Inicio Regionales Pantallas de doble filo

Pantallas de doble filo

0
Pantallas de doble filo

La producción de este informe fue realizada por los chicos de 5to. año del Instituto Catalina C. de Visca, de la ciudad de Oliva, y aborda el impacto de las series (¿televisivas?) en los adolescentes, como una temática al menos novedosa. Realizaron 700 encuestas y los resultados son llamativos… Los padres desconocen lo que miran los chicos, expuestos en algunos casos hasta más de seis horas frente a las pantallas, aparecen dolores de cabeza, ansiedad. Solicitan a nuestro diario la publicación: “Nos gustaría de ser posible que nos tengan en cuenta para poder difundir el material y generar conciencia sobre el tema”. El trabajo fue seleccionado a la instancia provincial de la Feria de Ciencia y Tecnología en La Falda, que concluyó el viernes. Vale la pena compartir esta nota con nuestros lectores y agradecer desde nuestro diario el haberlo remitido a sus productores

El 77% de los jóvenes escolarizados de Oliva ven series y a medida que aumentan las edades llegan a observar hasta más de seis horas por día. Un 60% de los padres manifiestan no tener conocimiento de cuál es el contenido que miran los menores porque no lo consideran necesario.

Así lo reflejan las 693 encuestas que desarrollaron los estudiantes de 5º año del Instituto Catalina C. de Visca en el marco de la investigación “Pantallas de doble filo, el costado positivo y negativo de las series”, para participar de la Feria de Ciencias Zonal en Pampayasta. El equipo de 43 alumnos pasó a la instancia provincial que se desarrolló en La Falda, desde el miércoles hasta ayer.

Según las encuestas, realizadas a estudiantes de 13 a 18 años, los sentimientos que despiertan las series difieren según los sexos, siendo el femenino el que plantea sentir cariño por los personajes, seguido por la ansiedad y felicidad. El sexo masculino, siente ansiedad primeramente seguido por felicidad y nervios.

Es alto el porcentaje en ambos sexos que plantea no sentir ningún síntoma y también es elevado aquel que indica tener dolor de cabeza seguido por el aburrimiento y la falta de concentración.

 

La búsqueda

Para conocer como influencian las series a los adolescentes entrevistaron a psicólogos, médicos, psicopedadogos, comunicadores sociales, leyeron investigaciones y noticias en la web y hasta tradujeron algunas en el espacio curricular de Inglés. Así, obtuvieron categorías de análisis para conformar sus encuestas y entrevistas. Es importante destacar que desarrollaron un trabajo interdisciplinario en los espacios de Metodología de la investigación, Psicología, Sociología, Lengua y Matemática. Realizaron folletos, un spot, charlas en los cursos de la institución y proyectan continuar con charlas en las escuelas de la localidad para llevar adelante la devolución de las encuestas.

 

Estereotipos

Los resultados obtenidos de la investigación bibliográfica y entrevistas les permitieron confirmar que las series no solo transmiten la esencia del entretenimiento a adolescentes, sino también modelos de comportamiento, estilos de vida, valores, sentimientos, estereotipos, prácticas de violencia, vocabulario, que son adquiridos y copiados fácilmente por la audiencia juvenil.

Para Julián Pindado, esas imágenes son utilizadas como fuente de información y comparación en la búsqueda de su identidad. Las series y películas les están enviando a los adolescentes una imagen susceptible de ser utilizada en la negociación de su identidad. Es por ello que conforman un espejo que supone un parámetro de evaluación de su vida y de su situación personal.

Por otra parte, si bien el mayor porcentaje de adolescentes plantea que mira entre una y dos horas diarias, también es considerable el porcentaje de adolescentes que pasan entre tres a más de seis horas. Estos programas, además, son causantes de ciertos sentimientos de ansiedad y nerviosismo debido a que se convierten en varios casos en una conducta imperiosa, es decir en una adicción, definida por la cantidad de horas que pasan mirándolos.

Las series con sus escenas, muchas veces sin filtro y demasiado explícitas, generan un consumo excesivo y desmedido que influye en situaciones de aislamiento social, sedentarismo, problemas de aprendizaje, falta de concentración y de interés, inestabilidad emocional, entre otros. Es decir que confirmaron la hipótesis en lo que respecta a que el uso excesivo de series influye en: los aspectos psicológicos fundamentalmente dado que los adolescentes, se encuentran en un tiempo de dudas, de crisis identitarias, de búsqueda de su personalidad.

Respecto a los aspectos físicos, consideran como revelador el porcentaje que arrojaron las encuestas al explicitar como uno de los síntomas frecuentes es el dolor de cabeza puntualmente. Y en cuanto a lo social, consideran que se puede percibir la mayor influencia provocando inconvenientes en la relaciones comunicacionales con otros, pero principalmente con la familia.

En este sentido, el doctor Horacio Ferreyra, entrevistado por los adolescentes, indica que “una de las patologías que comienza a verse en la escuela, cuando uno hace exceso en el uso de las tecnologías, son la dificultad para comunicarse con otros de manera dialógica. Nos encontramos con que algunas series no son para jóvenes ni para niños. Cuando dice prohibido para tal edad, hay que tenerlo en cuenta. Por más que llame la atención, tengamos curiosidad, eso nos está indicando algo. Siempre que vean eso de `prohibido` traten de estar con un adulto mayor”.

 

Adolescentizada

Según Pichon-Reviere, la familia es una estructura social básica que se configura desde el interjuego de roles diferenciales (padre-madre-hijo) siendo la familia el modelo natural de interacción. La misma es dadora de sentido para el niño ya que en ella crece, enseñándole estilos de comunicación y posibilitándole el acceso a la cultura.

Por su parte, François Doltó refiere a que la sociedad se adolescentiza, “lo que más hace sufrir a los adolescentes es ver que los padres tratan de vivir a imágenes de sus hijos y quieren hacer la competencia… Los padres dejan hacer y se abstienen de educar”. De este modo, marca la diferencia de lo que sucedía en la modernidad cuando los padres ejercían una función adulta demostrando afecto, conteniendo, protegiendo, transmitiendo conocimientos y valores.

Otro de los problemas que trae la adolescentización estaría en el desequilibrio de los padres, en cuanto al manejo de la autoridad, puesto de manifiesto a través de mensajes contradictorios, dados por un progenitor o ambos a la vez. Esta situación aumenta la inseguridad, y en muchos casos la agresión, ante la falta de parámetros firmes y coherentes. Esta falta de autoridad se ve reflejada en los escasos controles por parte de los padres hacia el contenido de las series que ven sus hijos. Según las encuestas un 39% de los adolescentes miran series en sus habitaciones, y es alto el procentaje de padres que desconocen la cantidad de horas a las que están expuestos y su contenido. Inclusive esta situación no es percibida como problemática por parte de las familias, pues hay un importante porcentaje de padres que decide no controlar lo que miran sus hijos, aduciendo que no lo realizan porque no lo consideran necesario.

La psicopedagoga Liliana González, en entrevista con los chicos, hace alusión a este rol de la familia: “No se trata de reprimir o prohibir sino de acompañar. Cuanto más entusiasmado esté el chico con una serie, con un dibujo animado, con lo que sea, con un programa, más los papás tendríamos que sentarnos a ver qué es eso que tanto los enamora, que tanto los entusiasma”. Es importante “despertar algunas preguntas, algunos interrogantes, para ver si ellos están tomando eso para sus vidas o están haciendo una reflexión o alguna crítica”.

Por último, aclara “con respecto al uso del celular, todos los especialistas coinciden que debe usarse recién en el secundario. La Organización Mundial de la Salud indica que no deben ser más de dos o tres horas de pantalla por día, así que creo que es más fácil limitar la computadora, la play, la tele, que el celular que está pegado al cuerpo de los chicos. Y los padres tendrán que ir viendo. Si el uso del celular es adictivo y hace que dejen de leer, de hacer un deporte, de estar con amigos, bueno es allí donde habrá que limitar”.

 

Alfabetización Digital: una posible solución

Como lo manifiesta el doctor Horacio Ferreyra, “yo creo que las tecnologías cuando son bien empleadas apuntan a aprender más. Y de hecho lo digo todos los días, aprendiendo más con el uso de las tecnologías”.

Es por ello que los estudiantes consideran necesario crear conciencia y desde allí iniciar la reflexión sobre la necesidad, el reto o desafío que la escuela tiene respecto a este tema. Es decir, se apuesta a la necesidad de la Alfabetización Digital, favoreciendo el desarrollo de jóvenes que constituyan una audiencia capaz de reflexionar sobre los productos audiovisuales consumidos debido a que su capacidad de reflexión e interpretación crítica realizada según sus propios «filtros» culturales, en ocasiones les genera un distanciamiento respecto a las series. De este modo, la audiencia juvenil podría convertirse en espectador activo y crítico de los productos de ficción seriada.

Pero para ello, también se requiere de una familia presente “el que ama limita, cuida, quiere una vida sana para sus hijos. Y una vida sana no pasa por las pantallas todo el día”, concluye la psicopegagoga Liliana González.

Print Friendly, PDF & Email