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Puntero bajo la lluvia

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Puntero bajo la lluvia
Fuente, con la calidad que lo caracteriza, metió la pelota entre el palo y el defensor festejando el 2 a 0 parcial. El Lobo cerró la primera rueda invicto y arriba de todos

LIGA VILLAMARIENSE DE FUTBOL – Clausura – 7ma. fecha – Zona A

Con goles de sus “nueve”, Fuente y Páez, Argentino superó 4 a 2 de local a 9 de Julio y retornó transitoriamente a la cima. En un trámite influenciado por el factor climático, el Lobo no dejó dudas y expuso la realidad de uno y otro equipo, ubicados en los extremos de la tabla

Escribe Juan Pablo Morre

En un cotejo que empezó con un “diluvio” y terminó con sol y una tenue llovizna, Argentino venció sin objeciones por 4-2 a 9 de Julio de Pasco y retornó provisoriamente a la cima de la Zona A, a la espera de conocer qué suceda con el cotejo entre Alem-Playosa, suspendido por las inclemencias del tiempo (ver página 47).

En un campo de juego que soportó la constante lluvia que acompaño al cotejo, esencialmente en el primer período, y que repercutió en el trámite, el Lobo sacó a relucir el poder de gol de sus atacantes, Mauro Fuente y Maximiliano Páez, para construir un triunfo claro y sin mayores inconvenientes, pese a la merma que mostró en el cierre del juego, donde la visita se acercó en el marcador, aunque sin generarle peligrosidad a los tres puntos del conjunto villamariense.

Con el condicionante de la lluvia, el anfitrión debió readecuarse estratégicamente a lo que pedía el encuentro, lo que le derivó algunos llamados de atención, al punto que 9 de Julio, apostando a las réplicas, hilvanó la primera acción de peligro tras un mal pase atrás, aunque el disparo de Carlos Rodríguez fue desviado por un atento Carlos Ronco.

Igualmente, con un rival dispuesto en su propio campo -cierta vez muy cerca de su área y sin presionar en zona de generación-, Argentino fue acentuando con los minutos su dominio aunque carecía de resolución cuando profundizó por las bandas con Carrera, Vieyra o Moreno; sin embargo, ante ciertas fragilidades que le brindó la visita al defender muy cerca de su arco, el Lobo fue acumulando opciones de goles por virtudes propias y desequilibrio individual, pero se encontró con un Marcelo Tobares en plenitud. El arquero, con cierres al extremo sobre Carrera, tapando dos tiros de Mauro Fuente y una doble una aparición de Páez en el área, impidió la caída de su arco, previo a la media hora.

El “negocio” de Argentino era poner en sintonía a Fuente y Páez, que de espaldas o de frente a la acción, tanto de arriba como por abajo, superaban a sus rivales y creció su influencia en el partido. Y así quedó rubricado en el marcador, a los 31 minutos, en una acción que surgió en un tiro de esquina y, tras un despeje corto, el Ojito facturó con tiro rasante al palo derecho y anotó el 1 a 0.

Para el complemento, el Lobo fue más directo en ofensiva porque, con mayor movilidad de Jonathan Rosales y un Moreno desequilibrante con velocidad y habilidad, desarticuló totalmente a la última línea del rival; por lo que, a los tres minutos, Moreno quedó de cara al gol, eludió a Tobares y definió débil permitiendo que Cabalía con mucho esfuerzo impidiera que la pelota ingresará a su arco, pero con la mala fortuna que su despeje le quedó a Fuente, quien facturó el 2 a 0.

A partir de allí, el partido fue un monólogo del equipo de Mauricio Morales; con mayor aptitud física y técnica, cada vez que Argentino avanzó en el campo rival fue aumentando el número de opciones de gol; a los 12’ Fuente desvió un cabezazo de Rojas, pero la tiró afuera, a los 18’ Chino Rosales mandó un tiro pegado al palo y en la continuidad definió erróneamente tras quedar de cara a Tobares, ya erigido en la figura del cotejo.

Sin embargo, el joven arquero del Patriota soportó hasta los 20 minutos, ya que llegó otro desborde de Carrera y un posterior centro al palo más lejano para que Fuente gane en las alturas y facture el 3 a 0 con un cabezazo cruzado; un par de minutos más tarde, Moreno otra vez desaprovechó un mano a mano (ganó Tobares), pero el rebote lo captó Rosales y mandó el pase al medio para que Páez (quien llegó junto a Fuente al sector de definición, lo que habla de las facilidades que otorgó la visita) marcara su segundo gol personal, el cuarto de su equipo, que selló definitivamente la victoria.

Con más de 20 minutos por jugarse y una amplia diferencia en el marcador y en el juego, Argentino levantó el pie del acelerador y el trámite se torno más tosco, previsible y desvirtuado. Así las cosas, el DT local metió los tres cambios, pero fue tal la relajación de Argentino que la visita, con enjundia y vergüenza deportiva, insistió en los minutos finales, con la bandera del esfuerzo que mostró Gustavo Bergese. Este, precisamente, a los 41 minutos anotó el primer descuento de la visita que, a los 44 minutos, volvió a reducir la distancia en el resultado con el tanto de Jonathan Basso.

Sin embargo, ya el cotejo estaba totalmente resuelto.

Argentino, apelando a su potencia ofensiva y el vértigo y movilidad de sus volantes, no dejó pasar la chance de sumar de a tres, impuso su mejor realidad que 9 de Julio y comanda su zona, aguardando con expectativas y tranquilidad lo que será una definitoria segunda rueda.

 

La figura

Marcelo Tobares. El arquero patriota impidió, con notables intervenciones, un resultado más abultado conteniendo varios mano a mano con atacantes rivales; de igual modo, en el Lobo, Páez y Fuente sacaron a relucir su poderío de gol; Carrera fue puro vértigo por la banda; Rosales mostró su criterio y pinceladas de Moreno.

 

El árbitro

Rubén Echenique. Sin problemas, apeló a su experiencia y tranquilidad para que el trámite mantenga una línea correcta, pese al complicado campo de juego. Algunas falencias de sus asistencias en el cobro de offsides, pero sin gravitar en el carril normal del cotejo.

 

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