Los Carnavales Gigantes de Villa Nueva son una de las tantas tradiciones que sostiene la ciudad a lo largo del tiempo. Más allá de las intenciones que pueda tener el municipio, son sus protagonistas los que hacen que sea un evento inamovible dentro del calendario estival, apostando a seguir aprendiendo, asistiendo a talleres durante todo el año, a sumar cosas nuevas y a crecer, sobre todas las cosas.

A las comparsas y batucadas locales se le suman, como ya es habitual, las que llegan de la región. Pero de cara a la edición 2018, el teléfono de la secretaria de Cultura de la Municipalidad no deja de sonar.

Según pudo saber este medio, grupos de diferentes puntos de Córdoba e, incluso, de mucho más allá que nuestro territorio provincial han manifestado el interés de sumarse a esta gran fiesta.

Más allá de que se trata de un hecho que llena de orgullo a quienes están a cargo de la organización, porque esto implica que el resto tiene una muy buena consideración del evento, también es un “problema”. Es que es imposible aceptar a todas las comparsas y batucadas que tienen intención de participar, por dos cosas: primero, porque las locales y de la región participaron de talleres de capacitación durante todo el año para ofrecer un espectáculo cada vez mejor y las que llegarían de afuera no cumplirían esta condición; y segundo, porque si el número de grupos que tienen que desfilar aumenta considerablemente, el evento se extendería demasiado.

Por ahora no hay demasiadas definiciones sobre esto y se suma el hecho de que aún no se definió el lugar donde se realizará, ya que siguen las charlas sobre si será en la Carranza o sobre la avenida central del Parque Hipólito Yrigoyen.