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Un cachetazo a la ilusión

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Un cachetazo a la ilusión
Alem sufrió una dura derrota en territorio riocuartense, pero deberá olvidarse rápidamente de ella y comenzar a pensar en lo que se viene

Dura y amplia derrota de Alem frente a Atenas. Cayó 4-1 y reflejó su peor versión, aunque está hace dos fechas clasificado a la próxima instancia. Quedó segundo y el próximo fin de semana iniciará los playoffs soñando con el ascenso

Alem sufrió una dura derrota en territorio riocuartense, pero deberá olvidarse rápidamente de ella y comenzar a pensar en lo que se viene

Alem cayó sin atenuantes en su visita a Atenas de Río Cuarto por 4-1 y finalizó de esta manera la fase clasificatoria del Federal C con más interrogantes que certezas. Aunque ya tenía la clasificación asegurada, viajó con la ilusión de adueñarse del primer lugar, pero realmente estuvo muy lejos de lograrlo.

Fue superado ampliamente y sin discusión. Generó muy poco, regaló demasiado y no tuvo ideas ante las situaciones adversas. Con un funcionamiento muy irregular, jugó el peor de los partidos desde que protagoniza este certamen. Si bien todos los encuentros (donde cosechó victorias, derrotas y empate) le costaron mucho, este último con Atenas fue un verdadero cachetazo a la concepción futbolística y la identidad de equipo que aún no florece, más allá de haber llegado puntero a la última fecha.

Alem volvió a sufrir goles “tempraneros” y los pagó carísimo, porque atentaron contra el planeamiento estratégico del encuentro más importante. Había dos resultados que lo favorecían en la previa, pero no estuvo ni cerca de cumplir la misión. A los 4’ ya estaba 1-0 abajo: Cristian Agosto parecía tener la situación controlada pero Jonathan Rojas se lo comió en velocidad e ingresó al área para rematar cruzado con destino de red y festejó. Un golazo con sabor a bronca, porque un descuido lo depositaba un vez más en una situación ya familiar para este Alem en el Federal: “dormir” de arranque. Lo que mostró en otros compromisos fue la capacidad de reacción ante la desventaja, pero en la noche negra de Río Cuarto el desorden le jugó una mala pasada en casi todas las acciones.

De todos modos, el León dispuso de situaciones que no supo capitalizar. Primero Jacobi quedó cara a cara y su remate desde dentro del área y en soledad se fue cerca del palo derecho de Testa (2’); Poporatto definió al cuerpo del portero tras un preciso pase de Fernández entre líneas (8’); el propio delantero desperdició una oportunidad inmejorable debajo del arco tras un centro rasante de Guzmán por la derecha, que luego desvió Le Roux en segunda instancia; a los 11’ otra vez Porporatto con un remate fuerte cruzado movió la tranquilidad del arquero de Atenas y un minuto más tarde Díaz encontró las manos de Testa.

El error conceptual más claro de Alem en el partido fue no comprender que el “10” era la manija. Guajardo jugó libre, con espacios, con libertades y por momentos casi sin marca; por el contrario, Lanita Díaz ,el conductor Tricolor, siempre estuvo rodeado y privado de poder generar riesgo.

Lo mejor de Alem estuvo en los primeros minutos, aunque sobresale el detalle de que en ese segmento estuvo abajo en el marcador. Un “balazo” de zurda de Rojas se fue muy cerca del arco del ángulo de Formosa (16’) y un cabezazo de Basterrechea apenas salió desviado tras un tiro de esquina (20’).

Sobre los 24’ llegaría un nuevo baldazo de agua helada para la ilusión villanovense. Una jugada confusa en la que el balón impactó en el brazo de Gozzerino derivó en el penal que sancionó en juez Andreucci. Federico Chiocarello se hizo cargo con un remate colocado a la derecha del “1” villanovense y puso el 2-0. Nadie lo esperaba, porque Alem no estaba haciendo méritos para perder por dos goles de diferencia hasta ese entonces, pero lo cierto es que el reloj y el marcador le marcaron el tiempo presente, lleno de confusiones.

Chiocarello tuvo varias en esta primera mitad. A los 28’ se “enroscó” con su propia pierna ante una ubicación solitaria con pelota dominada y la mandó por encima del travesaño. A los 33’ clavó un zurdazo tremendo que se estrelló en el horizontal y picó sobre la línea. Y antes de que finalizara la primera mitad un tiro libre de Guajardo que llevaba destino de ángulo obligó a Formosa a mandarla con gran esfuerzo al córner. Lo mejor que le podía pasar a Alem era que terminara el primer tiempo, porque mientras corría el tiempo había cada vez más olor gol en su área.

Pero en el inicio del complemento, a los 5’, Guajardo ingresó a zona de definición y con pierna izquierda remató al arco para poner el 3-0, con cierta responsabilidad del arquero que no pudo detener el envío. La respuesta de Alem llegó a través de Le Roux, quien remató desviado ante un pase de Díaz (11’).

A los 27’ un nueva respuesta tricolor con jugada colectiva: Guzmán, Porporatto, y Díaz fueron los actores que ensayaron la jugada que terminó con un remate elevando del propio Lanita, que estuvo lejos de su mejor nivel. Gustavo Rodríguez (ingresó por Pedernera) remató fuerte luego de ser asistido por Díaz, pero Testa apareció para ahogar el intento de descuento.

El cuarto tanto de Atenas llegaría a los 38’. Chiocarello encaró por derecha y ubicó a Guajardo, que con gran pase dejó en soledad al ingresado Quiroga, quien no tuvo problemas en la definición: remató cruzado y la puso junto al pelo derecho.

Quedó tiempo para el descuento (39’) a través de Braian Verón, que receptó en el área chica un centro de Rodríguez para poner el 4-1 definitivo; y también para la expulsión de Diego Acosta, que por doble amarilla se fue expulsado y es una situación que también genera un problema pensando en lo que viene.

Alem perdió bien y no hay discusiones. Fue superado ampliamente y las preocupaciones florecen, aunque bien se sabe que ahora comienza un nuevo campeonato, el del mano a mano, donde quizás el León se sienta más cómodo.

 

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