

Cerca de 400 personas asistieron a la comedia “Enredados” en el Teatro Verdi, el sábado pasado.
Sabido era que la propuesta escénica se perfilaba hacia una performance de entretenimiento más que a una pieza de sofisticación artística. Por ello, el comentario alusivo se ciñe a esa prerrogativa. En suma, la obra cumplió con creces con su cometido: provocar las carcajadas del público con una serie de latiguillos, chistes fáciles -y algunos procaces-, chimentos de actualidad (como el supuesto nuevo romance entre Fede Bal y Pampita), y varios cruces intermitentes con la platea en un típico divertimento de enredos, bien aceitados por la dirección a cargo de Rodolfo Hoppe (padre del productor, Federico Hoppe). El elenco está sostenido por reconocidas figuras que se desprenden del “Bailando”, esa maquinaria televisiva que desde hace años determina qué y quién es masivo en nuestro país. Entre las actuaciones se destaca Seba Almada, quien logró demostrar sus virtudes histriónicas. También se lucen Flor de la V (con sus dotes de capocómica) e Iliana Calabró. El resto se completó con Osvaldo Laport, Magui Bravi, Ailén Bechara y Belén Etchart. Cabe remarcar las referencias en escena a afamados villamarienses: Mauro Rosales, Karina Jelinek y Yayo Guridi.
J.R.S.