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Un gigante boliviano es el nuevo refuerzo del León

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Un gigante boliviano es el nuevo refuerzo del León
Salvatierra aspira a dar lo mejor de sí en Villa María. Llega con oficio y con entusiasmo

BASQUET – Liga Argentina – Ameghino
Raúl Salvatierra es la sexta ficha del club villamariense. Mide 2,02 metros, tiene una historia muy particular y logró experiencia en equipos de Buenos Aires y La Plata
Raúl Salvatierra no es conocido por estos lares, pero pronto se hablará mucho de él, más precisamente cuando empiece a botar la pelota en el parqué del Club Ameghino.
Se trata de la sexta ficha mayor de Ameghino para la próxima Liga Argentina y su nombre quiere imponerse en esta parte del país como sucedió en Bolivia, su país natal, y en Buenos Aires.
Salvatierra nació en la ciudad de Guayaramerín, donde pasó desaparcibido. A sus 27 años (nació el 15 de julio de 1991), se destaca por sus 2,02 metros de altura, por lo que llega para darle centímetros al conjunto de Pablo Castro, tal como anunció ayer el departamento de prensa de Ameghino, que presentó en sociedad al gigante boliviano.
El pivot cuenta con una interesante experiencia, tanto a nivel clubes como en su selección nacional pero, sobre todo, con una particular historia personal.
La temporada pasada defendió los colores del Club Atlético Caza y Pesca de Buenos Aires, disputando el Torneo Federal con promedios de 15 puntos, 13 rebotes y 2 tapones por partido. En ese club jugó seis años, no consecutivos, ya que tuvo también un paso por Gimnasia y Esgrima La Plata en el TNA, hoy Liga Argentina.
Sus inicios, en su país natal, fueron en el Club Junior-Udabol, donde practicó este deporte durante dos años antes de llegar a Argentina, a los 19, por una invitación de la institución de Don Torcuato.
Con la selección boliviana participó en 2009 en un campeonato bolivariano juvenil, en 2014 fue parte de los juegos Odesur en Chile, con la selección Mayor, y en 2016 defendió la camiseta de su país en el mismo torneo que se jugó en Venezuela.
Sobre su llegada a Ameghino, Salvatierra contó que se dio por medio de su representante, y afirmó que viene siguiendo la Liga Argentina. Además, “un compañero en Ramos Mejía (está disputando el torneo metropolitano) me habló muy bien del club, y me gustó la idea de jugar ahí y desarrollarme aún más como jugador”.
“Sé que tienen una buena organización y trabajan con objetivos muy claros”, apuntó sobre el León y adelantó que “la categoría es muy fuerte” y  que espera “dar lo mejor en cada partido, dentro y fuera de la cancha”.
Sobre el aporte que puede hacer al equipo, describió: “Me gusta ir al rebote, tomo tiros de media distancia y defiendo”.
Con Salvatierra, Ameghino completa de esta forma el cupo para fichas mayores. Se suma a Mateo Gaynor, “Manu” García, Abel Aristimuño, Juan Abeiro y Sergio Rupil, además de los U23 Cristian Zenclussen y Estéfano Simondi.

El cambio de vida
Desde los 13 años, Salvatierra comenzó a sufrir una enfermedad llamada acromegalia, o más comúnmente conocida como “gigantismo”. A los 14, tuvo que irse por un tiempo a Santa Cruz de la Sierra, y al volver a su ciudad natal le pidió ayuda a un compañero para ponerse al día con la escuela.
“Empecé a jugar al básquet gracias a él, que me dijo que me daría sus cuadernos después de los entrenamientos que tenía, que eran de noche. Entonces fui con él, su profe me vio y me preguntó si jugaba al básquet, ya que se asombró porque en ese momento tenía 14 años y medía 2 metros por la enfermedad que tenía”, narró el pivot.
“Le respondí que no jugaba y me dijo que me enseñaría; acepté y desde ese momento empecé a jugar al básquet”, recordó.
Sobre su enfermedad, tras un año de padecerla, recordó: “Me operaron en Brasil, y en ese momento lo denominaron como un caso científico porque la operación en su momento valía 250 mil dólares”.
“Me operaron y no crecí más desde ese entonces, así que ahora mido 2,02 metros”, cerró.

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