Una investigadora villamariense coordina el proyecto que busca detectar las causas por las cuales los estudiantes abandonan en el primer año y evitan la decersión
La preocupación por el abandono de los estudios en primer año del Nivel Superior constituye un problema que se viene abordando en distintas investigaciones tanto a nivel nacional como internacional dadas las consecuencias negativas, económicas, sociales, psicológicas y familiares que provoca.
En esta línea el Instituto Académico Pedagógico de Ciencias Básicas y Aplicadas, viene trabajando desde un paradigma de inclusión con calidad.
“Particularmente en la carrera de Medicina Veterinaria estamos llevando adelante un proyecto de investigación-acción que busca establecer relaciones entre las actuaciones pedagógico-didácticas que se llevan a cabo en cátedras de primer año y los índices de retención de los estudiantes”, señaló la psicopedagoga y doctora en Psicología Mildred Martínez, coordinadora del proyecto.
El equipo está conformado por cinco profesionales pero cuenta con la participación de todos los docentes de primer año de Medicina Veterinaria: “Este equipo tiene como eje la innovación educativa y busca brindar aportes para el mejoramiento del desempeño académico fomentando la permanencia de los estudiantes”, indicó.
Las causas
Al respecto de las causales que llevan a un estudiante a abandonar la carrera Martínez indicó que se han realizado estudios cuantitativos que tratan de determinar el porcentaje de estudiantes que abandonan los estudios universitarios, los años promedio que demoran en graduarse, como así también estudios cualitativos que intentan describir las causas del abandono y los perfiles de los estudiantes que abandonan.
Al mismo tiempo se da una discusión teórica respecto si se trata de un proceso individual o institucional, “a pesar del énfasis puesto en cada caso, en factores individuales, sociales, económicos u organizacionales, consideramos que debemos reconocer el entramado que se teje entre estas variables”, aseguró.
Las estrategias
En referencia a las prácticas innovadoras la investigadora explicó: “Muchos docentes indagan sobre su propia práctica. La necesidad de optimizar el aprendizaje supone transformaciones en las prácticas pedagógicas respecto del papel tradicional del docente en la clase.
Para ello, debemos partir de lo que el alumno es y trae como capital cultural y como sujeto con una identidad social que puede poner en juego para comprender y resolver las problemáticas que los atraviesan como clase y como generación”.
Docentes han incorporado dispositivos pedagógico-didácticos de distinta naturaleza como el hipertexto, el establecimiento de analogías entre las conceptualizaciones teóricas y los productos emergentes, la instrumentación del aula taller y sistemas de tutorías presenciales y virtuales mediados por Facebook, el trabajo en equipos en colaboración y los espacios de discusión en forma de mesa de debates.
El trabajo en colaboración, tanto dentro de cada grupo, como entre los grupos que se forman en el curso, resultó en sí mismo un aprendizaje.
Fuente: prensa Instituto de Básicas
