En Villa María circularon alertas lanzadas por ciudadanos comunes sobre personas sospechosas que intentaban acercar niños a autos estacionados en proximidades de establecimientos educativos. EL DIARIO consultó el tema en la Departamental de Policía

A nuestra Redacción llegó una denuncia de una mamá asustada y el audio de un papá en donde daban cuenta de situaciones vividas por sus hijos. En ambos casos, “desde un auto negro” se les ofrecían a los niños “caramelos” o “libros de cuentos” y la posibilidad de acercarlos al colegio o a su casa.

Al coincidir las situaciones con otras que se estaban viralizando en las redes sociales, pero situadas en Buenos Aires, EL DIARIO quiso saber ayer en sede policial de casos verdaderamente registrados en esta ciudad. “Ninguno”, expresó un portavoz de la Unidad Departamental General San Martín con sede en General Paz 317.

“Estamos al tanto de esta suerte de psicosis, tenemos algunos audios, entre ellos el de un remisero, pero no se sabe ni quién es el trabajador del volante ni en qué ciudad transcurre la escena que relata. Lo que nosotros pedimos es que se comuniquen al 101, antes de enviar mensajes a grupos de WhatsApp o a las redes sociales, porque la multiplicidad dificulta mucho, hay que llamar al 101, ya que, por las dimensiones de Villa María y el sistema de patrullaje, ningún móvil puede tardar mucho más de cinco minutos en llegar a cualquier punto de la ciudad”, recomendó el vocero de la fuerza.

Dijo, además, que “es muy difícil que con el tránsito que hay en cercanías de las escuelas, con la gran cantidad de papás y mamás que van y vienen cerca de los establecimientos en horarios de entrada y salida, alguien se vaya a arriesgar a realizar semejantes cosas”.

“Por otra parte, están los agentes municipales que trabajan en el Operativo Blanco, pero -agregó- si alguien ve algo raro, debe comunicarse inmediatamente al 101; es lo mejor que se puede hacer.

En el curso de la semana, la directora de un colegio escribió sobre una situación confusa en su cuenta de Facebook, pero luego borró el comentario.

Otro establecimiento, tal vez inducido por los comentarios circulantes, ya no deja que los niños esperen a sus padres o abuelos en la vereda. Los responsables deben retirarlos ahora del patio del colegio.

Más allá de todo lo narrado, la principal recomendación es llamar al Comando de Acción Preventiva (CAP), el viejo Comando Radioléctrico.