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En plena era digital, una revista de lo popular apuesta al papel

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En plena era digital, una revista de lo popular apuesta al papel
Parte de los integrantes del staff de La Ventolera visitaron la Redacción de EL DIARIO

Ya editaron dos números y ahora buscan sumar suscripciones. Abordaron temas ambientales, el conflicto de los pibes con la Policía en los barrios y entrevistaron a personajes de distintos sectores de la ciudad. Motivan a que los ciudadanos se apropien del medio y puedan aportar contenidos

Parte de los integrantes del staff de La Ventolera visitaron la Redacción de EL DIARIO

El 23 de marzo pasado, en la vigilia del Día de la Memoria por la Verdad y Justicia en el Reloj de Sol, un grupo de jóvenes repartió entre los presentes ejemplares de una revista titulada La Ventolera, que tenía como portada los vagones culturales de barrio Las Playas.

No fue al azar la elección del día y el lugar elegido para dar a conocer este medio de comunicación popular que en el subtítulo aclara: “Construyendo un proyecto colectivo”. Como la memoria.

Son estudiantes de Comunicación Social de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM), en donde nació la iniciativa como parte de un trabajo final para una de las materias. Según comentaron en su visita a EL DIARIO, la misma profesora indagó sobre el porqué de elegir salir en papel.

“Creemos en el papel como lo que más llega en un medio periodístico. Si bien ahora las cuestiones digitales están reinventando al periodismo en sí, no descartamos tener una web, pero creemos y apostamos al papel principalmente”, aseguró Lucía Martínez, una de las integrantes de La Ventolera junto a Luisina Morre, Damián Borgiani, Aillín Peirone y Victoria Batistón.

Hasta el momento han editado dos ediciones de la publicación que tiene 16 páginas y es de distribución gratuita. Los MuniCerca, según indicaron, son los espacios claves para difundir la revista.

“Más que todo queremos llegar a los barrios y nos parecía mejor acceder con el papel y no en la web”, agregó Luisina. Van a los barrios, cuentan historias que creen tienen que conocerse “para que muchos vecinos se replanteen ciertas cuestiones”, pero también para que otra parte de la sociedad, como los universitarios, “se entere lo que está pasando”.

“Vamos andando”, definen. Y por los barrios, que no es poco, reflejando su gente y sus historias, y apostando a un formato al que puedan acceder sin pagar un peso, reforzando la moción que pesa entre quienes creen que la comunicación no es un producto ni una mercancía, sino un derecho humano.

 

La última entrega de La Ventolera

“La gente pide el papel”

Damián Borgiani, uno de los “ventoleros” que se llegó hasta nuestra Redacción, dijo que a los pocos minutos de dejar los ejemplares en un MuniCerca, “ya veíamos a la gente en el barrio con las revistas”.

“Colgamos el link en nuestra página de Facebook, pero la gente te pide el papel”, aseguró Lucía, algo que para los gurúes de lo digital sería impensado.

Tienen proyectado que, de a poco, vecinos se animen a escribir sobre distintos temas, “o cualquier persona que quiera aportar”. “Aquellas cosas que pueden no salir en los principales medios tratamos de ponerlas en debate, tanto en notas de opiniones nuestras como en cuestiones que en los barrios se sufren, por ejemplo, el Código de Faltas -ahora de Convivencia-, la situación de los pibes que limpian vidrios, etcétera”, detallaron.

En cada número cronican la vida de algún vecino rescatando esas vivencias que cuestan de convencer a otras editoriales para figurar entre sus páginas, pero cuando de comunicación popular se trata -y parafraseando al padre de la Patria- todo está permitido excepto no escuchar al pueblo.

En La Ventolera se dice “yuta” y no policía: “Es un posicionamiento de los medios populares en general y que tiene que ver con hablar como se habla en los barrios. ¿Para qué vamos a hablar con palabras raras en la revista? No es una monografía, sino para contar lo que está pasando”, sentenció Lucía Martínez.

El objetivo de este proyecto colectivo es claro. “Darle voz a los que no tienen y creemos en la comunicación popular no solamente como la democratización de la palabra, sino para la reconstrucción de la ciudadanía en ámbitos hasta políticos”, afirmaron.

 

Con suscriptores

Las dos ediciones que ya están en la calle fueron financiadas por el Instituto de Extensión de la UNVM, tras haber sido seleccionado el proyecto entre tantos otros que se presentaron en esa repartición universitaria.

A partir del tercer número esperan que los suscriptores y la publicidad sean la fuente para costear la impresión de la revista.

“Cuando la entregamos a veces nos insisten en darnos algo a cambio”, señalaron. De ahí nació la idea de buscar suscripciones, además de apoyo de distintas organizaciones gremiales, gubernamentales y de la sociedad civil en general.

 

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