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La tercera fue la vencida

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La tercera fue la vencida
Duelo de “ochos”. Ardissino (Rivadavia) cubre el esférico ante la pegajosa marca de Ellena (San Lorenzo). El “Santo” ganó y escaló hasta el tercer escalón de la Zona Sur

Luego de dos empates consecutivos, San Lorenzo de Las Perdices consiguió el primer triunfo desde el arribo de Heraldo Pereno a la dirección técnica. Fue 1 a 0 frente a Rivadavia de Arroyo Cabral

Duelo de “ochos”. Ardissino (Rivadavia) cubre el esférico ante la pegajosa marca de Ellena (San Lorenzo). El “Santo” ganó y escaló hasta el tercer escalón de la Zona Sur
Duelo de “ochos”. Ardissino (Rivadavia) cubre el esférico ante la pegajosa marca de Ellena (San Lorenzo). El “Santo” ganó y escaló hasta el tercer escalón de la Zona Sur

Escribe Federico Gazzoli

Como local y ante Rivadavia de Arroyo Cabral, el segundo de la Zona Sur, San Lorenzo de Las Perdices consiguió ayer su primer triunfo desde la llegada de Heraldo Pereno a la conducción técnica, quien hasta el momento había cosechado dos empates tras su desembarco en el elenco perdiceño.

Con la imperiosa necesidad de sumar de a tres luego de tres fechas, el “santo” recibió en su casa a un “Verde” cabralense que también necesitaba del triunfo para seguir de cerca al puntero Atlético Ticino.

El inicio del encuentro fue de trámite parejo, ya que si bien ambos conjuntos intentaron llegar con peligro a los arcos, a la hora de la definición fallaron demasiado y casi nunca pudieron inquietar a los arqueros. Todo lo bueno que San Lorenzo y Rivadavia intentaron generar desde el mediocampo se diluyó y fue en vano cuando los delanteros no mostraron la eficiencia necesaria para terminar las jugadas.

Así, la primera jugada clara de gol se dio recién a los 20’ y fue para el dueño de casa. Lucas Bolatti metió centro desde la derecha y en el corazón del área Gastón Moyano cabeceó una pelota que Emiliano Rodríguez controló en dos tiempos tras volar hacia el poste derecho.

Otros 20’ hubo que esperar para ver otra situación clara, que también llegó por el lado del local. Esta vez fue Facundo Bolatt, ingresó al área por la derecha, llegó al fondo y cuando buscó el segundo palo con un centro atrás, para la llegada de Guido Ferreyra, apareció cerca de la línea el defensor Emanuel Rodríguez para despejar el peligro.

A pesar de sus obligaciones de triunfar para no alejarse del puntero ticinense, la visita recién generó algo de peligro cuando faltaban dos minutos para cumplirse el tiempo reglamentario. En ese momento de la tarde Facundo Castro buscó a Nicolás Bertholet con un centro, Sami Suárez calculó mal su salida para buscar el balón y la pelota le pasó por arriba de su cuerpo, aunque el delantero cabralense no llegó a conectar el esférico y, con el arco libre, no pudo definir para abrir el tanteador.

Se acabó la etapa inicial y los dos se fueron al descanso a sabiendas de que deberían mejorar mucho su actuación si es que verdaderamente aspiraban a conseguir el triunfo que cada uno necesitaba para saciar sus necesidades.

Moyano, Mancilla y Ferreyra celebran con el “Chila” Bolatti, autor del único tanto del encuentro
Moyano, Mancilla y Ferreyra celebran con el “Chila” Bolatti, autor del único tanto del encuentro

Y el que mejor entendió esa necesidad de cambio fue San Lorenzo, que desde el arranque puso el pie sobre el acelerado y se puso al arco rival entre ceja y ceja. Fue así como a los 7’ Facundo Bolatti entró al área por la derecha y cuando se perfilaba para rematar fue derribado por el defensor Samuel Garis, razón por la cual Hugo Banegas no dudó en pitar penal para el combinado “azulgrana”. El propio delantero perdiceño cambió la pena máxima por gol rematando bien esquinado y a la izquierda de un arquero que adivinó el costado pero no llegó a desviar el disparo para evitar que se convirtiera en el 1 a 0.

A pesar de que la pelota ingresó claramente al arco, todo Rivadavia le reclamó al referí, quizás intentando hacerlo confundir, que el esférico no había ingresado a la portería, ya que luego del gol atravesó la red por un orificio que la misma presentaba, pero Banegas hizo caso omiso a las protestas y, tras consultar con el segundo asistente, Gonzalo Puchetta, ratificó su decisión de convalidar el tanto.

De ahí en adelante San Lorenzo comenzó a pensar en cuidar la ventaja y para ello, tras las indicaciones realizadas por Pereno, empezó a tratar de estar bien ordenado en la zona defensiva para luego, aprovechando la desesperación de Rivadavia en su afán de conseguir el empate, intentar lastimar de contragolpe.

Pero los dirigidos por José Villegas hicieron poco para revertir la derrota y con el correr de los minutos San Lorenzo se fue sintiendo cada vez más cómodo con el triunfo.

Más allá de algunos centros intrascendentes, lo más riesgoso que creó el equipo visitante se registró a los 27’, cuando Sami Suárez tuvo que intervenir para sacar al córner un tiro libre ejecutado por Castro.

Ganó San Lorenzo y luego de un par de horas se enteró de que esos tres puntos le sirvieron para ubicarse en la tercera posición, gracias a la derrota que sufrió Unión Central ante el líder Atlético Ticino.

Para Rivadavia queda la preocupación de haber perdido terreno ante el puntero, además del bajo desempeño que tuvo el equipo en Las Perdices.

 

La figura

Pedro Mansilla. El “Colo” fue el motor de San Lorenzo en la mitad de la cancha. Tuvo un gran despliegue que le permitió recuperar muchas pelotas y distribuirlas correctamente hacia sus compañeros. También tuvo un gran desempeño el defensor José Berterame, aportando orden y seguridad al fondo “santo”.

 

El árbitro

Hugo Banegas. Regular actuación. Nunca se dejó llevar por los reclamos pero se equivocó en algunas jugadas divididas en las que cobró para el lado contrario. Quizás lo que más irritó a los jugadores fue el vocabulario desapropiado con el que se dirigió hacia ellos algunas veces. Preocupante fue lo del primer asistente, Gastón Yáñez, quien en una jugada intrascendente hizo estallar de la bronca a todo Rivadavia tras parar la pelota con el pie derecho antes de que está saliera de la cancha. Increíble, pero real.