Inicio Suplementos El Diario Cultura Un viaje antológico al interior de Gustavo Borga

Un viaje antológico al interior de Gustavo Borga

0
Un viaje antológico al interior de Gustavo Borga

Eduvim editó “Pozo de luz”, una antología poética que recorre todas la obras del escritor local. Una travesía a la selección, sus letras, sus lecturas y su creación

Escribe Daniel Rodríguez
ESPECIAL PARA EL DIARIO

“La poesía viene en un momento inesperado”, afirma Gustavo mientras va tirando sobre la mesa cada una de sus palabras. Hace ya casi un mes que Pozo de luz, una antología poética que reúne sus publicaciones, está disponible en diferentes puntos de la ciudad y esto, sin dudas, le brinda una gran satisfacción: “Estoy muy contento de que la editorial Eduvim se haya fijado en mi poesía” se sincera.

Dicha selección antológica viaja desde el año 2002 al 2017, recorriendo las cinco placas de dicho poeta. A saber: Patito degollado (2002), Hermoso niño rubio (2006), Para vos NO (2010), Un puntito negro (2013) y Como un corazón (2016). Además, dicho volumen cuenta con un agregado por demás interesante de poemas inéditos hasta ahora. Un ejemplar por demás cuidado y con una estética atractiva. En dicho libro, además, se podrán contemplar poemas de Patito degollado que agotó tres ediciones, como para calmar las ansias de quienes deseen asomarse a esa ventana.

En alusión a Pozo de Luz, Gaston Ribba, define que “sentido y belleza no siempre corren en paralelo. Cuando lo hacen casi nunca se unen en el infinito. Cada verso de Borga es un durmiente de quebracho. Un travesaño que obliga al significado y a la música a alinearse sobre las pampas del alma. A marchar derechito hacia la ilusión de un destino de comunión. Borga es un puntito negro. Allá a lo lejos. Invito al lector a pararse sobre la vía. A saltar de durmiente en durmiente. A ponerle el pecho al horizonte. A fijar la vista donde los rieles parecen fundirse. Ese punto oscuro entre cielo y tierra es lo que deja la poesía de Borga[…]. Definiendo, a su modo, lo que uno va a encontrar en el interior de las noventa páginas.

 

La tarea de seleccionar

Con respecto al momento de elegir que obras integrarían el ejemplar, el vate no duda y subraya que fue “una cuestión de intuición, algo muy personal; hubiera preferido que los hubieran elegido otros” se sincera también.

“Comencé a escribir de grande”, afirma Borga, a la vez que confirma que no se sienta a escribir de manera frecuente sino más bien que la poesía llega en el momento más inesperado. Con modestia, también agrega que su literatura está compuesta de “poemas breves y simples que no son tan complejos”.

Con respecto al gran dilema o “crisis” de la hoja en blanco, él no duda en afirmar un gran pro que tienen los que llevan adelante una labor con la palabra: “la ventaja que tenemos los escritores es que leemos. La lectura llena un vacío muy grande para mí. Es más placentero leer que escribir. Y, en mi caso, el placer de la lectura en mi caso es diario”.

Otra temática que se engloba en una charla que surge a borbotones es la de la autocorrección: “generalmente, cuando me siento a escribir, ya lo tengo en la cabeza (al poema). Surge. Está dando vueltas y no me siento a escribirlo inmediatamente” resumiendo así, de alguna manera, la mágica y sagaz tarea de ponerle palabras a la imaginación.

 

Estilos

Si uno observa detenidamente la obra de éste hombre de 57 años, se puede encontrar con dos vertientes dentro de ella misma, una especie de coalición. Podemos hablar de atmósferas, estilos o formas de comunicar. Respecto a esto, Gustavo los divide, de alguna manera, por dos flancos:  una cuestión más lúgubre o biográfica está en “en los primeros libros, como Patito degollado o Hermoso niño rubio; en los últimos ya hay una cuestión social, otra mirada”, afirma.

Otro matiz que no puede disimular al momento de dialogar de la literatura local, es el respeto y el reconocimiento del autor con respecto a los demás escritores locales. Un par de nombres de nobeles autores surgen y atraviesan la entrevista. “Yo no esperaba nada de la poesía” destaca. “Cuando era muy joven y empecé a leer me di cuenta que la literatura iba a ser lo mío; que iba a leer toda mi vida. Hoy, cuando publico y alguien le pone música a un poema o alguien me dice que me leyó, para mí es un regalo porque yo no esperaba nada de eso”, afirma con total sinceridad.

Ahí está, la obra de Borga, entonces, que ya se puede conseguir en LibreLibro, en Editorial Eduvim (dependiente de la Universidad Nacional de Villa María) y, muy pronto, en todo el país.

En tanto, la misma editorial ya viene publicando autores locales y es un rasgo que siempre merece celebración en la realidad que nos aboca. “Se está editando la obra de Edith Vera” dice Borga con énfasis “que lo veo como algo fundamental. Para mí es un gran acontecimiento”.

Print Friendly, PDF & Email