Desde los propios funcionarios judiciales hasta el vicario de la Diócesis, se criticó la lejanía de la Justicia para con la gente. Con la dependencia se buscará garantizar el acceso a la misma

Asegurando que se buscará garantizar el acceso a la Justicia, ayer se firmó un convenio con el Ministerio Público Fiscal de la Nación para la apertura de una Agencia Territorial de Acceso a la Justicia, conocida bajo la denominación de ATAJO, en el Centro Misionero del barrio Felipe Botta.

En la misma, según lo que se explicó, se evacuarán consultas, se brindará acceso a la información judicial, se facilitará la resolución alternativa de conflictos y se asesorará legalmente sobre la necesidad de realizar denuncias. También anticiparon que se desarrollarán mecanismos de prevención de delitos y se generarán acciones de promoción de derechos para fortalecer los vínculos comunitarios.

En dicha agencia, abogados, psicólogos, trabajadores sociales y personal auxiliar recibirán las consultas de los vecinos sobre diferentes causas. Y se derivarán los casos de manera “responsable”. Además, no sólo se recibirán consultas individuales sino también problemáticas colectivas.

Del acuerdo participan la Municipalidad, la Coordinación General de Fiscales de la Provincia, la Parroquia Nuestra Señora de Lourdes y la Universidad Nacional local.

En representación del Ministerio Público Fiscal, Julián Axat indicó ayer en el acto que se efectuó en el municipio, que ATAJO es un programa creado hace tres años para facilitar el acceso a la Justicia a los sectores más vulnerables y que en ese marco se abrieron oficinas en doce villas de emergencia de la ciudad de Buenos Aires, para luego pasar a otras provincias.

En la ciudad de Córdoba, por ejemplo, funciona desde hace ocho meses una delegación en barrio Müller, en coordinación con la labor que allí realiza el cura Mariano Oberlín. Y la de barrio Botta de Villa María será la primera oficina en el interior provincial.

Axat habló de la labor de los curas que trabajan en las villas y dijo que la idea fue fortalecerlos. Aseguró que se harán dos o tres atenciones puntuales durante la semana, haciendo denuncias de la órbita federal o derivando a la Justicia provincial. Abarcando lo vinculado a derechos de la mujer, violencia de género, trata de personas, violencia institucional, narcotráfico o ciberdelito.

“Si hay algo que demuestra que el Estado de Derecho está en falta, es que no llega a los más vulnerables”, admitió el funcionario, y advirtió que cuando el Estado no está presente, “hacen su aparición los paraestados, que viven de los más vulnerables, bajo distintas amenazas y a veces con consecuencias letales”

“Experiencias como las de ATAJO tratan de comprometer a la Justicia con las personas que habitan en los barrios más vulnerables. Creemos que la justicia debe estar cerca del pueblo, de la gente, tenemos pendiente esa deuda”, remarcó el funcionario nacional.

Incluso, dijo que el Poder Judicial “es uno de los poderes que tiene mayor deuda con los sectores vulnerables, por tradición, por distancia o herencia”.

“El sistema penal funciona muy mal”. (Fiscal Enrique Senestrari)

Por su lado, el fiscal Enrique Senestrari apuntó que con esto se “viene a evitar que tengamos que caer en el sistema penal”. Contó que en 33 años de carrera, vio repetir los nombres de las personas con problemas que volvían a caer en las mismas cuestiones hasta terminar siendo acusados penalmente. “El sistema penal es lo último de lo último, además funciona muy mal”, admitió.

También habló el vicario de la Diócesis, Alberto Bustamante, quien resaltó que se ha vivido en Argentina un “proceso de destitución simbólica de las instituciones”, que quedaron vaciadas de contenido. “Una de las experiencias humanas más dramáticas es la de estar a la intemperie. Las instituciones tienen como misión tener mirada y tener palabra. La palabra parroquia significa eso, es casa entre la gente. Tendríamos que ser un rostro que da palabra y mirada. En la intemperie nada crece”, declaró. Señaló que en el país las instituciones “no le significan a la gente lo que tiene que ser”. Y recalcó que el funcionario instituye o destituye, así como el cura en una parroquia.