
El fiscal federal Enrique Senestrari, notoriamente molesto con un artículo publicado en La Voz del Interior, de la capital provincial, se despachó en su muro de Facebook, donde precisó algunos puntos de la sonada causa de la financiera/mesa de dinero clandestina en la que se hallan involucrados varios villamarienses. Este es el escrito:
“Otra vez las mentiras de Francisco Panero. El periodista, que anduvo buscando gente que comparta su odio para ver por dónde pegarme, desinforma a la sociedad para continuar la operación de desgaste hacia mi trabajo como fiscal.
Primera mentira. Nadie con responsabilidad en el caso se pudo sorprender por el pedido de procesamientos, porque se lo anuncié al juez desde el principio del año.
Segunda mentira. Toma como fuente de información argumentos del juez que fue apartado del caso por la Cámara Federal al descubrir que desde su función de juez de la Nación defendía a uno de sus amigos imputado en el caso.
Tercera mentira. Dice que perdí el servidor dos… ¿Alguien me imagina buscando una computadora? Me hace acordar a las bóvedas de Lanata y a las excavadoras de Marijuán. Lo cierto es que la gente de CBI, avisada vaya a saber por quién, se llevó el supuesto servidor del lugar donde lo buscamos.
Cuarta mentira. Este supuesto especialista en noticias judiciales no sabe que los fiscales no ordenamos procedimientos. Lo hacen los jueces y el encargado de hacerlo era el juez, que tenía relación con uno de los principales imputados.
Quinta mentira. Vuelve a basarse en argumentos del juez apartado para decir que yo era el que quería devolver el contenido de cajas a los clientes de CBI. Numerosas veces me opuse a esas devoluciones y pedí que interviniera AFIP para controlar su contenido. Tanto celo puse, que el dinero que le atribuye a Accastello sigue secuestrado.
Los trascendidos que menciona mi querido amigo Panero son de él. Si miran las noticias, verán que pese a que AFIP presentó un informe que desvincula a Accastello, la Fiscalía sigue adelante con la investigación por considerar insuficiente ese informe.
Sexta mentira. Panero se atribuye ser el autor de la causa del Banco Nación porque la empresa comercial que dice ser un diario y a la que le alquila su pluma publicó alguna noticia sobre el caso. Rinda concurso para fiscal, señor. Sus fuentes son una vergüenza, como esta nota que publica. La causa del Banco Nación es una de las tantas que se fueron derivando de CBI y se basó en la prueba obtenida en los allanamientos, el análisis de Procelac, BCRA, los síndicos y la Fiscalía. Usted no colaboró, Panero, no pida la recompensa.
Séptima mentira. Real malicia. El tipo mete en la nota que “se publicó” (lo hizo él) que yo tenía embargado mi sueldo por el Banco Ciudad de Buenos Aires. Es mentira. Nunca hubo un embargo. Agrega que tengo una deuda con el Banco Nación y lo deja picando para insinuar alguna especie de negocio, arreglo o algo por el estilo… nada bueno, por supuesto. Sí, tengo esa deuda con el Banco Nación. Es un crédito hipotecario que pago desde hace cinco años con el cual compré mi casa. Todo a la vista, sin Panamá, testaferros ni nada parecido.
Ni siquiera se preocupó el odiador de verificar nombres. Halago es Halabo; Berardi no es el apellido de la funcionaria del BCRA que hizo el informe que menciona a pedido nuestro.
Para los que quieran oír, les digo que esto, sumado a las tantas publicaciones, siempre en contra de mi trabajo como fiscal, cada vez toma más aspecto de preparación del terreno para eventuales persecuciones ya no periodísticas, sino judiciales, tal como lo han hecho durante años con un gobierno hasta lograr la cacería que hoy presenciamos.