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“Hay una permanente vocación de desprestigio de la política”

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“Hay una permanente vocación de desprestigio de la política”

Nació en Villa María el 24 de septiembre de 1972. Casado, tres hijos. Es profesor de Filosofía y Ciencias de la Educación. A los 14 años comenzó la militancia política en las filas del Partido Justicialista y tuvo activa participación en el Centro de Estudiantes donde cursó sus estudios secundarios. En los claustros del Rivadavia conoció a Martín Gill y compartieron diversas actividades en plena recuperación de la democracia. En el año 2003 fue director de Participación Vecinal del municipio, en 2007 es electo concejal y dejó su banca para hacerse cargo de la Secretaría de Gobierno hasta 2011. De 2011 a 2015 fue al Legislativo y presidió el bloque oficialista. A partir de diciembre de 2015 es secretario de Gobierno y Vinculación comunitaria de la Intendencia de Martín Gill

Escribe: Nancy Musa

DE NUESTRA REDACCION

 

Tarde de jueves, un alto en la tarea cotidiana, un café y la charla que pasa por diversos temas. Habla con tranquilidad, la sonrisa siempre a flor de labios. De chiquilín miró de adentro el peronismo, su padre séptimo hijo varón fue ahijado del General y le transmitió sus ideales.

Rafael Sachetto podría haber sido militar o sacerdote. Es dirigente político y se siente orgulloso de formar parte del equipo que gobierna la ciudad desde 1999.

Sabe muy bien lo que son las críticas y le toca lidiar con ellas por estar al frente de un área muy compleja. Cree en el diálogo y se imagina una ciudad en donde todos los jóvenes puedan educarse y cumplir sus sueños.

 

-¿Qué le está pasando al peronismo en este más de año y medio que le toca cumplir el rol opositor a nivel nacional?

-Creo que está tratando de rearmarse, de buscar una forma de superarse a sí mismo sin perder los orígenes. La historia del peronismo ha sido muy variada pero siempre lo ha caracterizado la capacidad de resurgir y creo que está en ese proceso.

El objetivo es llegar a conducir el país de nuevo y para eso tiene que darse una discusión que se está dando, con una diversidad de actores que están asomando hoy y que se muestran como parte de esa discusión y de esa renovación del peronismo.

Creo que está en ese proceso, un proceso que puede ser una debilidad pero si uno lo entiende como una reconversión ya no se ve como una debilidad sino como un fortalecimiento en determinado proceso histórico.

 

-¿Ese proceso que vive su partido a nivel nacional, los afectó a nivel provincial y local?

-Definitivamente un peronismo unido en todo el país es fuerte y sólido. Creo que en Córdoba el peronismo ha logrado una cierta unidad que hay que seguir trabajándola pero que no queda fuera de esa construcción nacional.

Pienso que Córdoba tiene la posibilidad de aportar mucho a la unidad del peronismo nacional, tienen que surgir los liderazgos a los cuales ha estado acostumbrado, pero tiene que llegar convencido a un liderazgo.

Y ese convencimiento, en el proceso, a veces conduce a desangres, a divisiones, pero al final es lo que todo peronista quiere, un peronismo unido.

 

-No les fue bien en la ciudad en las elecciones primarias.

-Es cierto, creo que se nacionalizó la elección y eso eliminó la posibilidad de ver las propuestas de los candidatos que van por la provincia.

Los contrincantes de fondo fueron el presidente y la expresidenta y no se compulsó la propuesta de la fórmula de Unión por Córdoba ni la de los candidatos de Cambiemos, entre los otros postulantes.

Porque era Macri contra Cristina y creo que fue parte de una estrategia nacional que rindió sus frutos y que desde lo local no se puso en consideración la gestión. Nosotros como gestión tenemos un porcentaje importante de adhesión, por lo tanto decir que no nos fue bien es por el sentido numérico pero no tiene nada que ver con eso con la gestión.

Tiene que ver con una estrategia de polarización entre dirigentes que no eran candidatos acá en Córdoba.

 

-De cualquier manera, hubo una división en el PJ local, ¿la vieron con anterioridad o los sorprendió?

-No, ya se veía. Nosotros siempre tratamos de construir la unidad del peronismo porque creemos que es la única manera de cristalizar las decisiones y las herramientas políticas que terminan cambiando la vida de la gente.

La unidad del peronismo es una necesidad y creo que mientras eso no se ponga en el eje de la discusión, van a seguir apareciendo expresiones, que son legítimas por supuesto, pero que quizás son funcionales a un proyecto político que no tiene la presencia del Estado dando oportunidades a quien más lo necesita.

 

-¿Cree que en octubre los números se van a mantener o puede haber cambios en la decisión ciudadana?

-Creo que vamos a mejorar muchísimo. Hay que hacer un trabajo fuerte, explicarlo de otra manera, intentar que prevalezca la reflexión sobre lo que cada candidato propone para Córdoba, si nosotros logramos tratar de reflexionar, que no nos movilice un odio más o un odio menos.

Pensar en que proponen los candidatos en distintos temas que son importantes para nuestra provincia.

Tenemos que hacer una autocrítica desde los aspectos comunicacionales, no hemos podido llegar de la manera que pretendíamos y eso nos lleva a una reflexión. Tenemos que comunicar más las propuestas de nuestros candidatos.

 

Me gusta: Cocinar para mis hijos y los amigos. Me encanta: Pasar tiempo con mis hijos. Me divierte: Juntarme con amigos y reírnos con historias. Me entristece: Ver gente sin esperanzas. Me enoja: La insidia, en cualquier forma, pensar que hay gente que quiere generar condiciones para el mal de otro.

 

-Es profesor de Filosofía, ¿qué análisis hace con relación a lo que estamos viviendo socialmente?

-Tenemos que enmarcar la democracia en occidente y en economías capitalistas. Exige el pensamiento diferente, que no todo sea lo mismo, la democracia de suyo exige la diferencia, algunos le llamaron la grieta.

Sí, creo que es un proyecto del capitalismo liberal homogeneizar todo, de tal manera que plantear una grieta es plantear la democracia como algo negativo y en realidad es lo que nos permite mejorar, crecer, hacer síntesis entre lo que había y lo que viene o puede venir.

Creo también que hay un intento de vaciamiento del significado positivo de la política. Veo que hay una permanente vocación de desprestigio de la política al punto que presentarse con actitud política se presenta como intenciones ocultas.

Lo que tenemos que hacer es lograr que a la política se le asigne ese valor fundamental que hace que los integrantes puedan discutir, se le asigne a la palabra el valor que realmente tiene y en el marco de la discusión de ideas elegir lo mejor para esa comunidad.

Observo con mucha preocupación este ataque a la política y el intento de despolitizarla. Y creo que en este camino pueden venir los demonios de la democracia, los demonios vienen cuando uno desata peleas que no tienen que desatarse y se le asigna un valor negativo a la política que es la médula de la democracia.

 

-Hay una parte de la sociedad que ve en el peronismo uno de los mayores males del país.

-Habría que ver los fundamentos para que piensen de esa manera. El peronismo ha tenido una acción para el país positiva, con luces, con sombras, con aciertos, con desaciertos, el peronismo se ha expresado de varias formas a lo largo de la historia pero no es un mal, es parte de la vida política que nos hemos dado.

El peronismo ha sido gobierno a través de procesos electorales, entonces si un gobierno es elegido democráticamente, más allá que estemos de acuerdo o no, no lo podemos definir como un mal. Hablar de un partido como un mal es parte de la estrategia de despolitizar la política.

 

-¿Tuvo que ver el hecho que la corrupción haya estado en el centro de la escena?

-Desde los orígenes de la vida política del país, leemos la historia, los relatos de la corrupción no solo en materia económica. La corrupción que viene planteada desde lo institucional, las estrategias para que alguien no llegue al poder, los descalabros en las urnas, corrupción me parece que ha habido en toda la historia del país y de otros países.

Lo que nosotros tenemos que hacer es recuperar lo positivo, en la historia de los partidos políticos como historia de la construcción democrática.

Recuperar lo que cada uno de esos partidos le ha propuesto y sacar lo mejor. Si no vamos a una encerrona que nos deja sin posibilidades en el futuro, si no es la democracia la vía ¿cuál es?

Si hay que eliminar la política porque es corrupta, ¿cuál es el camino para la democracia?

Hay que tener mucho cuidado con este intento de llevar a un plano de malignidad a la política.

 

-Los hechos de corrupción, algunos han sido más que evidentes, caso los bolsos de López, ¿a su criterio son casos aislados?

-En los hechos de corrupción siempre hay dos partes: uno que corrompe y otro que acepta ser corrompido. Y en esa aceptación los únicos que terminan mal son los ciudadanos. Porque generan injusticia y afectan.

Pero nosotros tenemos la opción de quedarnos en el hecho de corrupción y decir todos los dirigentes son corruptos o tratar de determinar y tratarlo como un hecho que debe tener justicia. Y ahí radica la importancia de las instituciones.

Indudablemente los hechos de corrupción tiñen, afectan negativamente a un gobierno, a un partido, a un centro vecinal, a un club. Son hechos que necesitan ser esclarecidos y condenar a los culpables no solo al que recibió sino también a quien lo promovió.

 

-En estos últimos días, la decisión de Ctera de impulsar el debate de Santiago Maldonado en las escuelas ha generado un fuerte rechazo, ¿usted que tiene formación docente qué opinión le merece?

-Creo que la escuela tiene un fin muy claro y muy noble que es liberarnos, liberarnos de un montón de ataduras, entre ellos lo que es un pensamiento que no sea propio. Es decir cuando en la escuela se fomenta el espíritu crítico, la actitud crítica, formamos ciudadanos que sepan pensar con su propio criterio.

En ese sentido, el análisis sobre los acontecimientos actuales es una necesidad. Es lo que tenemos para mirar con nuestros propios ojos, cómo no vamos hablar de lo que pasa en democracia, una persona ha desaparecido, hay que ser muy cuidados y responsables cuando planteamos el tema pero creo que en las escuelas se tiene que plantear para analizar la situación y cada uno podrá concluir con una posición.

Y también se deberían analizar los hechos positivos, que son los que hacen crecer a una comunidad.

 

-Usted empezó siendo muy chico con el tema de la política, ¿lo venía masticando desde su infancia?

-Mi papá siempre fue delegado de la UOM y desde chico tenía algunas conversaciones, él me contaba algunas cosas de un gremio que tenía mucha fuerza, además que siempre me contó su historia por ser el ahijado del presidente Perón. Tenía una medalla que el General le regaló por ser séptimo hijo varón, después en una época mala tuvo que vender la medalla.

Y así nació un poco todo, verlo a mi padre defender derechos de los trabajadores y después empecé a leer. La vida política me fue heredada y después fue mi elección, tal es así que a los 14 años participé de la primera reunión política.

 

-Su infancia transcurrió en la época de la dictadura, ¿en su casa se hablaba del tema?

-No fue un tema de conversación frecuente, recuerdo algunas cosas, pero para el 83 yo tenía 10 años. No fue un tema durante la dictadura, pero después sí porque en 1985 entro al secundario y comienzo la militancia estudiantil, y ahí se hizo presente el tema de la dictadura.

 

-En esos años, en la escuela se hablaba mucho de política.

-Sí, claro. Por lo menos nosotros intentábamos hablar. Ahí con el intendente nos hicimos amigos y hablábamos de política estudiantil, pero militábamos también en el partido.

Y eso generaba defender el derecho de los estudiantes, era una movida muy fuerte, tiempos de carpas blancas de los docentes y nosotros estábamos ahí acompañando.

Se dio el movimiento carapintada y fue un momento muy fuerte.

 

-¿De niño qué le gustaba?

-Andaba trepado en los árboles jugando con mis primos al fondo del Nicolás Avellaneda. Jujuy y Urtubey esa era la zona donde vivíamos, y fue una época maravillosa. El mundo era nuestro (sonríe), tengo recuerdos muy lindos de mucha vida afuera, en el campito, jugando a la pelota, trepando árboles.

Luego por el trabajo de mi papá nos fuimos mudando, y era mudanza de escuela también, pero casi todos los años los hice en el Nicolás Avellaneda.

Fue una infancia muy humilde, que disfruté mucho y no quiero olvidarme nunca. Porque eso me trae la sensibilidad por los que la están pasando mal.

 

-¿Tenía alguna carrera predilecta?

-Quería ser militar, lamenté mucho que me tocó número bajo para el servicio. Pero, bueno esas cosas que la vida nos va llevando por distintos lugares, finalmente al salir del secundario pensé que podía tener vocación sacerdotal, estuve dos años y medio en el seminario, también una etapa maravillosa que recuerdo con mucho cariño.

Creo que en las dos preferencias estaba la base de lo público que luego encuentro la cristalización en la vida política.

 

-¿Por qué eligió el PJ?

-Porque me vino ofrecido en bandeja de mi familia. Mi papá, ya no lo tengo, se llama Juan Domingo, ahijado de Perón, en mi casa se hablaba del peronismo. Mi abuela paterna era radical, debe haber sufrido cuando le bautizaron el hijo (sonríe). Con mi abuela no alcancé a hablar de política, el peronismo me vino dado de familia y luego ya comencé a caminar con mis propios pies.

 

-¿Cuándo empezó a analizar al peronismo qué encontró fundamental para elegirlo con convicción?

-La figura de Perón, la figura de Eva. A mí me impactó la figura de Perón como el gran transformador de una Argentina que no fue la misma después de él. Le dio derechos al obrero, la idea que todos tienen que tener derechos a una vida con esperanzas, eso fue una revolución en mi cabeza.

Por eso pienso que la verdadera revolución es cuando admitimos en nuestra propia conciencia que cambiar la realidad es posible, por eso la educación es central y por eso estoy en este proyecto.

 

-En ese contexto de construcción de su vida política, ¿Martín Gill fue importante?

-Sí, lo conozco a Martín en segundo año del secundario en el Rivadavia y en tercero fuimos conducción del Centro de Estudiantes, él presidente y yo vice.

Definitivamente Martín tuvo mucho que ver en el desarrollo de esa vocación política y comunitaria, además que nos convertimos en amigos, los caminos siguieron, en ámbitos diferentes pero siempre con la política.

 

-¿Por qué dejó el seminario?

-Porque me di cuenta que no tenía vocación, me acuerdo que le dije “padre no me banco el celibato”, entonces me dice el padre “bueno, ya sabés lo que tenés que hacer”. Entonces me vine. Fue una experiencia muy fuerte, muy existencial, haber descubierto que no era mi vocación el sacerdocio fue muy importante.

 

-¿Se enamoró en ese momento?

-(Risas) Al poquito tiempo me enamoré de quien hoy es mi esposa.

 

-¿Recuerda cómo conoció a Eduardo Accastello?

-Sí, a Eduardo lo conocí a los 14 años en la primera reunión política que fui en barrio Los Olmos. Después perdí el contacto y lo retomé en el 97, 98. Y después me integré a la gestión que conducía él en ese momento.

 

-Fue secretario de Gobierno en 2008 y ahora en 2017 ¿qué diferencias encuentra entre una etapa y otra?

-Las diferencias son de crecimiento personal, de tomar decisiones de manera más pensadas, más aplomadas y a veces tomar decisiones difíciles que en mi primera experiencia no me animaba a tomar.

Sí, obvio con una ciudad más transformada.

 

-El tema tránsito, por ejemplo.

-Es un tema muy complicado, lo era hace nueve años y lo sigue siendo. Creo que hasta tanto no haya una reforma estructural de la normativa y que se aplique en todo el territorio nacional de la misma manera, me parece que no vamos a lograr unificar criterios.

Sumado a que hay hacer un fuerte trabajo de concientización que es a largo plazo, pero hay que actuar en la coyuntura porque se nos mueren vecinos.

Y algo que a mí me provoca un grado de reflexión importante, como es que se nos mueren amigos, compañeros de trabajo, familiares en accidentes de tránsito pareciera que no nos importa.

Ahora el 22 de octubre hacemos el Primer Congreso Provincial de Educación Vial, lo estamos organizando desde aquí, traemos un antropólogo, especialistas del ACA, sociólogos para analizar esta cuestión ¿por qué no nos interesa la vida, ni la propia ni la de los demás?

Cuando cruzamos un semáforo en rojo, andamos en exceso de velocidad o hablamos por teléfono.

La ciudad es muy compleja, con un parque automotor enorme, nos va a llevar tiempo, pero estamos haciendo un trabajo muy importante con la educación vial.

Y lo miramos desde la perspectiva de Tránsito y Seguridad Ciudadana.

Falta muchísimo, podríamos decir que la tarea se termina cuando no haya más accidentes, pero siguen sucediendo.

 

-Hace años que se habla del tema, de la concientización, ¿no se pueden hacer más cosas con resultados inmediatos?

-Nosotros hemos hecho en estos casi dos años, hablando de lo inmediato, muchísimos más controles, muchos sancionatorios, muchos de concientización. Hemos trabajado en los momentos de llegada de los padres a las escuelas que ahí se puede ver un abanico de infracciones.

Y tratamos de explicarle a un familiar cuando va en moto con niños sin casco, la cola de autos en doble fila, hacemos tarea de coordinación con las fuerzas de seguridad, estamos incentivando el uso de la bicicleta, se están generando proyectos de ciclovía.

Pero lo básico es el respeto por el otro. El respeto por el otro en la vía pública implica admitir que por la otra cuadra puede venir alguien, que debo circular a una velocidad que no ponga en riesgo a nadie, es un trabajo que no depende solo del Estado, podemos tener un semáforo en cada esquina, un inspector en cada cuadra, pero eso no va hacer que los accidentes paren. Lo que va hacer que los accidentes paren es que el Estado asuma su responsabilidad, pero va a necesitar de la colaboración de cada uno que está al volante.

Cada uno puede aportar algo, si decido no estacionar en doble fila, si decido fijarme bien en las esquinas, es una contribución de todos.

Tiene que ver con el respeto por la vida.

 

-¿El estacionamiento medido contribuye a ordenar el tránsito?

-Nosotros exigiendo fuertemente el cumplimiento de algunas cuestiones que tiene que ver con el ordenamiento.

El estacionamiento tarifado ayuda a las desconcentración de los vehículos, pero tenemos un parque automotor muy grande, lo que tenemos que hacer es exigir todo lo que dice el pliego pero con eso no alcanza.

Tenemos que trabajar en una mayor señalización, con la presencia de inspectores en el centro que de hecho lo hemos recuperado, inspectores con una actitud docente. Y al estacionamiento medido creo que hay que sostenerlo, después veremos si esta es la mejor forma o no.

 

-¿Tiene suficiente personal para el tránsito?

-Nosotros hemos hechos algunas incorporaciones y tenemos que hacer más. Pero no se trata solo de la cantidad, apenas iniciada la gestión encaramos un proceso de formación que duró todo el año pasado y los que la hicieron ya están en el segundo nivel.

La formación trata de las normativas, resolución de conflictos. Estamos empeñados en la capacitación de los inspectores de tránsito y Seguridad Ciudadana.

Hay un plan, además, que tiene que ver con la instalación de unidades de Seguridad Ciudadana en los accesos de la ciudad, las doscientas cámaras que estamos en proceso de contratación, un equipo de comunicación nuevo, hemos comprado una máquina de pintura en caliente con la cual estamos señalizando, pintando las sendas peatonales, y todo eso potenciado con el área de educación vial.

 

-Otra de las problemáticas que lo ha tenido a usted en el ojo de la tormenta está relacionada con los animales.

-Sí. Lamentablemente en los últimos días hemos tenido mordedura de perros a vecinos en la vía pública, perros que no tienen dueño, que muchos alimentan pero que no tienen un propietario identificado.

Hay muchos perros sueltos en la vía pública y nosotros hemos tomado la decisión de tratar de cuidar a los animales pero también cuidar a las personas.

En el marco de la protección de los animales hablar de salud pública, eso implica prevenir la zoonosis, cuidar la seguridad vial, hay muchos perros corredores de vehículos que muerden y hacen caer de la bici, de las motos, y tenemos muchos animales accidentados porque son atropellados.

Estamos haciendo una transformación que significa potenciar dos áreas: una es la del Centro de Adopción Municipal que ahí vamos a designar un nuevo coordinador médico y la persona que estaba a cargo hasta ahora se va a ocupar más de la zoonosis.

Y vamos potenciar el centro de adopción y necesitamos que se entienda que un perro en la vía pública es un peligro para el perro y para los vecinos.

No se trata que el perro sea buenito, no puede estar en la vía pública. Hemos tenido varios accidentes con mordeduras, cuando pasa esto no hay dueños. Son perros que todos alimentan, pero a la hora de un problema nadie se hace cargo.

Necesitamos que los animales estén cuidados en un lugar seguro y haremos todo lo posible para potenciar las adopciones, que el perro vaya a una familia, porque es el lugar más apropiado.

-¿Hay muchas internas en el equipo municipal?

-(Sonríe). No, es un grupo humano grande y hay perspectivas diferentes pero todos tenemos claro la ciudad que queremos y Martín es el conductor de ese proceso. Donde ha fijado un eje central que es la educación y la cultura como distintivo, todos vamos allí. Luego, tenemos diversas miradas, la militancia que tenemos es muy variada y en eso Martín es una persona que intenta conducir todas esas expresiones en beneficio de la gestión.

Hay de todo, pero lo importante es que se tiene siempre presente cuál es el objetivo para seguir transformando la ciudad, una transformación que empezó en 1999 y es bien visible y Martín le ha dado una vuelta de rosca pensando en una cuestión de fondo como es la educación y la cultura.

Pero, todos somos parte del mismo equipo.

 

-Rafael, usted fue funcionario con Nora Bedano, con Eduardo Accastello y ahora con Martín Gill.

-Así es, (risas), algo bueno habremos hecho.

 

-¿Cómo definiría a las distintas etapas con personalidades muy diferentes?

-Sí, muy distintas. Sí hay un elemento común en los tres: una vocación y una carga horaria en la gestión difícil de seguir (sonríe). Una clara vocación de transformar la ciudad, los tres, con modos de ser diferentes.

Eduardo, una persona con mucha capacidad de coordinación, que no se enoja nunca, nunca lo vi enojado, lo mismo a Martín nunca lo vi enojado, Nora tiene otro temperamento (sonríe).

 

-Ya caímos las mujeres por el temperamento…

-(Risas). Pero los tres con una vocación tremenda y creo que eso le ha hecho mucho bien a Villa María, ha sido de una riqueza impresionante, de los tres he aprendido cosas que me han servido para crecer en la tarea diaria.

Tres grandes dirigentes.

 

-¿Le gustaría ser intendente?

-(Sonríe) Me encantaría, a quién no. De los que estamos militando hace tiempo y que nos anima la vocación de lo público es una posibilidad que nos gustaría mucho. Lo que pasa que eso no va solo de la mano del deseo personal, somos parte de un equipo y en ese equipo se resuelve cuál es la mejor opción.

Por supuesto sería una distinción importante pero bueno no depende de lo que uno quiera sino del contexto, del momento histórico. Estaría bueno (se ríe).

 

-¿Cuál es su sueño?

-Me gustaría ver la ciudad sin accidentes de tránsito, verla plena donde cada joven pueda ingresar a la universidad, ver que cada persona cumple su sueño, su proyecto personal.

Y en lo personal ver crecer a mis hijos, es el anhelo de todo padre, que sean felices y que también ellos en esta ciudad puedan cumplir sus sueños.

 

Opiniones

Mauricio Macri: Creo que a la gente le gustó mucho la promesa de unificar el país, cerrar la brecha y traer paz a la vida democrática. Quizás sea la promesa más incumplida de este gobierno. No acuerdo con las medidas económicas, considero que pensar en que primero se tienen que llenar de riqueza los empresarios para que eso vuelque a los que menos tienen, enfrenta dos problemas: uno que nunca ha sucedido que los empresarios llenen la copa y derramen y otra que es considerar a los ciudadanos de primera y de segunda. Hay una cuestión de trasfondo en la teoría del derrame que es discriminatoria. Lo que uno desea es que puedan acertar con las medidas y que sean en beneficio de la sociedad toda, no de sectores particulares.

 

Juan Schiaretti: A veces hemos estado trabajando a la par, otras veces no tanto. Los datos objetivos de la realidad muestran que es un buen gobernador, está tratando que la provincia salga adelante, necesita del apoyo de Nación como la ciudad necesita del apoyo de Provincia, que hoy es del único lugar que recibimos apoyo. Y me parece que está dejando una provincia bastante ordenada y el Gobierno provincial está acompañando a la ciudad y eso es importante para los vecinos.

 

Martín Gill: Es poco objetivo lo mío, es un amigo. Pero hay datos objetivos. Es una persona sumamente inteligente, con una inteligencia política que no he visto en otros. Desde adolescente que compartimos cosas. Tiene una visión de la ciudad muy distinta al resto de los intendentes, pero que es posible tenerla por lo que hicieron Eduardo y Nora. Y creo que va a ser un intendente con una proyección política enorme. Creo que Martín está lejos de su techo, va a hacer mucho por la ciudad y creo que va a hacer mucho por la provincia.

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