Fue presentado como Trabajo Final en la UNVM y su autor espera llevarlo al Concejo Deliberante. Actualmente, la ordenanza protege solo la zona de la laguna de contención, en donde no se podrían construir viviendas. Hay más de 30 hectáreas de monte nativo en riesgo

Un vecino de barrio Malvinas Argentinas elaboró un proyecto para convertir en reserva natural al algarrobal emplazado en el límite de ese sector, conocido como “el montecito”.

José “Pato” Sánchez, quien integra la comisión del Centro Vecinal, presentó la propuesta como trabajo final en la Diplomatura en Gestión Vecinal que cursó en la Universidad Nacional de Villa María (UNVM), pero por la trascendencia que tuvo esta idea entre sus vecinos ahora espera que llegue al Concejo Deliberante.

José no quiere que la iniciativa “quede en los papeles” y asegura que es una buena oportunidad para dejar de priorizar el desarrollo inmobiliario, “con la degradación ambiental que esto conlleva”, para hacer la primera reserva ambiental de la región.

En el texto se destaca que estos espacios son “ideales para favorecer la educación ambiental, la biodiversidad y la participación pública”.

Habitar el espacio

El núcleo de la idea es proteger las más de 30 hectáreas de bosque nativo y a partir de ahí generar diversos sitios que ayuden a promover y concientizar en la población sobre la importancia de preservar el bosque autóctono.

Para esta etapa, el proyecto propone incorporar bancos y juegos didácticos ecológicos, para que puedan habitar las familias. Estarían ubicados en un sector descampado del montecito.

“Para interpelar la naturaleza es importante establecer vías de fácil acceso dentro del área, con carteles explicativos”, explica el vecino en el detalle de su trabajo.

A tal fin, prevé la demarcación de senderos para transitar y reconocer la distintas especies nativas que allí conviven (algarrobo, curupí, tala, chañar, cina-cina y espinillo negro).

El plan también presenta como una posibilidad levantar una casa con el método de bioconstrucción, que serviría para instalar una biblioteca popular, guardar elementos y realizar charlas y conferencias.

“Se debe idear para que despierte la curiosidad y la sensibilidad de quienes toman contacto directo con un valioso patrimonio natural y cultural”, señala José en su tesis.

“Hay una parte del montecito que es necesario reforestar, para eso ya hemos tenido contacto con la gente de Yucat, que hace poco hizo mil plantines de algarrobos con los internos del penal de Villa María, además del grupo de reforestación Takku”, contó a EL DIARIO el vecino.

“Todos podemos colaborar con la reserva, la posibilidad de ofrecer un lugar colaborativo es uno de los medios más sólidos para crear compromiso en el área”, opinó.

El “desarrollo” urbano

Meses atrás, el intendente Martín Gill recibió a un numeroso grupo de estudiantes universitarios que presentaron propuestas que persiguen objetivos similares a la planteada por José Sánchez.

Si bien la reunión fue ampliamente difundida, no existió una decisión política de adoptar alguna de ellas. Sucede que el Código de Edificación actual proyecta en la zona del algarrobal una red vial que significaría el loteo del área, sin tener en cuenta la vegetación nativa.

Al mismo tiempo, a pesar de algunas ordenanzas ambiguas (ver recuadro), no se declaró zona especial a ese sector del barrio Malvinas, siendo considerada “con aptitud para su consolidación residencial”, según la normativa vigente.

Cabe recordar que tanto el barrio Malvinas como parte del San Nicolás y el loteo del plan Procrear se encuentran sobre el antiguo paleocauce del río Ctalamochita, siendo así un lugar sumamente inundable en donde no es recomendable seguir edificando.

No lo protegen de forma integral

¿Qué plantean las ordenanzas?

Por un lado, la Ordenanza N° 5.867 fue promulgada con la intención de proteger las 3,2 hectáreas que ocupa la laguna de contención, un espacio sumamente necesario en donde no se podría edificar, ya que permite que no se inunden los barrios Malvinas Argentinas, San Nicolás y parte del San Martín.

A principios de este año, luego de la conformación de la Asamblea Socioambiental Villa María – Villa Nueva, espacio que se posicionó en defensa del montecito, se aprobó en el Concejo Deliberante la Ordenanza Nº 7.125, que declara de interés público la “conservación, protección, estudio, enriquecimiento, mejoramiento y ampliación” de especies autóctonas.

Si bien el texto establece el “control del desarrollo urbano”, en ningún momento hace hincapié específicamente en el algarrobal y en la necesidad de impedir cualquier tipo de intervención en ese sector.