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«Aunque fue emotivo el homenaje, sentimos que el trato fue muy frío»

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«Aunque fue emotivo el homenaje, sentimos que el trato fue muy frío»
Oscar Airaldi (sentado), Sandra Bailone, María del Carmen Cena, Viviana Suárez (sentada), Ana María Cabrera y Alicia Solé

Voces sobre lo sucedido el pasado sábado 4, durante la 50ª edición del Festival de Peñas

Oscar Airaldi (sentado), Sandra Bailone, María del Carmen Cena, Viviana Suárez (sentada), Ana María Cabrera y Alicia Solé

Los martes por la noche, María del Carmen Cena, una de las primeras bailarinas locales en subirse al Festival de Peñas en su noche inaugural de enero de 1968, brinda clases de folclore a quien quiera acercarse al centro vecinal de barrio General Paz.

Hace un par de años regresó de su extensa estadía en Estados Unidos para regresar a sus pagos.

En el último encuentro, varios de sus compañeros históricos, de las primeras camadas de la Agrupación Folklórica Villa María se reunieron especialmente para recibir a EL DIARIO. En tal ocasión, quisieron aclarar algunos datos que fueron publicados en referencia a la conformación de la legendaria entidad y también opinar sobre el homenaje desarrollado en la 50ª edición del Festival de Festivales, cuando un grueso de representantes de las cinco décadas de la Agrupación volvieron a pisar el Hernán Figueroa Reyes.

 

El origen

“Todo surgió por un puñado de hombres que se aventuró lo que hoy es el grandioso Anfiteatro. Gente a la cual le decían que estaban locos para hacer una cosa como esas. Y el ballet que actúa en el primer festival, que toma el nombre de Agrupación Folklórica Villa María, lo forman las tres academias del momento: la de Rino Bianchi (de El Lazo), la de Andrés Chazarreta con la señora (Luisa Lotto) de Rocchi y la Escuela Argentina de Declamación y Danza bajo mi dirección que funcionaba en el Club Sparta”, recuerda María del Carmen.

“No es como se dijo que estaba la academia de Gloria López Díaz”, acotó. N. de la R.: Zulma Altamirano, otra bailarina histórica, había mencionado ese dato en el suplemento recordatorio del Festival el pasado jueves 2 de febrero.

“Cuando se lo nombró director a Rino nadie dijo nada porque todos lo queríamos mucho pero él se fue a los tres años a Córdoba y prácticamente quedé a cargo del ballet, ya que Rocchi no tenía prácticamente alumnos y mi escuela nutría a la Agrupación, más otros bailarines que se sumaban. Por 40 años se mantuvo así y nunca cobramos un peso por ello”, recordó.

 

“Sentimos como un vacío”

Respecto a la noche celebratoria de los 50 años de la Agrupación, enmarcada en la velada histórica del último Festival acontecida el pasado sábado 4, los presentes marcaron diversos sentimientos percibidos en el momento.

Aunque reconocieron el alto contenido emotivo del acto también señalaron que fue un trato “muy frío”.

Viviana Suárez, hija del recordado Tito Suárez, indicó: “Fue como llenar el bache de la publicidad. Los que bailaron se tuvieron que cambiar en la carpa de la peña entre las empanadas y el locro e ir cambiados así hasta el Anfi. No tenían ni lugar para cambiarse”.

Sandra Bailone (a la sazón, exconcejala de Villa Nueva), indicó: “Ha sido desmedido y grandioso del evento pero nunca se debe perder la sensibilidad, calidez y parte humana que sí tuvieron pioneros como Tito Suárez”.

Cena, en tanto, precisó: “Para mí fue emocionante aunque se notaba que querían que fuese algo muy rápido. Además no nos dieron mucho espacio de pista que digamos”.

Alicia Solé y Ana María Cabrera coincidieron que “no nos dieron tiempo en darle un ramo de flores a María del Carmen, quien se lo merecía. Se lo tuvimos que dar debajo del escenario”.

Por último, Oscar Airaldi remarcó que “por cumplirse 50 ediciones tendría que haberse realizado una noche exclusiva de folclore porque el Festival nace en una peña”.

 

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