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Gran parte de los limpiavidrios vive con su madre y colabora con ella

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Gran parte de los limpiavidrios vive con su madre y colabora con ella
El 90% de los chicos que se ven en las esquinas realiza exclusivamente este trabajo. El resto lo combina con venta de medias y malabares. El relevamiento no tuvo en cuenta a malabaristas que vienen de otros puntos

El dato surgió del contacto con los chicos realizado entre diciembre de 2016 y septiembre pasado. El Gobierno dice que trabaja articulando para brindarles herramientas educativas y laborales

El 90% de los chicos que se ven en las esquinas realiza exclusivamente este trabajo. El resto lo combina con venta de medias y malabares. El relevamiento no tuvo en cuenta a malabaristas que vienen de otros puntos

“Hay un dato que nos resulta crucial para entender la situación de vida de los niños, adolescentes y jóvenes que limpian vidrios o realizan otras actividades en la calle: un 62% de los hogares familiares primarios son monomaternales”. En 26 de los 44 hogares donde viven con su familia de origen “encontramos solo la presencia de la madre y no así la del padre”.

En estas viviendas “las madres son amas de casa, empleadas de servicio doméstico o realizan alguna actividad laboral esporádica (por ejemplo, venden comida). Teniendo en cuenta que el pensamiento hegemónico y conservador señala que el hombre es quien debe ser el proveedor material del hogar, muchos relatan sentirse en la responsabilidad de colaborar con sus madres, al menos con parte de las ganancias por el trabajo en la calle”.

Este es uno de los datos que surgen de un informe que elaboró la Secretaría de Inclusión Social y de Familia de la Municipalidad de Villa María tras un relevamiento y contacto realizado entre diciembre del año pasado y septiembre último en 13 esquinas en donde hay chicos limpiando vidrios de vehículos.

El Gobierno local busca de esta forma, según señaló ayer el subsecretario de Inclusión, Jorge Argüello, “acompañar” a estos varones y a la única mujer que -de acuerdo a esta tarea de campo- realizan esta actividad en la calle. Para eso se emprendió la recolección de información sobre sus vidas, de cara a emprender acciones en “tres patas: educativa, cultural y laboral”.

El programa se denomina “Estamos con vos” y persigue metas de mediano y largo plazo en pos de incluirlos a programas educativos, intentar conseguirles empleo y articular con instituciones y entidades para su desarrollo personal y laboral. De todas maneras, “aun trabajando en estos ejes, tampoco se tiene la garantía real” de que modificarán sus condiciones de vida, advirtió Argüello a EL DIARIO.

 

Datos que hablan

Jorge Argüello, subsecretario de Inclusión Social y Familia, dio numerosos datos ayer a EL DIARIO

En su informe de gestión ante el Concejo Deliberante, el intendente Martín Gill reveló el martes que se relevó a 62 personas que se dedican a limpiar vidrios de vehículos en 13 intersecciones de la ciudad y dijo que se trabaja en un “abordaje multi e interdisciplinario” en torno a las mismas.

El contacto con los chicos fue efectuado durante todos estos meses por el trabajador social Alan Páez y la politóloga Carla Romano y ya se tienen precisiones sobre la tarea de campo desarrollada.

Por ejemplo, se conoció que el 52% tiene 18 años o más, mientras que hay un 23% que tiene entre 16 y 17 años, un 20% entre 12 y 15 años y un 5% tiene 11 años o menos.

La pertenencia barrial es diversa, pero encabezan los varones del barrio Felipe Botta de Villa María y de La Floresta de Villa Nueva, que cruzan los puentes para trabajar en esquinas de esta localidad.

La mayoría vive con su familia primaria. El 72% no tiene hijos. De quienes sí son padres, el 67% tiene un solo hijo y el 22% dos hijos. Y el 56% vive con ellos.

Muchos, como se dijo en el inicio de esta nota, relataron que sienten la responsabilidad de colaborar con sus madres, en el marco de un predominio de hogares monomaternales. También son muchos los que viven con sus hermanos y sobrinos pequeños. El informe oficial indicó que “si bien la mayoría señala que sus madres y/o hermanas con las que conviven reciben la Asignación Universal por Hijo, relatan que dicha política social no es suficiente para hacer frente a los gastos del hogar”.

Respecto a la escolaridad, el municipio aclaró que pudo obtener los datos de solo la mitad de los 31 jóvenes que tienen 18 años de edad o más. Son 16 varones, los que en su mayoría (14) tienen solo el primario o bien el secundario incompleto. Y mayormente señalaron que el abandono en el Nivel Medio se dio en el primer o segundo año.

Los que nunca llegaron a la secundaria refirieron que fue por “la imposibilidad de seguir los estudios en su momento” o por “la necesidad de priorizar el trabajo para colaborar económicamente en sus hogares”.

Respecto a los chicos de 17 años o menos, que son los que están en edad de ir a la escuela, se precisó que 16 de 29 van a clases en la actualidad.

Aquí surgió un dato trascendente: un poco más de un tercio no concurre al colegio, la mayoría habiendo abandonado en los dos primeros años del Nivel Medio.

Por otro lado, el 90% se dedica exclusivamente a limpiar vidrios de automóviles, un 5% limpia parabrisas y también vende medias, un 3% solo vende medias y un 2% limpia, pero también hace malabares.

En este sentido, el informe oficial trató a la actividad como un “trabajo”, ya que “forma parte de las estrategias de las familias y de los jóvenes que viven solos para saldar los gastos de la vida cotidiana”.

Gran parte de los entrevistados indicó que hicieron trabajos de albañilería y que prefieren limpiar vidrios, ya que obtienen el mismo dinero diario, pero el esfuerzo físico es menor y no tienen patrón. Muy pocos relataron haber tenido empleos formales.

Argüello aseguró que ya se empezó a gestionar en busca de opciones laborales y educativas para los jóvenes, dijo que “la problemática es compleja” y que el trabajo que vienen haciendo desde el municipio “es silencioso”. También aclaró que “los resultados no se van a visibilizar mañana”.

Lo cierto es que el Estado tiene por primera vez en mucho tiempo datos concretos sobre la realidad que se transparenta en las esquinas. Un diagnóstico para poder (y tener que) actuar.

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