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De bodegas, cerros y cantares

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De bodegas, cerros y cantares

Los salteños con muchos kilómetros y lunas en la mochila, dicen que no hay ninguno como él. Que ni Cosquín ni Jesús María ni nada. Que la verdadera fiesta del folclore está en la Serenata a Cafayate. Un evento que en el corazón de la preciosa localidad norteña convida a todo aquel amante de la guitarra, el bombo y el violín, en tres noches que se extienden hasta la mañana, como los encuentros de antes, como deberían ser ahora. En este 2017 que recién se despierta, irá del jueves 23 al sábado 25 de febrero, en el templo acostumbrado: La Bodega Encantada.

Allí, rodeado de viñedos y unas montañas esplendorosas como un jardín, los amantes de la música autóctona y los turistas que apenas conocen del asunto, pero que se sienten deseosos de un abrazo cultural de a deveras con Salta, se reúnen para disfrutar del clásico veraniego.

El festival propone una grilla protagonizada por Abel Pintos (el jueves), Los Huayra y Lucio Rojas (el viernes) y el Chaqueño Palavecino (el sábado). Nada casual es la presencia del exchofer nacido en el Chaco Salteño, quien en repetidas oportunidades ha dejado en claro que el de la Serenata es su escenario favorito en la Tierra. De hecho, el Chaqueño es “el” emblema de la cita. Más que el vino que riega gargantas y corazones. Más que las empanadas con carne picada a cuchillo, con la que suspiran los gauchos entre tema y tema. Más que los cerros, que observan el espectáculo desde las alturas, definiendo la silueta del pueblo y de los valles Calchaquíes.

Pero además de las citadas estrellas, el evento despliega en cada noche una decena de números musicales con mayoría de nombres no conocidos, pero que en los pagos norteños convocan multitudes. Y es que en Salta, el folclore es religión, y los que lo cantan y tocan, lo llevan en la sangre. Por algo ha dado tantas figuras “La Linda”. Muchas dieron sus primeros pasos en la Serenata.

Además de lo que ocurra sobre las tablas y de cara a un cielo magnánimo, la Serenata a Cafayate llama a locales y forasteros con toda una serie de atracciones que tienen lugar antes y durante la fiesta en sí misma. Al respecto, hay que nombrar a actividades como los números del Carnaval, la Elección de la Niña de la Serenata, las llamadas “Tertulias y Murales” y las múltiples peñas que encienden los alrededores del predio y el centro del municipio (distante 200 kilómetros al sur de Salta capital y 850 al noroeste de Villa María).

 

Destacados del programa

Jueves 23: Abel Pintos, Izquierdos de la Cueva, Gabriel Morales y Mariana Cayón.

Viernes 24: Los Huayra, Lucio Rojas, Las Voces de Orán y Bruno Arias.

Sábado 25: El Chaqueño Palavecino, Franco Barrionuevo y Mariana Carrizo.

 

DONDE : Cafayate (Salta)

CUANDO: Del jueves 23 al sábado 25 de febrero

 

RUTA alternativa – Queridas estaciones de servicio

Por el Peregrino Impertinente

Para el viajero, las estaciones de servicio son un verdadero templo. Un lugar especial donde no sólo cargamos nafta adulterada con agua, sino que también descansamos, comemos, hacemos nuestras necesidades, nos aprovisionamos de porquerías que no necesitamos y fundamentalmente, palpitamos el periplo. “Así es. Y si son Shell, todavía mejor”, acota el ministro Aranguren, quien con comentarios tales alimenta a quienes aseguran que es un alto cipayo que responde únicamente a los intereses de capitales extranjeros. “No voy a permitir que se digan esas patrañas: Juan José siempre ha estado, está y estará al servicio de nuestro pueblo. Es tanto lo que ha hecho por nosotros ese hombre… espere, espere que me emociono”, dice el rey de Holanda entre sinceras lágrimas, tapándole la boca a más de uno.

Señalabamos antes que las estaciones de servicio son lugares en los que el andariego realmente experimenta la esencia del viaje. En el medio del asfalto, de la velocidad, de las ganas de llegar, estos sitios representan la pausa ideal para reflexionar respecto a la satisfacción que genera el moverse, el conocer nuevos lugares, nuevas personas, y la oportunidad para volver a imaginar lo que nos espera en destino. Todo, hasta que la cajera del Mini Market “Te quedó como una Flor” esfuma la magia diciendo “Un sanguche de miga y una lata de coca: son 350 pesos”, y uno saca los billetes con una mano, y con la otra busca los fósforos que tirará adentro del surtidor más cercano.  

Allí, en estos espacios redentores e inspiradores, es donde todos nos cruzamos: la familia feliz de vacaciones, el camionero laborioso, la pareja en luna de miel, el narcotraficante con el baúl rebasado… una hermosa comunión que no hace más que potenciar el aura viajera. “Claro que si: porque en Shell, usted puede confiar”. Basta ministro, por favor.

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