
El origen de Ticino se remonta al año 1886 y a una escritura original de la Estancia La María de 2.700 hectáreas, adquirida por Arsenio Leyba a un grupo de seis productores, luego la vendió a Anselmo Quinteros y éste al Banco Agrícola Comercial del Río de la Plata; esta casa crediticia seguidamente la vende a Santos Beguiristáin y en 1904 a Pedro Llavet, finalmente, en diciembre del mismo año. Llavet la vende a Juan Thiele, quien había nombrado como apoderado general a Ricardo Simonini, quien finalmente sería el encargado de tramitar la donación y transferencia de una parte de sus campos al ferrocarril para obtener como beneficio el trazado de las vías en tierras propias con el objeto de mejorar la cotización de estos bienes.
El 30 de diciembre de 1909 se realiza la transferencia a Víctor López, representante del Ferrocarril Central Argentino Limitado, de una parcela situada en la pedanía Chazón, del Departamento Tercero Abajo, actualmente General San Martín. Se trataba de tierras emplazadas en la colonia María, llamada antiguamente paraje La Paja, con una superficie de 366.017 metros cuadrados, limitando tanto al norte como al sur con las tierras de Thiele, al este con los campos de Villasuso y al oeste con las tierras de Carlos Fragueiro. Por su parte, Thiele sugirió la creación de un poblado cuyo plano remitió.
En 1910 el ferrocarril comenzó la construcción de las vías y la estación. El 6 de febrero de 1911 fue aprobado el plano del pueblo que llevaba como nombre Ticino e inmediatamente Thiele y Simonini comenzaron con el loteo que daría forma al pueblo, que además de la estación contó con un hotel y un almacén de ramos generales. Hasta ese momento el pueblo se conocía como «Kilómetro 228».
El 2 de mayo de 1911 se inauguró el ramal Cruz Alta y llegaba con la estación el primer tren de pasajeros. Por esos días, con un arado a mancera, Miguel Bonetto y Patricio Lescano demarcaron las manzanas y quintas del naciente Ticino.
Con respecto al nombre del pueblo, Thiele sugirió al ferrocarril que la flamante estación llevara el nombre de Ticino, el mismo nombre de un cantón suizo donde él había nacido.
En el año 1931, el pueblo solicita al Ministerio de Obras Públicas de la Nación el cambio de nombre de la Estación Ticino por el de Coronel Ibáñez. El pedido se fundamentaba en el hecho de que no había entre los pobladores descendientes de origen suizo, máxime si se tiene en cuenta que Juan Thiele había regresado a Suiza, además todas las estaciones de trenes debían llevar el nombre de un héroe, hecho histórico o nombre relacional con la región. El Ministerio dijo que el nombre de Coronel Ibáñez ya existía en otro lugar y se prestaría a confusión, por ese motivo todo quedó como estaba, en Estación Ticino.
Las primeras casas particulares fueron las de Hércules Brignoli, Guido Giardenei, José Cignetti y Ventura González. Los primeros colonos que llegaron eran de origen italiano, entre ellos José Spessie, Jorge Gianoglio, Pedro Taricco, Antonio Bonetto, Antonio Picotti, Francisco Rubiolo, José Racca y Francisco Cardone. Los documentos históricos registran que los primeros cultivos en los campos de la zona fueron maíz y trigo y luego éstos se fueron diversificando.