Promete un cambio radical de vida en sólo seis meses. Dice que sus métodos de autoconocimiento tienen base científica y que puede tratar hasta traumas como el abuso o una violación

Pablo Alberto Azar era un ingeniero en Sistemas que llegó a formar cinco empresas en Buenos Aires y trabajar en el centro de datos de la Corte Suprema con gente a su cargo.

Visto de esa manera deliberadamente parcial parecía tratarse de un hombre exitoso. Pero de las empresas creadas algunas terminaron fundiéndose y en otras resultó estafado. Su vida personal, por otro lado, se regía desde la adolescencia por una timidez rotunda -acaso un hermetismo en materia de relaciones sociales- y una serie de fracasos en ligazones sentimentales y cuatro convivencias fallidas que terminó coronada por una separación al mes de casarse.

“Tenía intenciones de suicidarme, no era feliz, no bancaba mi vida”, confesó. Su giro copernicano llegó de la mano de una experiencia que se encontraba en las antípodas de su formación científica. “Entré a una capacitación de liderazgo totalmente desconfiado. Fui solamente porque mi hermana había ido una semana antes, había pasado tres días adentro de una sala y no me quiso contar nada. Pensé que se había metido en una secta y le habían lavado el cerebro (risas). Después me interesó tanto que terminé haciendo liderazgo durante tres años”, comentó a EL DIARIO.

“La ciencia, la filosofía y lo espiritual quieren llegar al mismo punto”

“Yo venía de ceros y unos, de datos rígidos, de seguir todo aquello que se pueda comprobar científicamente. Hasta que entendí que tanto la ciencia, como la espiritualidad, la filosofía, todos quieren llegar, con distintas palabras, al mismo punto”, indicó.

-Vos, en algún sentido, vendrías a unir la “grieta” entre ciencia y espiritualidad.

-Puede que sí. Además me metí en esto porque también hay una base científica, que es la epigenética, es decir la ciencia que estudia por encima de los genes. Hay pruebas y estudios de neurólogos y biólogos. Está comprobado que la intensidad de un pensamiento nuestro tiene 40 impulsos nerviosos mientras que una creencia subconsciente tiene 40 millones. Es decir que la frase “creer en lo que hacés” es verdad. Si creés te vas a desenvolver mejor, si no nunca vas a tener éxito.

-¿Qué fue lo que primero que notaste o descubriste con esa primera experiencia?

-Me di cuenta que yo podía crear y diseñar mi vida, es decir que no tenía que ser víctima de lo que sucedía alrededor. Porque en ese momento no tenía la visión para el todo. Uno tiene patrones mentales que nos obligan a vivir de cierta forma. Estamos llenos de limitaciones y de pensamientos negativos. Hasta atraemos ciertas personas y ciertas situaciones, como un mismo patrón de pareja o un ladrón.

-¿Un ladrón? Pero eso sucede a veces por azar.

-¿Y una relación no lo es también por azar?

“Es como si estuvieras meditando en el Tibet durante 20 años”

Pablo ofrece argumentos sensatos sobre sus métodos de trabajo, aunque también brinda respuestas que podrían polemizar con referentes de otras disciplinas: “A mis capacitaciones puede venir gente con distintos traumas como abusos o violaciones y cortar ese círculo vicioso”, acotó.

-Pero en el psicoanálisis ese tipo de traumas lleva años de tratamiento y vos proponés que se puede resolver en poco tiempo.

-Algunos llaman a técnicas que usamos nosotros como el “seeking” como la nueva psicología. Se observa el problema o trauma y se resuelve. No me meto más en tu pasado porque agrandamos el drama. Si te quedás ahí no vas a crear tu vida. Nosotros nos enfocamos en el presente y el futuro. Lo que sí entendemos que somos el resultado de todas las creencias que vienen heredades de tu árbol genealógico que se transmite a través del ADN. Por ende, tenemos que liberarnos de esos condicionamientos y de allí apuntar a tres etapas: que vos seas lo que quieras ser, que hagas lo que ames y que tengas todo lo que necesites. Es como una maestría de tu vida. En seis meses cambiás completa e integralmente. Es como si estuvieras meditando 20 años en el Tibet.

“Mi intención es llegar a 10 mil personas por provincia”

Azar subrayó que sus capacitaciones no las realiza por un fin netamente monetario. “Hace un año que empecé con este formato de conferencias y facturé 3 millones de pesos. Podría seguir así, trabajando una vez por mes y más que cómodo porque además la gente viene a pagarme, no tengo a nadie que los llame para reclamarles su abono. Pero mi idea no es esa, sino que más gente se sume y experimente este cambio. Mi intención es que lleguemos a 10 mil personas por provincia, a través de charlas abiertas y del boca a boca. Por eso modifiqué mi sistema de pago. Antes se abonaba como cualquier capacitación, ahora el pago es de sólo 100 pesos por mes, nada más”, puntualizó.

­-¿Cómo será tu charla en nuestra ciudad?

-Vamos a hacer una apertura con una explicación de la capacitación, mostraremos algunas experiencias y luego haremos una demostración de una experiencia en el lugar. Luego la gente elegirá si quiere seguir o no. No sólo es presencial, sino a través de una plataforma web. Yo creo que varios irán por curiosidad o con desconfianza, como yo fui la primera vez, y se van a enganchar.                      

1. R. S.