Este joven convicto nacido en Córdoba, pero domiciliado en Villa María desde hace mucho tiempo, fue hallado culpable de “robo calificado”, “robo simple”, “lesiones leves”, “violación de domicilio reiterada”, “evasión”, “amenazas calificadas” y “amenazas”
Aunque parezca mentira, en menos de cinco años y medio, Carlos Emanuel Almirón (23) fue juzgado y condenado en cinco oportunidades. Sólo que ahora recibió la pena más dura de todas (seis años de prisión de cumplimiento efectivo), por lo que pasará un largo tiempo tras los muros del Establecimiento Penitenciario Nº 5.
Durante su quinta incursión por la sala de audiencias de la Cámara del Crimen de Villa María, este joven presidiario cordobés -conocido en el ambiente policial como “Cara e’ choro”- fue declarado autor responsable de “robo calificado”, “robo simple”, “lesiones leves”, “violación de domicilio reiterada”, “evasión”, “amenazas calificadas” y “amenazas”, una seguidilla de delitos que cometió entre junio y diciembre pasados en esta ciudad.
Acorralado por las pruebas en su contra, Almirón no tuvo otra alternativa que la de confesar que había cometido todos esos hechos, lo que posibilitó que el juicio oral y público se realizara bajo la modalidad de trámite abreviado.
Sin embargo, al momento de formular sus alegatos, el fiscal Francisco Márquez y la asesora letrada Silvina Muñoz difirieron en cuanto al monto de la pena requerida: el acusador público pidió siete años de prisión, mientras que la defensora oficial seis años.
En su sentencia, el juez Félix Martínez terminó aplicando la condena solicitada por la Defensa.
Carlos Almirón nació en la ciudad de Córdoba el 25 de diciembre de 1993, pero desde hace varios años registra domicilio en barrio Los Olmos de Villa María.
Condenas anteriores
El “Cara e’ choro” Almirón recibió su primera condena el 29 de octubre de 2012 (tenía 18 años), cuando se le aplicó una sanción de dos años de prisión en suspenso por hechos de “robo reiterado”, “hurto en grado de tentativa”, “robo en grado de tentativa”, “amenazas reiteradas”, “lesiones leves”, “encubrimiento”, “violación de domicilio” y “daño”, todos cometidos en Villa María durante ese mismo año.
Por tratarse de un convicto primario, recibió una pena de ejecución condicional que lo dejó “en capilla” ante una eventual reincidencia delictiva. Pero poco tiempo después el “Cara e’ choro” volvió a las andadas y aquella condena en suspenso se transformó en una sanción de cumplimiento efectivo en un segundo proceso oral y público sustanciado el 25 de septiembre de 2013.
El joven recuperó la libertad en forma condicional, por lo que quedó “debiendo” un año y cuatro meses.
Sin embargo, apenas dos días después de dejar la cárcel (mediados de diciembre de 2013), mantuvo una violenta discusión con su pareja, que lo llevó por tercera vez al penal de barrio Belgrano.
Se inició así una nueva causa en su contra, por la que el 20 de agosto de 2014 fue juzgado y condenado a un mes de prisión de cumplimiento efectivo tras ser declarado autor responsable de “amenazas reiteradas” y “desobediencia a la autoridad”. Como estaba debiendo parte de la sanción anterior, se unificaron las dos sentencias y pudo recuperar la libertad recién en abril de 2015.
Sólo dos meses más tarde, a mediados de junio de ese mismo año, el joven delincuente intentó robar en una vivienda de barrio Ameghino luego de patear una puerta. Como no logró su cometido, minutos después entró a otra casa y se llevó un alhajero y un crucifijo de acero, pero fue detenido casi de inmediato.
Producto de esos dos ilícitos, Almirón volvió a sentarse en el banquillo de los acusados de la Cámara del Crimen local el 17 de septiembre de 2015. Y en otro juicio abreviado, se le impuso una condena de un año de prisión efectiva tras ser declarado culpable de “robo simple” y “robo en grado de tentativa”.
Como se trataba de un convicto reincidente, tuvo que cumplir íntegramente la pena, por lo que recuperó la libertad en junio de 2016, estado que logró conservar hasta mediados de diciembre, cuando lo detuvieron por enésima vez.
Ahora, el tristemente célebre “Cara e’ choro” deberá completar la pena impuesta en la víspera (seis años) y sólo con buena conducta y una pericia psicológica favorable podrá acceder al beneficio de la “libertad asistida”, que permite salir de la cárcel seis meses antes del cumplimiento total de la pena.
De ese modo, Almirón podría dejar el Establecimiento Penitenciario Nº 5 recién a mediados de junio de 2022.