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«No nos prostituimos» para seguir trabajando, dijo una testigo

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«No nos prostituimos» para seguir trabajando, dijo una testigo
Fabián “Mojarrita” Carranza y su abogado escuchan el testimonio de Jesús Chirino en la audiencia de ayer

Se llevó a cabo ayer una nueva audiencia en la Cámara del Trabajo de Villa María por una denuncia por acoso sexual y laboral iniciada por una exempleada municipal. Hubo varios testigos y un careo

Fabián “Mojarrita” Carranza y su abogado escuchan el testimonio de Jesús Chirino en la audiencia de ayer

La tercera audiencia por el juicio laboral caratulado como “Quiero contra Carranza y Municipalidad de Villa María” se llevó a cabo ayer en la Cámara del Trabajo de esta ciudad.

En esta instancia del juicio, se procura dilucidar la veracidad de los hechos que, según la denuncia, ocurrieron en el área de Tránsito hace una década. En este caso, la exagente de Tránsito Mónica Marcela Quiero denunció a Fabián “Mojarrita” Carranza, a quien acusa de acosarla sexualmente aprovechándose de la vulnerabilidad de una trabajadora contratada. Es decir, según la denuncia, le prometía que si accedía a sus propuestas, le renovarían el contrato.

La denuncia es similar a otra causa iniciada por Ivana Chialvo contra otro jerárquico de Tránsito y dirigente del SUOEM, Rubén “Paco” Quevedo. En este caso, se espera que esté la sentencia para el 10 de octubre.

 

Primero, un careo

La audiencia de ayer presidida por el juez Osvaldo Mario Samuel, comenzó con un careo entre Nadia Jeremías, trabajadora municipal, y Miriam Testera, exagente, quien relató que a ella no le renovaron el contrato, entre otras razones, por cuestionar el “reparto” que les obligaban a hacer del dinero recaudado por el cobro del estacionamiento en inmediaciones del Anfiteatro. Sobre el acoso dentro del ámbito de trabajo, ambas se mantuvieron en sus dichos; una dijo que no ocurrieron y la otra señaló que hasta los presenció.

Luego fue el turno de Natalia Sarmiento, otra trabajadora municipal quien afirmó que “no supo de situaciones de acoso sexual”. “Sí se dieron relaciones en el ámbito de trabajo, pero que cada uno eligió por su voluntad”, señaló. Dijo que entre esas relaciones se refería a la que ella misma mantuvo con el acusado, Fabián Carranza, durante unos siete años.

“Pido disculpas si lo que digo no corresponde, pero creo que se nos está rotulando -a las trabajadoras municipales- nos ofenden con estas cosas. Porque con todas estas denuncias están diciendo que nosotras nos relacionamos para no perder el trabajo. Dejo en claro que no nos prostituimos”, planteó.

Al ser consultada sobre la conducta de Carranza con otras mujeres, afirmó que nunca escuchó nada, pero aclaró: “No sé si hubiera sido yo la primera en enterarme”.

Luego, habló de la relación laboral. “Nosotras trabajábamos en la Municipalidad con contrato por seis meses. Yo creo que estas chicas hacen juicio para sacar un rédito económico, porque todas sabíamos las condiciones de trabajo”, planteó.

 

Más testigos

Tras el testimonio de Sarmiento, llegó el turno de Jesús Chirino, empleado municipal y dirigente gremial, quien ratificó que las mujeres se acercaron a él, que por ese entonces era delegado del SUOEM, a contarle la situación. “Las chicas relataron una situación muy grave. Incluso me hablaron de que sus jefes y dirigentes del gremio les mostraban fotos sexuales y las acosaban permanentemente aprovechando la ascendencia que tenían sobre ellas”, dijo.

Remarcó que la decisión que tomó como delegado fue plantearlo en asamblea a la que la Comisión Directiva del SUOEM no concurrió y que luego lo derivaron a la abogada de la CTA, central a la que por entonces pertenecía el gremio municipal.

Ratificó que el entonces jefe del área, Rafael Sachetto, sabía de todo lo ocurrido y que incluso hizo declaraciones públicas sobre el tema. “Tengo los recortes en mi archivo personal y los pongo a su disposición”, dijo Chirino, dirigiéndose al juez.

Al responder preguntas de los letrados, dijo que recordaba que cuando se dieron a conocer los hechos, en el año 2009, faltaba poco para la elección sindical. “Nuestro sector no se presentó para que no se interpretara que acompañábamos a las mujeres a denunciar en el marco de una interna gremial. Es tan grave lo que vivieron ellas que no quisimos que se confundieran las cosas”, planteó.

Los abogados de los acusados pidieron que se elimine el testimonio del dirigente gremial porque denunció penalmente a Carranza tras un hecho de violencia en el que, según la denuncia, “Mojarrita” lo golpeó en una asamblea.

La última testigo fue una empleada de apellido Palacios, quien dijo desconocer el tipo de hechos denunciados, pese a que se desempeñó como compañera de Quiero durante unos meses.

La próxima audiencia será el 20 de octubre. Falta el testimonio de Arturo Moroni y el careo entre Jorge Mulinetti y Nadia Brossard. Y luego, los alegatos y la sentencia.

 

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