El camillero Pablo Palacios contó que fue agredido físicamente por su superior en marzo. Al no obtener respuestas desde la Dirección del Hospital, decidió asentar el reclamo en la Justicia y en el Ministerio de Salud

Pablo Palacios es camillero en el Hospital Pasteur desde hace cinco años, es contratado, delegado del gremio de la Asociación de Trabajadores de la Sanidad Argentina (ATSA) y el 4 de abril pasado asentó una denuncia por amenazas y violencia contra su jefe directo.

“Esta situación que me tocó a mí le puede tocar a cualquier agente, y eso no está bien”, consideró antes de proceder a explicar cómo sucedieron los hechos.

“Denuncié a Andrés Darío Jesús, jefe de camilleros y choferes de ambulancias y afiliado al SEP, quien tiene ese cargo que le dio el director Luis Seggiaro, pero él vive en Bell Ville y viene a cumplir su función en la ciudad solo los jueves”, apuntó.

Palacios contó que “los trabajadores tenemos 10 artículos (posibilidad de tomarse el día) al año que nos dan por ley, donde los agentes lo solicitan al jefe de cada área y uno puede usarlo por causas personales”.

“El 13 de febrero le envié un mensaje por WhatsApp, ya que él no estaba en la ciudad, pidiéndole un artículo y su respuesta fue con amenazas”, contó, al tiempo que exhibió la denuncia donde se pueden leer agresiones verbales como “gremialista de cuarta”, entre otras de un tono más elevado, y también amenazas.

“El me dijo que no estaban dando artículos. Me dijo que me saque la segunda fracción de vacaciones, a lo cual me negué. Días después se rompió un ascensor y en mi rol de delegado envié una nota pidiendo que lo arreglen, y ahí otra vez vinieron las amenazas”, aseguró.

Según consta en la denuncia, el 6 de marzo Palacios se encontró en un pasillo del Pasteur con su jefe, quien allí lo agredió. “Me acorraló, me metió un rodillazo y me pegó una trompada en la parte de atrás de la cabeza. Jamás me había pasado algo similar. Tenía con él una relación normal”, describió.

“Dejé pasar el tema de los audios o las amenazas pensando que no iba a llegar a tanto. Pero los audios los tenía guardados y se los había presentado y hecho escuchar al jefe de Personal, Leandro Parnisari, y también al director Luis Seggiaro, con quien después quise hablar, pero no me lo permitió. Nadie me respondió nada”, narró Palacios.

La denuncia fue recién el 4 de abril porque, argumentó, “había decidido esperar unos días a ver si la Dirección tomaba alguna decisión al respecto, pero viendo que no hacían nada, hice la denuncia en la Justicia”.

A su vez, contó que autoridades de Córdoba de su gremio “le hicieron un llamado al vicedirector (Javier Rojo) comentándole de esta situación, él me preguntó la fecha y la hora en que sucedió y buscó en las cámaras de seguridad y confirmó la agresión”.

La denuncia se derivó también al Ministerio de Salud, mediante el gremio. “La decisión sobre esta situación tendría que tomarla el director, pero como no hubo respuesta decidimos recurrir al ministerio también”, agregó.

Por otra parte, días atrás, parte del cuerpo de delegados de ATSA Filial Córdoba estuvo en el Pasteur acompañando a Palacios en la presentación del reclamo al director Seggiaro y a la oficina de personal, pero siguen sin conseguir una respuesta.

“Ninguna persona con estas actitudes puede estar a cargo de nadie. Ni siquiera podría estar trabajando en la salud. Esto lo hago por mí y para que no le pase a nadie nunca más”, cerró Palacios.