El bebé de cuatro meses que debe ser operado del corazón pasó las últimas dos semanas internado. Harán una pollada para reunir dinero
La familia de Emir Dirán Cuevas, el bebé de 4 meses al que le diagnosticaron tetralogía de Fallot, que debe ser operado del corazón y cuya historia contó EL DIARIO semanas atrás, organiza una nueva pollada en pos de juntar fondos.
Emir pasó las últimas dos semanas internado en el Hospital Pasteur. Su abuela, María Victoria Puello, destacó que “el 4 de septiembre vamos a hacer otra pollada para juntar el dinero necesario para costear los gastos de internación, medicamentos y tratamientos de Emir”.
El pequeño bebé debió ser hospitalizado porque “tenía mucho moco y de por sí, al estar con muy bajo peso por el problemita en el corazón, le cuesta respirar y se cansa al tomar la leche”.
Cabe recordar que va a ser operado del corazón en Córdoba recién cuando cumpla los seis meses, pero siempre y cuando logre subir de peso. “El tiene que continuar con el proceso de aumentar de peso hasta que se pueda operar, que va a ser a partir de los seis meses, el médico va a empezar a buscar un turno para la operación”, insistió la abuela.
Melisa, la mamá, no puede trabajar porque está sola. “Gracias a Dios le han ofrecido trabajo, pero estas dos semanas que estuvo internado no hubiera podido ir, tiene que estar muy encima del bebé, sería imposible hoy que trabaje, lamentablemente”, contó María Victoria.
Cuando este medio contó la historia de Emir, la familia recibió muchas muestras de solidaridad que le permitieron reunir fondos para atravesar la situación lo mejor posible. Ahora, vuelven a apelar a la solidaridad de los villamarienses.
Melisa Cuevas, la mamá, pidió especialmente agradecer al Hospital Pasteur y sus trabajadores: “A los doctores y enfermeros por curar y cuidar de mi hijo Emir. Fueron excelentes, muy amorosos y tiernos, siempre estuvieron a la expectativa de todas sus reacciones y cómo iba evolucionando. Es algo tan lindo sentir que un grupo de profesionales hagan tanto por la salud de un niño, realmente muy satisfecha de ellos que le regalaron un poquito de vida a mi hijo”.
Además, destacó: “No sólo cuidaron de mi hijo, sino que a mí me atendieron muy bien. El Hospital Pasteur me brindó durante dos semanas desayuno, almuerzo, merienda y cena, entre otras cosas”.
