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El valor de elegir

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El valor de elegir
Fortineros y canarios animaron un áspero empate en uno en el Fortín y se quedaron con las ganas de lograr la primera victoria en el Clausura

LIGA VILLAMARIENSE DE FUTBOL – Torneo Clasusura – Zona A – 2da. fecha

Alumni y Silvio Pellico empataron 1-1 en una áspera cita de dos horas. Sambrana abrió la cuenta en el primer tiempo y Núñez la igualó en el segundo. Con nueve terminó el elenco de Reano, con diez el de Morales

Escribe Beto Arce

El fútbol como la vida, no suele pedir mucho para sacarnos una sonrisa. Quizás sean más las veces que forzando situaciones nos complicamos la vida. En fútbol, ni hablemos.

Empataron 1-1 en un tenso domingo. Rígidas mandíbulas, trabados cuerpos, duros cruces, mucho contacto y misma incomodidad para jugar. Las gambetas cotizaron alto, las corridas con freno también. Las atajadas fueron lo mejor que el partido ofreció, las expulsiones resultaron el trago amargo, y renunciar prematuramente al ataque significó el precio más alto que puede llegar a pagarse.

Silvio Péllico no ganó porque el planteo final fue un suicidio futbolístico. Pensó que ya no era tan necesario tener peso ofensivo a los 20m del segundo tiempo, y así la victoria no supo ser.

Alumni en tanto se encontró con un fuerte rival y no pudo soltar sus mejores ideas hasta recién promediando el complemento. En defensa una intensa tarea, en el medio un sector muchas perdido, y en ataque la precisión de la última pelota, no más. El plantel plagado de pibes llenos de ganas de fútbol no estuvo lejos de ganar, pero evidentemente le costó quebrar la firmeza que sostuvo el equipo de Morales.

Una media vuelta de Sambrana prendió la luz de alarma a los 7m; una rápida salida de Luciani ahogó el hambriento intento de Brugnaro picando al vacío a los 8m; y pidieron penal que no fue a los 12m en un cruce que terminó con ambos protagonistas golpeados.

Llegó el cachetazo que nadie esperaba en el momento más adecuado. Un tiro libre desde la izquierda nació con la precisión de Menegotto, siguió con un cabezazo de espaldas de Prenet para habilitar a Sambrana, y terminó con una volea al primer palo y con una inflada red a los 18m. Un verdadero golazo, tanto que Sambrana perdió los estribos al festejarlo con mucha soberbia y burla de frente a la hinchada de Alumni, situación que enardeció a la tribuna e incluso al campo de juego.

Luciani se hizo enorme cuando la jugada parecía terminar en gol de Núñez a los 24m. Volando hacia su derecha tapó el remate que ya traía aroma de gol en el pase de Pessuto. Se fue por encima del segundo poste un buen intento de tiro libre de Menegotto a los 27m; Luciani anticipó el remate de Pessuto a los 40m; y muy cerca estuvo Fernández de colgarla del ángulo acariciando con zurda una pelota detenida a los 43m.

En el complemento, las obligaciones y responsabilidades ligadas con las elecciones que cada uno toma, quedaron en evidencia y de a poco fueron ajustándose a la propuesta que nace en la visión de un entrenador.

Un tiro libre de Brugnaro encontró un corte con los puños de Luciani a los 8m, y en un seguido contragolpe Scalzo dibujó la sensacional estirada del domingo luego de que Fernández impactara en el aire un perfecto centro de Gabetta. Dio en el palo un centro del indescifrable Cecchini tras un desvío, y la encontró Luciani para confirmar que los corazones aun latían pese a que el tiempo y el pulso parecieron detenerse en esa acción.

Molina vio la expulsión (doble amarilla) tras derribar la gambeta de Brussa a los 18m, y 40 segundos después, contagiado por esa roja que abría un nuevo portal hacia una victoria más tranquila, Gabetta increíblemente estiró la pierna sobre Brugnaro, ya estaba amonestado y dejó a su equipo también con 10.

No la pudo soplar Sambrana luego de un tiro libre de Fernández a los 19m y esa sería su última aparición. A partir de aquí todo mal para el “canario”, ya sin su delantero con más piernas y oxígeno mandado al banco y decidido a aguantar la embestida de Alumni. Lo perdió también Prenet de frente a Scalzo y corrió la misma suerte de ser remplazado.

Aunque quedaba mucho tiempo por jugar, Núñez se llenó la garganta de gol definiendo fuerte y de manera precisa un pase brillante de Brugnaro a los 32m. En la lucha por buscar la victoria Martini metió un codazo y recibió otro, pero el juez sólo vio el suyo y le mostraron la roja a los 38m. Empujó pero no le alcanzó, y quizás porque el reloj se detuvo mucho antes de lo previsto (45 minutos reglamentarios, sin adición) con factores más que considerables para añadir (cuatro cambios, tres expulsiones y un incidente en la tribuna).

Todos pueden elegir. El modo, la forma, cómo, cuándo y porqué. Un DT, en quitar a sus referentes ofensivos del campo para invitar al rival a una cita obligada con el arco; algunos hinchas, en generar un evitable encontronazo con la policía; Gabetta (el único amonestado), en meter una plancha ganando 1-0 y con un jugador de más en su equipo; el árbitro, en terminar un partido cuando se le antoje. Afortunadamente en la vida como en el fútbol, podemos optar… Pero el desafío está en el valor de elegir…

 

La figura

Lionel Luciani. Mantuvo el cero en la valla hasta que su equipo jugó de igual a igual. Un par de anticipos, una estupenda volada y mostrar la pelota al cielo en sus intervenciones le bastaron para destacarse en un partido caliente. Bien Premet en el Canario y mucho aplauso para el ingresado Cecchini en Alumni.

 

El árbitro

Emanuel Murúa. No tuvo una buena tarde. Estuvo bastante lejos de las acciones principales y perdió el control a partir de las expulsiones. Con el partido 10 contra 10 y cuatros cambios realizados, finalizó el ST a los 45’, siendo que el trámite también estuvo interrumpido por un incidente en la tribuna de Alumni. Tan confuso como evidente.

 

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