Para Villa María para la Victoria es consecuencia de las medidas dispuestas por el Gobierno de Mauricio Macri. Desde el PRO Karina Bruno recalcó que  esta actividad no apareció “ayer” y dijo que lleva los mismos años que la aparición del kirchnerismo

Un convenio firmado entre municipio y provincia para la asistencia y capacitación del personal abocado al abordaje de adicciones y la adhesión a la Red Asistencial de las Adicciones de Córdoba, causó ayer extensísimos y fuertes cruces entre el oficialismo y la oposición cuando llegó al Concejo Deliberante para su ratificación, lo que finalmente se logró pese a las controversias.

Por ese acuerdo, llegarán a la ciudad sólo 130 mil pesos, magra cifra en la que hizo hincapié la versión local de Cambiemos. Y el tema desembocó en mutuos reproches sobre la dura situación social, con foco en la presencia en calles de la ciudad de adolescentes y jóvenes que limpian vidrios de vehículos, una actividad que, presente desde hace muchos años en esta localidad, parece haberse acentuado en los últimos tiempos.

En la víspera, en una larga sesión legislativa, los concejales del oficialismo y la oposición se adjudicaron mutuamente este cuadro, que expone la vulnerabilidad en la que se encuentran muchos varones.

El tema surgió cuando ya llevaban varios minutos hablando de las adicciones y la escasa respuesta estatal ante este drama que claramente se verificó en Villa María. Lo incluyó en el debate la concejala Karina Bruno, cuando cuestionaba “la baja” apuesta que el proyecto político que gobierna la ciudad desde 1999 dio a lo social.

Allí en ese marco se preguntó si los pibes que limpian vidrios de vehículos fueron afectados por la droga “recién ayer”. “No, viven esta situación desde que son bebés. Son producto de una situación que lleva los mismos años que el gobierno del signo político de ustedes”, les endilgó al oficialismo.

Y sin nombrarlo, se lo adjudicó al kirchnerismo.

Más tarde, Verónica Vivó, quien fuera titular de Desarrollo Social y hoy ocupa una banca en el bloque Villa María para la Victoria, señaló que las acciones del actual Gobierno nacional han generado la falta de trabajo.

“Nosotros no criamos chicos limpiavidrios”, declaró.

“Habría que preguntarle a ellos por qué están en las esquinas”, agregó. Allí hizo mención a notas periodísticas de EL DIARIO en la época accastellista en la que los varones “decían que estaban allí para poder comprarse una pilcha, una zapatilla”, mientras que “hoy están para poder llevar dinero a la casa, para subsistir, porque las changas se han acabado”, dando a entender que las razones de la presencia callejera de estos trabajadores informales habían cambiado.

“Es muy triste para el justicialismo esta situación. Y la solución que brinda la Nación es bajar la edad de imputabilidad, es una locura que esa sea la solución para sacarlos de la calle”, expresó.

Le contestó Nora Landart. Con números de presupuestos anteriores en la mano, buscó visibilizar a “un Estado ausente” en el abordaje sociocomunitario. Denunció además que en la gestión anterior los chicos eran retirados de las calles y por último dijo estar en desacuerdo con bajar la edad de imputabilidad.

Los cruces fueron tales que cuando pudo hablar, la edil del oficialismo escindido, Mónica Lazos, ironizó conque se había “perdido” por las derivaciones que tuvo el tratamiento del acuerdo por adicciones y dijo que había sentido que estaba en Intratables, el ciclo televisivo de debate político.

Cabe apuntar que en las notas publicadas por este matutino, en los últimos años, los pibes enunciaban diversas circunstancias que los llevaban a este trabajo informal. Había quienes decían que lo hacían para poder solventar sus gastos o salidas pero muchos otros confesaban que lo utilizaban para ayudar a la golpeada economía familiar. Además siempre se evidenció la falta de oportunidades, el alejamiento de la escuela y un hostigamiento policial. Sí es cierto que en 2016 se acentuó la cantidad de varones que están en la vía pública buscando lavar los parabrisas, lo que persiste en lo que va del año.

Trapitos al sol – Sesión con muchos cruces
La siesta en la que se centraron en hablar de las gestiones de Accastello y Veglia

En el Deliberante, muchos se sorprendieron ayer del viraje que tomó la sesión parlamentaria, en la que durante largo tiempo los ediles de ambos partidos se dispararon con munición gruesa.

La oposición sacó números de los presupuestos llevados adelante por el proyecto político accastellista – gillista para fundamentar que se hizo poco en lo social, más allá de advertir que ahora hay una mayor apuesta. Se criticó la escasa respuesta que hubo en los últimos años para el drama de las adicciones y se ahondó en la presencia del casino, con la ludopatía que ha generado. El oficialismo buscó dar vuelta esas consideraciones, diciendo que llevaron agua y gas “al 100%” de la ciudad (N. de la R.: faltan manzanas de varios sectores para poder completarlo), que generaron MuniCercas, centros de promoción familiar y demás.

Eduardo Accastello estuvo bajo críticas por las prioridades de su mandato, pero también se atacó a Miguel Veglia, sin nombrarlo. “Hay que ver cómo dejó la ciudad el radicalismo: desfalco, deudas, vales, muchas cosas. Es bueno hacer memoria”, criticó Verónica Vivó. Landart respondió afilada: “Gobernamos cuando estaba el menemismo, lo que no justifica los errores, pero nos distinguimos por nuestra acción social de gobierno”. Y añadió: “Veglia entró y se hizo pobre. Ojalá pueda decir lo mismo de los dirigentes que usted acompañó”.