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La música vibra al compás de la inclusión

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La música vibra al compás de la inclusión
Los Soñadores promovieron la iniciativa junto con el Ente Deporte y Turismo. Cerraron con sus clásicos

Los Soñadores y Maxi Prado cantaron para probar el dedal  que mejora la calidad de audición incluso de quienes tienen implantes. El mismo ingeniero creó el primer teclado virtual, una silla de ruedas manejada por la respiración y un comando de voz para casas inteligentes

Los Soñadores promovieron la iniciativa junto con el Ente Deporte y Turismo. Cerraron con sus clásicos

Luis Campos es de los científicos que eligió utilizar el conocimiento para mejorar la calidad de vida de las personas, principalmente de las que tienen alguna discapacidad.

Es ingeniero y creó un dedal vibratorio que es menos invasivo y más efectivo que el implante coclear para que las personas hipoacúsicas puedan escuchar distintos sonidos.

Lo presentó ayer en el auditorio de la Medioteca Municipal, donde explicó brevemente el funcionamiento y dio paso a un acústico con el conjunto local Los Soñadores y Maxi Prado.

Es un aparato muy pequeño, de menos de 10 centímetros, que tiene un micrófono que recepta los sonidos y los convierte en vibraciones que se manifiestan en un dedal que va ubicado en el dedo índice de la persona.

El nombre técnico es Sevitac – D (Sistema de Estimulación Vibratorio Digital) y no es más que un dedal sujetado por un abrojo, pero que puede evitar una cirugía en aquellas personas hipoacúsicas que tengan riesgos de intervención.

Además, es un mecanismo que permite la reeducación de quienes presentan este tipo de discapacidad auditiva y permite distinguir cualidades del sonido, como la intensidad, y percibir las palabras de forma continua y ligada, lo que no se logra con ningún otro sistema

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Ingeniero de corazón

“El sistema no remplaza a nada, sino que viene a crear una oportunidad que antes no existía”.

Cuál es si no éste el fin último de la generación de conocimiento que hace que personas como el ingeniero Luis Campos trabajen para mejorar la calidad de vida de las personas.

“Este equipo fue pensado para aquellas personas que no tienen ninguna posibilidad auditiva. Hoy hay mucha tecnología, desde el audífono al implante, pero hay distintas lesiones que pueden surgir que te impiden usar estos métodos”, destacó el profesional.

Luis se dedicaba a instalar las primeras computadoras del país allá por 1986 y en una de las empresas un médico de la compañía le pidió adaptar un teclado para una empleada con parálisis.

Así fue que creó el primer teclado virtual para argentina. Luego continuó con la primera silla de ruedas que funciona con aspirar y soplar y un comando de voz para manejar distintas partes de una casa.

El primer prototipo del dedal lo creó en 2002 tras la incógnita de por qué Luis Braille utilizó el dedo índice para idear el sistema de lectura para ciegos.

“Empecé a investigar y el índice tiene capacidades muy importantes, una de ellas es discriminar frecuencias, de los 10 hz hasta los 10.000”, explicó.

“Entonces dije ‘bárbaro, qué pasaría si estimulo a una persona sorda con vibraciones en el dedo’, y lo que me imaginé al principio es que le podía molestar, pero nunca pensé que iba a llegar a decodificar el sonido”, señaló el ingeniero.

“Los dos podemos estar hablando de lejos y sentir solamente la vibración, pero cuando mire mi boca, le surge el sonido, le cierra el ciclo”, dice mientras mira a Tania, una empleada de la Tecnoteca que es hipoacúsica y se llegó a probar el dispositivo.

A lo que se refiere es que el conjunto de vibraciones que emite el dedal adquiere sentido cuando la persona mira la boca de quien lo está emitiendo.

“La diferencia que noto es en la claridad, escucho si hablo despacio o fuerte y puedo distinguir sonidos. Siento en la vibración cómo va subiendo y bajando el volumen de la voz”, comenta Tania.

“Si siento la música fuerte, sé que tengo que hablar más alto. O sea, sin esto (por el dedal), no sé cómo usar mi voz en un ambiente ruidoso”, señaló la joven.

“También mejora mucho las palabras con la dicción. Viste que las personas hipoacúsicas hablan entrecortado, es porque necesitan generar mucha vibración entonces hay sonidos que se pierden”, añade Luis al cronista de EL DIARIO.

“Entonces, a nivel de reeducación fonoaudiológica también es un gran aporte”, concluye.

Entre la vorágine que caracteriza a la ciudad por la semana festivalera, vino a Villa María alguien que pasará desapercibido cuando transite las calles rumbo a la Terminal para volver a su Buenos Aires natal. Pero ese hombre, Luis Campos, será recordado por quienes descubrieron el sonido gracias a él.

OPINIONES

“Pensé qué pasaría si yo estimulo a una persona sorda con vibraciones en el dedo y lo que me imaginé al principio es que le podía molestar, pero nunca pensé que iba a poder llegar a decodificar el sonido”.

Luis Campos, ingeniero

“La diferencia que noto es en la claridad. escucho si hablo despacio o fuerte y puedo distinguir sonidos. Siento en la vibración cómo va subiendo y bajando el volumen de la voz”.

Tania

 

 

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