanetti, ocasionaron demoras, ya que hubo necesidad de pedir nuevos poderes al donador que en ese momento residía en España”.
“Recibidos los mismos, el 12 de julio de 1912, se lleva a cabo la escrituración por medio del escribano Pérez que hizo su labor sin cargo alguno”, completa Fernández en su producción literaria.