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Con éxito, villamariense fue intervenida en el Allende para paliar el Parkinson

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Con éxito, villamariense fue intervenida en el Allende para paliar el Parkinson
La intervención demandó muchas horas y la paciente permaneció despierta gran parte del tiempo

Fue una operación novedosa con la que se buscará dar un salto importante en su calidad de vida. Su esposo dijo que todo fue cubierto integralmente por el PAMI

La intervención demandó muchas horas y la paciente permaneció despierta gran parte del tiempo

Una mujer villamariense de 66 años fue intervenida quirúrgicamente para paliar los efectos del Mal de Parkinson y mañana comenzará a funcionar el neuroestimulador que, se presupone, le provocará un fuerte salto positivo en su calidad de vida.

La señora fue operada en el Sanatorio Allende de la capital cordobesa, por un equipo profesional encabezado por el médico Enrique Herrera. Todo fue costeado totalmente por el PAMI, consiguiendo así la cobertura de una intervención que con el pre y posoperatorio alcanza el 1,3 millón de pesos.

Todos estos datos fueron brindados por su esposo al ser entrevistado en su firma comercial por EL DIARIO. Se prefirió no revelar la identidad de la paciente públicamente en resguardo de su privacidad.

Agradecido y emocionado, su marido recalcó que se trata de “un adelanto tremendo de la ciencia, una de las operaciones más revolucionarias que hay para tratar el Parkinson”.

Contó que su compañera hace 17 años que presenta la enfermedad, la cual “avanzó en forma paulatina”, tal es así que “su costado derecho no tiene más dopamina, que según me explicaron es como un lubricante del centro nervioso central”.

“Al faltar ese lubricante se suplanta con pastillas que no son la dopamina natural, y que ayudan a elaborar lebodopa de mala calidad, porque no es la que segrega el cuerpo humano, entonces el paciente va requiriendo cada vez más medicamento para quitar el temblor”, contextualizó.

El entrevistado apuntó que su esposa y madre de sus hijos llevó hasta ahora una “vida bastante mala, no se puede presentar en sociedad, le causa problemas y es doloroso porque los nervios se empiezan a disecar y a contraer y producen una rigidez”, a lo que suma un problema medicamentoso.

Por eso es que se da su expectativa, esperanza y agradecimiento en torno a la operación que ya se concretó el 15 de septiembre pasado y que comenzará a dar sus signos desde mañana.

En este sentido, ponderó a la neuróloga a cargo del Instituto Neurociencias de Córdoba, Alejandra Basile, “una excelente profesional que después de tantos estudios llegó a la conclusión de que había que practicarle a mi esposa una cirugía y aplicar un microprocesador de Parkinson de introducción profunda”. “Son electrodos que van en la cabeza, en ambos costados, en donde van a activar las partes que el médico crea conveniente”, precisó.

Repasó que Basile los derivó al médico Enrique Herrera, “un profesional espectacular que ha hecho más de 50 operaciones de este tipo con total éxito”, y quien está a cargo de un equipo del Sanatorio Allende.

Ella ya “está implantada, lista para conectar, algo que se hace una vez que se produce la desinflamación de toda la parte craneana”.

Describió que su compañera vivió muchas horas de intervención médica: nueve horas en las que estuvo despierta porque debió colaborar con los profesionales y otras casi cuatro horas para el cableado por medio de catéteres y la colocación de un software, que “es como un marcapaso”.

“Mi mujer fue extraordinaria porque, según el médico, con su colaboración lograron adelantar casi una hora la operación”, subrayó.

Ahora ella “tiene instalado al lado del pecho el microprocesador, que es un software que actúa”.

“El estimulador profundo que va adentro del cerebro manda al centro nervioso puntos eléctricos para sacarle su rigidez en un porcentaje del 30% al 50%, a su vez el software que tiene en el pecho copia los temblores y envía al cerebro una orden contraria, entonces el cerebro queda como descolocado y detiene sus movimientos anormales”, especificó.

Aunque todo se visibilizará desde mañana, el hombre recalcó que “pudimos comprobar el resultado del aparato porque al insertar los electrodos en la parte que va a ser tratada tuvimos respuesta de temblor cero, fuerza en las manos y bastante habilidad en las manos, y esto solo porque está puesto, no está prendido el aparato pero como ha llegado a la zona que van a estimular, la misma inflamación produce ese fenómeno”.

Ante la pregunta de este cronista, señaló que “el salto de calidad de vida será muy bueno porque la insertará nuevamente en cuestiones sociales”, advirtiendo que este mal conlleva también una depresión por los trastornos que genera, que impiden o dificultan la socialización.

El software que se le ha colocado “tiene una duración útil de nueve años, está programado por Medtronic (firma que envió a un ingeniero electrónico que integró el equipo de operación) y están trabajando para tratar de cambiarlo a los nueve años por medio de una máquina sin operar, restableciéndolo para que preste otros tantos años más de utilidad”.

Desde mañana “trabajaremos con un aparato que se carga, y que luego se pone al paciente cada cinco días con una correa especial, el que por medio de ondas carga el software en cuatro horas, algo que se puede hacer mientras la persona realiza tareas domésticas, duerme o hasta viaja, porque es sencillo, no es tan traumático y lo puede hacer en cualquier lugar”.

La señora solo tendrá que cargar el dispositivo. “El aparato es regulable, según el peso y los síntomas le da más o menos impulso”, apuntó.

Aclaró que lo logrado mediante esta intervención “no remplaza a la medicación, la que en algunos casos se puede disminuir y en otros no, su enfermedad continúa, pero cambiará sustancialmente su vida y sus síntomas”.

El entrevistado agradeció al PAMI, que “dispuso el mejor equipo, con los mejores profesionales, de hecho el Sanatorio Allende no trabaja con esta obra social, pero como fue un caso especial fue derivada allí”. Añadió que “la gente del PAMI Villa María se ha portado muy bien y he sido también muy bien recibido en PAMI Córdoba, en especial por la doctora García”.

“Esto ha sido para nosotros una ayuda muy grande y que nos brinda mucha esperanza. Creo que es un gran avance en la ciencia y Dios quiera se puedan lograr otros estimuladores”, concluyó.

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