
LIGA VILLAMARIENSE – Apertura – 8va. fecha – Interzonal C-D
Universitario, que venía de perder la punta, pudo recuperarse ante Unión Social de Alto Alegre gracias a la efectividad del Chino Moyano que, con dos goles, impulsó al elenco académico de nuevo a lo más alto de la Zona C
Escribe: Daniel Rodríguez
Bajo un sol radiante, el predio de la Universidad de Villa María comenzaba a pintarse de fútbol. Ambos elencos en cancha venían de ser derrotados y necesitaban (por diferentes motivos) la victoria como al agua.
Ya desde el comienzo de la historia, Universitario era el que más proponía por medio del tridente de ataque formado por Gastón Moyano, Tomás Pratti y Lucas Barengo. Y a estos tres se les sumaban las subidas de Acosta y Aguirre por las bandas.
Cuando el cronómetro marcaba los tres minutos de juego, la “U” ya lanzaba el balón a puertas de Unión Social de Alto Alegre. Y en ese contexto vale la pena, y es necesario, mencionar la buena tarde de Sami Suárez bajo los tres palos de la visita.
Es que el “uno” tapó al menos cinco mano a mano que podrían haber hecho la derrota mucho más abultada. El portero fue el que recibió cada golpe en una última línea que tenía complicaciones al momento de cerrarse.
Tanto va el cántaro a la fuente que, finalmente, luego de una pelota filtrada que dejó a Francisco Monetto en soledad para definir en el área grande, se lució de nuevo Suárez, pero el Chino Moyano, bien ubicado, recogió el rebote y definió contra el palo izquierdo.
El arco se abría para los dueños de casa mientras Unión Social se llenaba de dudas y también de reclamos a un árbitro que ya en el primer tiempo había amonestado al menos a cuatro jugadores. Más tarde, el propio Franco Peralta expulsaría a Gustavo “Pescadito” Rodríguez por un exceso verbal. Entones todo se hacía cuesta arriba para los dirigidos por Rubiano. Los embates comenzaban a hacer mella y los defensores sufrían cada situación ofensiva.
La sociedad entre Pratti y Acosta comenzaba a dar sus frutos. Es que el volante picaba hasta el fondo y se asociaba. Los de Joselito Bernadó tuvieron por ésta vía muchísimas chances para alargar la distancia, pero la humanidad del arquero o bien el destino aún se lo negaban.
Y tanto trepó el conjunto de la casa de altos estudios, que por medio de un tiro libre en tres cuartos de cancha pudo llegar al 2-0: de un tiro libre mal ejecutado -pegó en la barrera- Franco Goroso recibió y, al mismo tiempo, levantó su cabeza para darle una asistencia perfecta al Chino Moyano (sí, otra vez) que la terminó empujando para hacer más efectiva la victoria.
De esta manera, el trámite del cotejo, de a poco, se iba mostrando en el marcador transitorio.
Los visitantes también intentaron poblar el terreno adversario, pero chocaban contra un frontón que fue prácticamente impenetrable durante toda la tarde; es que Pablo Picotti cumplió su tarea con creces y se volvió un líder en la defensa.
Todo definido
Ya en el segundo tiempo la historia sería muy distinta. Los anfitriones ya no buscaban con el mismo hambre y las redes no se movieron a pesar de haber tenido la ventaja de la superioridad numérica.
En medio de tanto letargo se destacó un disparo de Franco Mellano, defensor del elenco algodonense, que parecía meterse en el costado izquierdo de Simón Mellano -su hermano-, pero que finalmente fue enviada al córner por este último.
El resultado podría haber sido más elevado. Con un Moyano inspirado más algunas guapeadas de Acosta y la proyección de Goroso por izquierda el número de goles podría haber aumentado. Pero las insinuaciones no llegaron a convertirse en tantos y el partido caída en una meseta casi somnífera.
En tanto, para cerrar el declive de la agonía del encuentro, Darío Rubiano, director técnico de Unión, fue expulsado del campo de juego tras haber reclamado muy efusivamente diferentes faltas que a su criterio eran obvias; más así no lo veía quien llevaba el contralor.
De esta manera, los académicos -jugando un solo tiempo- fidelizaron una victoria que los eyectó a la primera posición. En tanto, la visita aún no pudo conocer el sabor de sumar de a tres. Por juego, por efectividad y por control, los locales aprobaron y pueden festejar -con sus 13 unidades- una punta que, como un espejismo, los proyecta de la menor manera rumbo a la recta final de la fase clasificatoria.
El árbitro
Franco Peralta
Regular. Una tarde difícil para el colegiado. Intentó resolver con amarillas un partido muy hablado por los jugadores; sin embargo, no tuvo nunca completamente el control del cotejo.
La figura
Gastón Moyano
El nueve académico tuvo el arco en la mira con dos tantos de goleador. Siempre bien ubicado, pudo convertir y torcer la historia de un partido trabado, a pesar del monólogo del local.