Entre la angustia de la derrota y la impotencia por el arbitraje, el entrenador de San Lorenzo, Heraldo Pereno, aseguró que “no fue penal, la pelota le dio en el hombro” . Por su parte, Alvaro Nievas sostuvo que “no son justos campeones”
Escribe Damián Stupenengo
DE NUESTRA REDACCION
Sólo Dios me puede salvar de esto”, dijo Heraldo Pereno mirando el cielo segundos antes de que Claudio “Lanita” Díaz anotara el único gol del partido. Bajó la cabeza y caminó de un lado a otro.
A lo largo del partido, al técnico de San Lorenzo de Las Perdices no se lo vio gritando, haciendo gestos ni dando muestras de perder la calma.
Masticó la bronca y cuando sonó el pitazo final, explotó: “Me chorearon, hermano. Me chorearon”.
Prácticamente entre lágrimas, Pereno apuntó directamente contra el árbitro, Cristian Atorri. “No nos pueden robar así. Ustedes lo vieron. ¿Quién armó todo esto? Esto tiene nombre y apellido”, planteó.
El entrenador aseguró sobre la jugada que marcó el resultado final del partido que “no fue penal, le pegó la pelota en el hombro”.
“¿Qué hice para esto, qué hicieron estos chicos para merecer esto?”, se preguntó y cuestionó la ausencia de Claudio Martínez en la entrega del trofeo: “Que venga el presidente de la Liga a entregar la copa, a ver si tiene cara. Esto es un robo”.
“Me duele mucho. Esta gente se va muy amargada”, remarcó, señalando a la hinchada, e insistió en que “no te pueden hacer una cosa así”.
“Nosotros allá erramos un penal, nos hacemos cargo, pero no te pueden cobrar un penal que no pega en la mano, yo lo estoy viendo. En la semana adelanté que no quería nada extra. Lo dije antes e igualmente acá está el resultado”.
En cuanto al desarrollo del juego, Pereno opinó que “probablemente nos hayan superado en algún momento, pero el partido estaba cerrado y no lo pudimos aguantar”, y expresó que “nos fueron llevando contra el arco, nos llenaron el área de tiros libres con faltas y faltas; han pateado más de 35 faltas, fue una barbaridad, así es fácil salir campeón”.
“Esta bronca me la va a sacar solo la justicia, pero no quiero hablar porque me voy a ir de boca”, cerró.
Un dolor en el alma
Alvaro Nievas ingresó en el segundo tiempo e inmediatamente se transformó en una pieza importante en el ataque de San Lorenzo. El volante, que buscaba su tercer título consecutivo tras haber ganado las dos finales anteriores con la casaca de Hipólito Yrigoyen de Tío Pujio, intentó expresar el desconsuelo que gritaban sus ojos llorosos.
“La sensación que me queda es de impotencia por el arbitraje, teníamos muchas ilusiones de ganar la final y teníamos con qué hacerlo, porque lo demostramos a lo largo del campeonato, incluso eliminando al mejor clasificado (Alumni, en cuartos de final) y fuimos creciendo partido tras partido”, analizó.
“Me voy muy dolido por el arbitraje, me extraña de un profesional como Atorri que nos haga esto, la verdad me parece una vergüenza lo que fue el arbitraje. Me voy muy triste porque para mí nos mandó al bombo”, criticó Nievas.
Según confió, más allá del penal “que solamente él lo ve”, fue durante el desarrollo del encuentro que también se sintió desfavorecido por el arbitraje: “Durante el partido le recriminé a Atorri que no se podía ir fuerte o a una pelota dividida porque cobraba falta para ellos, la verdad es que minuto a minuto uno va perdiendo la calma y al último no sabés si pegarle, insultarlo o qué hacer, porque nos da mucha bronca que no cobró un penal claro para nosotros; fue penal”.
Más allá de la bronca, desde el plano futbolístico reconoció que “hoy (por ayer) no hicimos mucho para ganarlo, pero tampoco para perderlo, fue un partido muy trabado y ellos tampoco hicieron nada, creo que no son justos campeones”.
“Estoy contento por el gran grupo que se armó, se sumaron muchos refuerzos, fuimos uno solo adentro de la cancha y hoy llegamos a una final de pie y nos complica un arbitraje malo”, subrayó.
Finalmente, dijo que “si me hubiera tocado perder justamente, felicito al rival, pero hoy me voy con un dolor en el alma porque tipos como estos arruinan el fútbol”.
