Los trabajadores nucleados en el sindicato de la alimentación pararon ayer dos horas por turno. En Villa Nueva protestaron durante el paro frente a la planta de Nestlé, ubicada sobre la ruta 2
El 30 de abril venció la paritaria 2016 que fijaba el salario de los trabajadores de la alimentación. En mayo, los empleados deberían estar cobrando un salario con aumento, pero aún no pudieron llegar a ningún acuerdo de partes y por eso existe un clima de incertidumbre entre los trabajadores.
Pese a que vienen llevando adelante reuniones entre el sindicato (STIA) y la Federación que nuclea a las industrias del sector (FIPA) para firmar un nuevo esquema de sueldos para 2017, no pudieron acercar posiciones y, en consecuencia, el gremio resolvió realizar ayer un paro de dos horas por turno.
Sumado al paro, en Villa Nueva los trabajadores se concentraron frente a la planta de Nestlé, impidiendo el ingreso y egreso de camiones durante las horas de paro.
“Hasta el momento, en las reuniones por paritarias no se llegó a ningún acuerdo, dado que las empresas están cerradas en conceder un 18% de aumento, que dista mucho de lo que pedimos desde el gremio”, dijo Fernando Páez, secretario general del STIA Villa Nueva.
El sindicato de la alimentación reclama un aumento salarial para 2017 de un 30%.
“Hay una brecha muy grande entre lo que se pide y lo que se ofrece, por lo que se ha dado esta situación. El martes hubo una última reunión y como no se logró ni un acercamiento entre las partes, se tomó la decisión de tomar medidas de acción directa en todo el país como la que estamos llevando adelante ahora”.
Las medidas continuarán el 22 de mayo, en la Capital Federal, cuando se concentren a partir de las 16 en el Obelisco y desde allí planifican dirigirse hacia la sede de la FIPA para exteriorizar la protesta.
Sobre los despidos “hormiga”
Páez precisó que desde el STIA están procurando reabrir un expediente para evitar que se sigan produciendo los despidos “hormiga” en la planta de Nestlé.
Tal como denunció el dirigente ante EL DIARIO, en el lapso de siete meses hubo 10 despidos. “Ante cualquier falta mínima, lo corriente es que te apliquen una sanción menor o un llamado de atención. Sin embargo, esta empresa decide despedir y te deposita, sin más, la indemnización”, recordó.
Aclaró que desde la última denuncia no se produjeron nuevos hechos, pero que siguen preocupados por esa política de la empresa que provoca que todos trabajen bajo presión. “Sumado a eso, el trabajador echado no es remplazado, lo que hace recargar las tareas entre los que quedan”, concluyó.
Aclaración
Por error, publicamos días atrás que los despidos “hormiga” se registraron en la ex-Nestlé, en referencia a la planta alimenticia de la ruta 2, cuando en realidad, deberíamos decir directamente Nestlé, dado que la multinacional volvió a adquirir esa unidad productiva hace un tiempo atrás.
