Aún en plena efervescencia de la “sodamanía”, ese revival potenciado por experiencias masivas y monumentales como la gira “Séptimo Día” del Cirque du Soleil, el grupo Música para Volar no logró repetir una fecha repleta en el Teatro Verdi, como sí lo hiciera el año pasado.

Tal vez por la similitud en la propuesta respecto a la anterior visita o por la coincidencia con otro show que pudiera compartir parte del público (nos referimos a Las Pastillas del Abuelo que tocaba a la misma hora en Villa Nueva, ver página 11), la velada contó con apenas 200 personas en sala.

No obstante, la performance alcanzada fue impecable, nuevamente, desde todo punto de vista.

El elenco liderado por el baterista y cantante José Luis Matteucci (de sorprendente parecido vocal a Gustavo Cerati), plasmó un soberbio y afinado homenaje a Soda Stereo, teniendo como eje otra vez al MTV Unplugged “Confort y música para volar”.

En esta ocasión, la novedad estaba puesta en las pantallas. Junto a las proyecciones oníricas se sumaron fragmentos de películas que conforman la filmografía de Stanley Kubrick.

Según explicara el propio grupo, la intencionalidad visual se desprende del objetivo de “completar el clima emocional de cada canción”.

Por ende, esa intrépida expedición a los secretos perversos de una pareja que se exhibe en “Ojos bien cerrados” (con Tom Cruise y Nicole Kidman), caía de perillas con la consecución de temas plasmada por “Terapia de amor intensiva” y “Ella usó mi cabeza como un revólver”. O el antiguo hit “Paseando por Roma” ilustrado por las escenas laberínticas de “El resplandor”.

El grupo, presentado en formato de cámara, privilegió la creación de atmósferas sutiles antes que dotar de mayor nivel orquestal a su puesta musical. Vale recordar que el año pasado, MPV había invitado a escena al Ensamble Instrumental y el Coro Nonino de la UNVM.

Esta vez, el elenco contó con el guitarrista Alexis Thompson, la bajista Julieta Sciasci y Bruno Moreno en teclados, más Ignacio Quiroz en violín, Paolo Ferrara en cello y Gabriel Ríos en saxo (quien también había actuado en 2016).

Para el bis, MPV eligió recrear “Génesis”, el tema “bíblico” de Vox Dei, con imágenes nutridas de pulsiones violentas de “La naranja mecánica”.