Inicio Policiales Atienza investiga si se aprovecharon de anciana en la compra de una casa

Atienza investiga si se aprovecharon de anciana en la compra de una casa

0
Atienza investiga si se aprovecharon de anciana en la compra de una casa

El fiscal investiga la venta de una propiedad por la que imputó a un odontólogo de la ciudad y citó al abogado de la vendedora y al escribano de la operación comercial, ayer, quien quiso evadir a los periodistas que se habían apostado en los pasillos para abordarlo

El escribano asistió a la Fiscalía como testigo y apuntó al abogado querellante
El escribano asistió a la Fiscalía como testigo y apuntó al abogado querellante

El titular de la Fiscalía de 2º Turno, Gustavo Atienza, citó a declarar ayer al escribano Sergio Lozita, profesional que actuó en la comercialización de una propiedad que se vendió a valor irrisorio y por el que se presume alguien se aprovechó de las condiciones de salud o quizás de la edad de su dueña.

De esta manera, Atienza investiga el probable delito de “circunvención de incapaces”, según la carátula del caso, o lo que significa “la inducción o aprovechamiento de alguien que no comprende el acto en su totalidad”.

Bertoldi respondió a dichos de Lozita
Bertoldi respondió a dichos de Lozita

Por esta causa, el fiscal imputó al odontólogo Marcelo Camilo Zernotti, quien aparece como titular de una empresa, CIAR SRL, que compró el inmueble ubicado en calle José Ingenieros 543 de la ciudad de Villa María (barrio Centro). Es una vivienda que pertenecía a Lilia Marsili de Rigazio, quien falleció el año pasado (2015), pero que firmó el 23 de marzo de 2010 la documentación en el estudio notarial de Lozita.

Ayer, el reconocido escribano llegó al primer piso del edificio de Tribunales, citado por pedido de la defensa de Zernotti, a cargo de los abogados Rubén Osés (quien lo acompañó) y Antonio Alarcos (también presente).

El letrado y el notario intentaron evitar a los periodistas y fotógrafos. En ese marco, en el que trató de intervenir además el fiscal Atienza, aparentemente para atenuar la exposición del convocado, Lozita resignó con pesar el primer intento, volvió sobre sus pasos y dialogó con los comunicadores.

“Mi participación en esta causa es como testigo y allí terminó. La escritura de venta es inobjetable”, dijo el escribano a la requisitoria periodística. Apuntó que el caso “es una disputa familiar por un bien que se ha quedado uno de los hijos en detrimento del otro”. Además, marcó que a la hora de la transacción, la vendedora “fue acompañada de su hija (María Elva Rigazio) y su abogado (Leandro Fiol, quien declaró la semana pasada, también como testigo)”. “Esa es la triste realidad”, añadió. También indicó que “preocupa que se utilicen los medios para ejercer presión, esto lo digo no ya como profesional, sino como ciudadano, por la trascendencia que se le da al caso. Se ejerce presión sobre personas inocentes”. “Dicen que hay una lista de damnificados, que me gustaría el abogado (que patrocina al denunciante) haga conocer… Hay presión porque prescribieron los plazos para una acción civil y para lograr objetivos utilizan otros medios”, lanzó el notario. Resumió que “la señora (Lilia Marsili de Rigazio), en plena salud, transfirió a favor de una sociedad (una SRL) una propiedad. Esa escritura de cesión es inobjetable”.

Admitió una anterior transferencia de propiedad, de la misma mujer Lilia a su hija Elva Rigazio (del Valle de Calamuchita), y desde la empresa CIAR a la hija de la mujer. Dijo que “es una cesión onerosa de acciones, son actos jurídicos absolutamente comunes. Lo mismo que la venta de una propiedad a una SRL. Hablar de que una persona que tiene más de 80 años, no tiene sentido… Acá el abogado del demandante ha dicho que la señora es incapaz, cuando no lo ha podido demostrar, es una barbaridad”, se quejó.

Por último, dijo: “Bajo mi juicio, Zernotti nunca debería haber estado imputado”.

 

Recogió el guante

Tras los pasos de Lozita, se retiró de la Fiscalía el abogado José Luis Bertoldi, representante del demandante (denunciante) José María Rigazio, hijo de Lilia y hermano de Elva, quien habría participado de la venta.

Acusado por Lozita en sus declaraciones a la prensa, el letrado recogió el guante. “Advierto que el señor escribano me atribuye ser autor de una operación mediática y una serie de falsedades, como ha decidido ponerme en el centro de la escena, admito el reto y le respondo: como el escribano no ha sido parte, ni es parte en distintos procesos vinculados a este asunto, ni ha sido siquiera mencionado en la denuncia, a no ser para que se le pida una copia de la escritura, no me explico cuál es la razón por la que conoce tanto sobre los mismos. Salvo que tenga capacidades paranormales, sea psiconauta, que le permitan adivinar no sólo el contenido de las causas, sino también lo que hoy estaría pensando el fiscal con relación a la resolución que deberá adoptar. Como descarto que tenga esas facultades, la otra sería que el fiscal hubiera adelantado opinión y el escribano lo estaría haciendo quedar muy mal. Y en caso de ser cierto, sería trágico, cosa que también descarto porque creo que el doctor Atienza es una persona íntegra, con lo cual el señor escribano se ha revelado como un adivinador, o por lo menos un imprudente”, expresó Bertoldi ante la consulta de un cronista de EL DIARIO.

En el mismo sentido, afirmó que “es la primera vez que escucho que un testigo, que además ha intervenido como escribano en el caso concreto, sale a defender con tanto ahínco al sospechoso, actitud que es comprensible si fuese defensor, pero no testigo. Máxime cuando por su profesión e intervención debiera mantener una postura prescindible. El resto no merece respuesta y se resolverá por constancia de los expedientes”.

Por otra parte, respondió que “hay, sospechamos, una incapacidad de la señora (a la hora de la firma de la transacción). Ni siquiera es necesario una declaración, porque basta la inferioridad de condiciones (de una de las partes en el acto)”.

Sostuvo que “algunas respuestas (de Lozita) son una barbaridad” y concluyó: “No sé cuál será el resultado del pleito, tampoco adelantó nada el fiscal ni dio indicios, pero mi obligación como abogado, por encomienda de mi cliente, es que trabaje para que esta causa sea llevada a juicio y que en esta como en otras logre la nulidad de una venta, demostrando, de ser necesario, la participación de otras personas como cómplices, y que todo este procedimiento no se podría haber realizado sin una arquitectura profesional”.