Más de 10 efectivos de la Unidad Departamental San Martín, que durante el último mes de mayo fueron pasados a pasiva ante la denuncia de haber cobrado servicios adicionales no cumplidos, quedaron rehabilitados para retomar sus funciones.

Se trata de una reinstalación en la estructura activa de la fuerza policial local, toda vez que se cumplieron los tres meses de situación pasiva y, al no mediar avances en la investigación, el reglamento interno contempla el retorno a los servicios.

Los policías en cuestión están acusados del cobro indebido de adicionales, provistos por el denominado Fondo Alfa, destinado al pago de los servicios de custodios que realizan los uniformados en distintas dependencias y espectáculos públicos, entre otros trabajos.

De todas maneras, se informó que, pese al regreso a la actividad, la investigación continuará su curso.

El episodio, que por entonces desató un escándalo en la Policía, comprendió a más de una decena de uniformados que, en algunos casos, llegaron a cobrar hasta siete mil pesos mensuales por tareas que no cumplieron.

Los hechos se sucedieron a través de oficiales que habrían manipulado las planillas de los servicios extras y que, al menos en un primer momento, los máximos funcionarios no denunciaron ante la Justicia. 

Detuvieron a una mujer que amenazó a su madre

Efectivos de la Patrulla Preventiva trasladaron a la sede de la Comisaría de Distrito a una mujer de 27 años en calidad de supuesta autora del delito de amenazas en el que resultó víctima su madre.

El procedimiento se realizó a metros de la esquina de Cafrune y Cortázar, en barrio Parque Norte, donde se registró una pelea entre familiares, y el caso quedó en manos de la Fiscalía de Instrucción del Segundo Turno.