Alumni le ganaba como local a Tiro Federal y tomaba aire para salir del fondo, pero a pesar de jugar con un hombre más durante casi todo el segundo tiempo, no supo liquidar el pleito y el equipo de Morteros se lo empató a poco del final

Escribe Federico Gazzoli

Sí es cierto, como su propio entrenador lo dijo en reiteradas ocasiones, que el fútbol pasa por los estados de ánimo, anoche Alumni de Villa María volvió a demostrar que psicológicamente no está atravesando un buen momento.

Es que, luego de un buen primer tiempo en el que fue superior y hasta se puso en ventaja ante Tiro Federal de Morteros, jugando con un hombre de más desde la media hora, en el segundo tiempo no supo definir la historia a su favor y terminó sufriendo un empate que poco, o casi nada, le sirve para alejarse del último lugar de la tabla de posiciones en la Región Centro (Zona B) del Torneo Federal.

Justamente obligado a sumar de a tres ante su gente para escapar del colista, Argentino Peñarol de Córdoba, el Fortinero salió decidido a buscar el necesitado triunfo desde el comienzo mismo del encuentro, cuando apenas al minuto de juego Giuliano Bardín intentó con un zurdazo bombeado que Adelquis Ruffini mandó al córner.

Un arranque para la ilusión del mundo Albirrojo, aunque también con una cuota de incertidumbre ya que un par de minutos después Juan Albertinazzi contestó con un zurdazo cruzado que reventó el poste izquierdo de un Jonathan Scalzo que hizo vista.

Para tranquilidad de los dirigidos por Hugo Mattea, la de Tiro fue una situación aislada porque luego de ella el equipo villamariense volvió a convertirse en dominador de las acciones y generó un par de ocasiones con las que comenzó a hacer méritos para ponerse en ventaja.

Primero, a los 13’, Franco Gozzerino se proyectó y metió un derechazo cruzado que Ruffini desvió hacia el córner con una espectacular volada hacia su poste derecho. Después a los 22’, el uno de Morteros volvió a responder tapando un potente derechazo de Leandro Martínez.

Volvió a contestar la visita, con un derechazo de Franco Murúa que picó en el travesaño, pero apenas pasada la media hora se quedó con un hombre menos cuando Juliano Cainelli le aplicó un cabezazo a Franco Flores y se fue expulsado.

Fue el aliciente que terminó de convencer a Alumni de que el triunfo era una posibilidad concreta y con esa premisa apretó el acelerador para ir a buscar la apertura del marcador. Fue así que a los 38’ Flores ganó por la izquierda y colocó un centro a la medialuna, donde Peñaloza tuvo tiempo de parar la pelota y acomodarse con tranquilidad para meter un zurdazo rasante que ingresó contra el poste derecho de Ruffini y se convirtió en el 1 a 0 del Fortinero.

Alumni fue superior en el primer tiempo y, a pesar de que solamente concretó una de las cuatro situaciones que generó, se fue al descanso con una merecida ventaja.

Entonado por lo demostrado en la parte final de la etapa inicial, el equipo de Mattea salió a jugar el segundo tiempo mentalizado en aprovechar el hombre de más para intentar liquidar el partido, buscando evitar sobresaltos ante un rival al que, hasta ese momento, superó con claridad.

Fue así que, cuando iban 12’, desde el borde del área Peñaloza metió un derechazo que se estrelló en el travesaño. Y poco después, Jeremías Flordelmundo se la robó a Murúa cerca del área chica y ante la salida de Ruffini remató con su botín derecho una pelota que se fue por encima del larguero.

De la euforia a la desazón

Ir ganando por apenas un gol era poco premio para lo mostrado por el local, pero promediando el complemento el trámite del encuentro dio un rotundo cambio, con un final en que generó el paso de la euforia a la desazón para el mundo Alumni.

Es que los dirigidos por Mattea perdieron la pelota y retrocedieron en el campo de juego, apostando a un contragolpe que no pudo generar porque el rival cortó todos sus avances en tres cuartos de cancha.

Al mismo tiempo, el DT visitante, Gerardo Acuña, metió tres variantes que le dieron otra cara a un equipo que fue decidido a buscar la igualdad.

Fue así que en ese contexto, con el reloj señalando 38’ y con Alumni intentando crear una contra, Tiro Federal se encontró con una defensa local muy abierta y con un mediocampo muy adelantado, hechos que lo ayudaron a dar su golpe de gracia; el ingresado Jonathan Sayago ganó por la derecha y metió un centro a la medialuna donde Rodrigo Meyer, el zaguero que estaba jugando como centrodelantero desde hacía algunos minutos, cabeceó bombeado ante un Scalzo adelantado y decretó el 1 a 1.

Todo lo bueno que había hecho Alumni hasta ese momento se derrumbó en un instante, en una jugada en la que le faltó coordinación para salir jugando de contra.

Fue así como el Fortinero pasó a ser un cúmulo de nerviosismo, lo que quedó claramente evidenciado cuando un par de minutos después del empate, ante la atenta mirada del referí Marcos Romero, Leandro Martínez le aplicó un puñetazo en el estómago a Matías Róvere y vio la tarjeta roja. El fiel reflejo de la preocupante actualidad que atraviesa el equipo villamariense, que además perdió para, al menos, la próximas dos fechas a su goleador y a uno de sus hombres más experimentado.

Desde allí hasta el final los de Mattea no volvieron a generar peligro sobre el área rival y así, finalizado el encuentro, se retiraron del campo de juego con la cabeza gacha por saber que se les escapó por poco un triunfo que hubiese sido muy importante para respirar ante el ahogo que significa estar apremiado por el fantasma del descenso.

Ahora deberá esperar que Argentino Peñarol no le gane como local a Juventud Unida, resultado que lo sepultaría en el fondo de la tabla a falta de cuatro jornada para el final.

La figura: Adelquis Ruffini

Sin responsabilidad en el gol de Alumni, previamente tapó tres disparos complicadas a Bardín, Gozzerino y Martínez. En el Fortinero el mejor fue Patricio Peñaloza.

El árbitro: Matías Romero

Mala actuación de Matías Romero. Dejó pasar varias infracciones y en algunas de las que cobró se equivocó de lado. Además cortó mal un par de avances de Alumni por no aplicar la ley de ventaja.