Compareció ayer, ante el fiscal de Instrucción René Bosio, el joven Leonel Sandoval, quien podría ser imputado como autor de “homicidio, en grado de tentativa, agravado por el uso de arma de fuego”.

Bosio informó ante la consulta de EL DIARIO que “Sandoval se abstuvo de declarar”, en el marco de la investigación en torno a la violenta agresión de la que fue víctima el “trapito” Maximiliano Mercado, de 24 años.

El funcionario judicial apuntó que, en esta nueva instancia, se trata de averiguar cuáles fueron los móviles del ataque a balazos, aunque por las pruebas reunidas todo parece indicar que se trata de pleitos relacionados con la droga, aunque no descartó que hayan existido otras cuestiones.

De todas maneras, la gravedad del caso se ciñe a que existió “un mandato para terminar con la vida de una persona”, en referencia al “trapito” Mercado

Involucrados en esta grave situación se encuentran, a su vez, otros dos individuos: por un lado, Brian Cáceres, de 20 años, quien podría ser imputado como partícipe necesario, mientras que otra persona, identificada como Darío Leoy Ruiz, apodado “El Chilenito”, de 36 años, sería la sindicada como el sujeto que encargó el atentado contra la vida de Mercado.

También ayer se conoció a los que serán los abogados defensores y, en tal sentido, Bosio apuntó que Marcelo Martín Silvano asistirá jurídicamente a Darío Ruiz, mientras que la asesoría letrada de Tribunales hará lo propio con Cáceres.

El fiscal contará, luego, con un plazo de 10 días para resolver si los ahora detenidos continuarán en esa situación o si, en cambio, ellos (o alguno de ellos) podrán recobrar la libertad.

El hecho

El violento episodio ocurrió el 9 de febrero del corriente año, mientras se desarrollaba el show de Ricky Martín en el Anfiteatro municipal y Mercado cuidaba coches estacionados en calles aledañas al mencionado coliseo.

De pronto irrumpieron dos sujetos, uno al comando de una moto (sería Cáceres) y un acompañante (¿Sandoval?) que abrió fuego contra el “trapito” que fue impactado por seis disparos.

Las severas heridas causadas por los balazos, pese a que no mataron a Mercado, lo dejaron postrado en una silla de ruedas.