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El Lobo se devoró al Canario

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El Lobo se devoró al Canario
Todo Argentino al ataque en el área de Silvio Pellico y la pelota, inquieta (foto, César Carballo)

Clausura – 5ta. fecha – Zona A

Escribe Daniel Rodríguez

Corrigiendo algunos aspectos para el segundo tiempo, Argentino sacó pecho en su cancha y venció 2-0 a Silvio Pellico para mantenerse en lo alto de la tabla

anó el que menos se equivocó; o al menos eso podría decirse. En un partido donde cada tiempo tuvo su realidad, Argentino pudo sacar ventaja en el segundo y afianzarse en la cima de la Zona A.

Reducido en su volumen de juego, el elenco de Mauricio “Chopo” Morales saltó a la cancha con un sistema que alternaba a dos carrileros. Todo esto poniendo a Mauro Fuente un poco más retrasado en búsqueda de elaborar mejor desde tres cuartos. Y los cambios respondían a las bajas, ya que el Lobo padecía la lesión de Agustín Moreno y la suspensión de Maximiliano Páez (jugadores gravitantes en el local).

Por el lado de Silvio Pellico, la idea era defender aguerridamente en la última línea y lograr sorprender con algún contraataque. La carta ofensiva siempre fue Diego Gabetta, queriendo aprovechar a Matías Sambrana y Cristian Fernández en posición de ataque. Las cosas planteadas de este modo hacían imaginar un partido intenso: no fue tan así.

 

Sin arcos

La primera etapa no contó, lamentablemente, con jugadas destacadas en base a su peligrosidad. Argentino buscó la manera de ir hasta el final de la cancha y elaborar su juego, pero Bernardi, Demarchi y compañía podían defender a Lionel Luciani y evitar una precoz caída.

Recién a los 8 minutos, un disparo de Mauro Fuente que se iba alejado rompía la quietud de la tarde. En tanto, la misma situación se repetiría un cuarto de hora más tarde cuando, cercano a los 26, Carreras trepó por derecha enviando un centro al corazón de área, allí fue donde Vieyra remató y su tiro se fue elevado tras la pifia de Iván Moyano que no pudo completar el despeje. Todo eso era lo más cercano al gol. No había alternativas y la creación era prácticamente nula.

La visita estaba incómoda y se le notaba. Gabetta no estuvo nunca completamente certero para crear y Rodrigo Brusa no pudo explotar bien su banda, ya que le tocó perder cada uno de los cruces con Matías Rojas.

 

Goles son amores

Para suerte de muchos, la historia en el segundo tiempo comenzó a torcerse. Argentino apostó más al mediocampo y a la facilidad del Pulpo Ñáñez para distribuir balones, además de poder capitalizar el trabajo de Fuente como enganche más que como delantero referencial.

Así que, como en una exhalación, a los 5 minutos de la segunda etapa llegaría el primer gol de la tarde: Gastón Molina, desde un córner, envió un centro desde la izquierda. El balón cayó el corazón del área grande visitante. En medio de la perplejidad de algunos y la imprecisión de otros, apareció Franco López para empujarla con un disparo bombeado que se metió por el medio del arco. Se abría el marcador y los dueños de casa, quienes habían mostrado un poco más, comenzaron a ganarlo.

Tras el primer tanto, los de barrio Nicolás Avellaneda parecían hacerse dueños y patrones del encuentro. El Gato Vieyra estuvo cerca de estirar la ventaja y hasta el mismo Cuti Carrera disparó, pero fue a las manos de Luciani.

El partido, por un momento, había logrado salir de su monotonía y ofrecía algunas situaciones atractivas. Sumado a esto, los dirigidos por Silvio Morales también demostraron su amor propio y salieron a buscarlo. Facundo Menegotto intentaba conectar con Sambrana y a la vez con Fernández y más tarde se agregó Rodrigo Premet, aunque no fue suficiente para incomodar a Carlos Ronco en su labor.

Y por cosas del fútbol, cuando parecía que se entusiasmaba el Canario, llegó un contragolpe letal. Mauro Fuente recibió en tres cuartos de cancha, habilitó a Carrera con un pase en profundidad y, cuando todos los pronósticos hacían pensar que la pelota iba a ser interceptada por Luciani, que había salido casi 25 metros dejando la valla desguarnecida, el balón se le escurrió por debajo de su suela, dejando al atacante local con total comodidad para marcar el 2 a 0 que sería la cifra que cerraría la tarde. Iban 27 minutos y el encuentro cerró las persianas.

El resto de trámite solo expuso un poco más de lo que ya se venía contemplando. Un local con ideas, pero con dificultades a la hora de profundizar y los de amarillo sufriendo algún tipo de desventaja técnica, apesadumbrados también por un campeonato que no han podido comenzar de la mejor manera.

En definitiva, Argentino lo ganó bien a pesar de la falta de sus jugadores en ofensiva pero, juegue quien juegue, sabe cómo sumar.

 


El árbitro: Samuel Villavicencio

Pasó el cotejo sin sobresaltos. Amonestó cuando fue necesario y evitó el juego brusco cuando el partido se ponía más intenso. A la vez fue bien secundado por sus asistentes.

 

 

La figura: Franco Ñáñez

El Pulpo supo manejar el partido y ser la columna vertebral de Argentino. En el primer tiempo moderó el juego, a pesar de los desaciertos. En el segundo colaboró con insinuaciones ofensivas.

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