
Vino de afuera y se quedó para siempre. Ahí, donde quedan aquellos que pasan dejando huellas: en el corazón.

Llegó de manera silenciosa, pituca y de impecable guardapolvo blanco. Por dentro yacía una mujer de espíritu inquieto y de enorme bondad. Arribó con los soles de febrero del 96 y con un portafolios cargado de proyectos, de ilusiones. La esperaba la Dirección de la escuelita Joaquín Víctor González.
Marcó un sendero y se adelantó a los tiempos que corrían: impulsó el proyecto de crear una radio de Frecuencia Modulada (FM), el primer medio de comunicación de la población.
Motivada siempre por el bienestar y desarrollo de sus alumnos, le puso amor y pasión a la redacción de la idea que luego encontraria encontraría el aval en el municipio local.
Por aquellos años, la cooperadora escolar encabezada por Angel Almada brindó un fuerte apoyo y meses después, tras arduas y largas horas de trabajo, las voces de los niños se elevaron a los aires por la FM Sol 90.5.
El curso de la historia la colocó donde correspondía y fue reconocida por todos aquellos que descubrieron su cultura del trabajo, la enseñanza y la solidaridad.
En 2001 le llegó una angustiante noticia: debía acogerse al sistema previsional. Para las autoridades su tarea estaba cumplida. Y se fue como llegó, de manera silenciosa, pituca y con su impecable guardapolvo blanco.
Volvió años después para una audición que conduje y pude constatar que ese lugar que ella había dado a luz era parte de su vida. Luego supe visitarla en algunas oportunidades en su hogar, su emoción al conocer de Luca era inocultable. Se reflejaba en su profunda y sencilla mirada.
Ayer (por el jueves), Neda Rosa Chiabo, la de tacos pronunciados y de estirpe elegante, viajó a una mejor vida. En absoluta paz y acompañada por sus seres queridos. Vaya el recuerdo con estas líneas al cielo, allí hasta donde llegaban las voces de los niños, tus alumnos, “señorita Neda”…
Augusto Arietti, periodista, exalumno y participante de esa radio FM Sol