
Pone de relieve la situación social

Escribe: Diego Bengoa
DE NUESTRA REDACCION
Se ven más varones limpiando vidrios de automóviles en esquinas de la ciudad y con la particularidad de que son cada vez más chicos.
EL DIARIO recorrió diversos puntos de la geografía local en los últimos días y vio a un niño de nueve años en la esquina de bulevares Italia y Vélez Sársfield y a otro que dijo tener 14, pero aparentaba de nueve o 10, en Sobral y bulevar Sarmiento.
Los “limpiavidrios” forman parte desde hace mucho tiempo de la vida urbana de esta ciudad. Durante la gestión de Eduardo Accastello hubo etapas en que se ausentaban de las esquinas y luego muchos de ellos contaban que habían sido “corridos” por la Policía.
Este año se dan peculiaridades: a diferencia de otras épocas, el clima frío no los sacó de sus espacios de trabajo al aire libre y entonces está lleno de pibes esperando hacerse de monedas lavando vidrios de vehículos y, por otro lado, se ven chicos de corta edad.
Esto no puede desvincularse de la situación social actual. Si bien claramente en la última década persistió la necesidad de muchas familias en Villa María y por eso nunca desaparecieron los “limpiavidrios”, ahora hay más.
Pocas horas atrás la Universidad Católica Argentina señaló que entre diciembre y abril último la cantidad de pobres en el país aumentó en un 1,4 millón y que más de 400 mil personas se sumaron a la indigencia.
Desde la Municipalidad de Villa María han confirmado que ha crecido significativamente la cantidad de ciudadanos que buscan ayuda social, mientras que también aumentó la demanda en comedores comunitarios de barrios.
Son muchos los referentes sociales que consideran que desde la administración de Martín Gill no se está a la altura de las circunstancias en lo que es el trabajo social que demanda todo este cuadro.

Este diario buscó en los últimos días la palabra de los chicos que se dedican a esta tarea. Hubo algo en común: la primera reacción de la mayoría de los consultados fue decir que necesitan trabajar y que están en la calle porque sus situaciones lo ameritan. Y varios dejaron traslucir su temor de que la publicación de esta nota se traduzca en la Policía sacándolos de sus puntos habituales de labor. Esto parece ser ya moneda corriente en los últimos años: las autoridades parecen interpretar que lo que no es visible no existe. Como si la realidad de estos chicos cambiara con móviles policiales despejando las esquinas.
“Tengo 15… 14 años. No limpio todos los días; a veces. Voy al Centro Nuevas Oportunidades; soy de Los Olmos”, dijo un pequeño abordado por este matutino. Cuando se le preguntó por qué limpiaba, dijo que no puede “entrar a la escuela”. ¿Por qué? “No sé”. Comentó que vive con su madre.
En tanto, un joven de 19 (vivía en La Calera y hoy reside en Los Olmos), contó que hace “bastante” que se dedica a esta tarea, porque “prefiero hacer esto antes de andar robando”. “La Policía molesta bastante, te piden los datos, pero con respeto las cosas cambian”, confió. “Decime la verdad, ¿peor es andar choreando, no? No se gana nada robando”, declaró y ante el interrogante confirmó que no terminó la secundaria.
Cuando se le preguntó si le gustaría tener empleo, respondió que sí. “Sé trabajar en panadería y como albañil. He tenido laburo de albañil, ahora está bravo”, aseguró. Apuntó luego que en la esquina de Italia y Vélez Sársfield y frente al Molino Fénix es “donde más nos dejan plata”.
Por otro lado, en otra esquina muy concurrida, los pibes contaron que hace un mes vivieron situaciones muy duras por el hostigamiento policial.
La pregunta que surge ante sus testimonios es cómo los miembros de los tres poderes desconocen estos cuadros o por qué no hacen nada, ya que el tema nunca está en agenda política.
De acuerdo a nuestros recorridos, se ve esta tarea en Sobral y Sarmiento, Sarmiento y 25 de Mayo, Sarmiento y Alvear, Vélez Sársfield y Sabattini, bulevar Argentino y López y Planes, Italia y Vélez Sársfield, Larrabure frente al Pasteur y Colón frente a barrio Las Acacias. Demasiadas esquinas con chicos en una actividad informal, sin trabajo regularizado y estable, y sin ir a la escuela.
Por los derechos – Abusos
Vecinos de algunas organizaciones sociales, en especial de Vecinos Autoconvocados contra los Abusos Policiales (Vacap) repartieron ayer folletos en la zona céntrica para intentar concientizar -sobre todo a los jóvenes- sobre sus derechos, para cortar con abusos policiales.
Pidieron la anulación- derogación del Código de Convivencia, al que señalaron como “un disfraz del antiguo Código de Faltas (1994) para reprimir y abusar en complicidad con la Justicia y todos los demás poderes del Estado, siempre teniendo como víctimas a los sectores más populares”.
Además demandaron el fin de las torturas en las cárceles y de las detenciones arbitrarias. Y en los folletos dejaron números de teléfonos para quienes se sienten hostigados: 3534099263, 3534794819, 3534769478 y 2920598023.