Su llegada al hogar lo cambia todo, automáticamente nos volvemos más humanos y empáticos con ese nuevo compañero. Las mascotas nos enseñan muchas cosas. Pero… ¿sabemos cuáles son las responsabilidades que conlleva adoptar o comprar una mascota?

Cuidar su alimentación, llevarla al veterinario y colocarle todas las vacunas correspondientes o enseñarle a sociabilizar son algunas de las cosas que hay que tener en cuenta cuando decidimos que un cachorro ingrese a nuestras vidas.

Al veterinario

Durante las semanas 8 y la 16 de vida nuestro cachorro necesita visitar dos veces al mes al veterinario. En este momento es fundamental tener un control estricto de su evolución y crecimiento. Así también la vacunación correspondiente.

Cabe destacar que en casa debemos llevar un control de pulgas, garrapatas y parásitos.

Alimentación

Sin importar su tamaño, hasta los 4 meses necesitan entre cuatro y cinco comidas por día, siempre de un alimento adecuado para su edad. En todo momento deben tener agua fresca y limpia para beber todo lo que necesiten.

Luego se baja a tres veces por día hasta sus 6 meses, que por continuar en crecimiento debe ser recomendado por un profesional que conozca las necesidades alimenticias del cachorro. A partir de los 6 meses le daremos un alimento balanceado y adecuado para su estilo de vida por lo menos dos veces al día.

Convivencia

Marcar las normas desde un principio con firmeza y sin castigos. No olvidemos que ellos solo quieren jugar y demostrarnos su cariño.

Ser firmes en las prohibiciones para no confundirlos y luego pasar por momentos indeseados.

Entrenarlos en caricias, que se dejen tocar es fundamental para las visitas al veterinario o de amigos en la casa. Enseñarles que existen lugares donde pueden hacer sus necesidades y otras donde no.

Socializarlos con otros seres vivos, otros animales y otras personas es fundamental para que sea un perro estable y equilibrado.

Cuidados en casa

Nuestros objetos de valor deben estar lejos del alcance de los cachorros, para ellos todo es diversión.

Los cables con corriente pueden provocarles daño. Para ellos todo es llamativo.

La basura tiene que estar bien cerrada porque su apetito y curiosidad insaciable puede llevarlos a darnos un buen susto.

Controlar el patio, para que esté libre de todo lo que pueda ser mordisqueado o comido por el pequeño.

Teniendo en cuenta estos detalles ya estamos listos para ser unos tenedores de canes responsables. Ellos nos llenarán de amor incondicional y se transformarán en integrantes de la familia. Para los más pequeños de la casa son unos maestros insuperables de valores como el amor, el respeto y la humildad. Llenos de paciencia y cariño para brindarnos cada día cuando regresamos a casa después de largas jornadas laborales.